Tiene sobre la mesa una convocatoria de huelga indefinida de los residentes que empezará el próximo lunes y que puede complicar -y mucho- la asistencia sanitaria en la Comunidad de Madrid durante el verano. Los MIR quieren un convenio propio y Raquel Sampedro, directora general de Recursos Humanos y Relaciones Laborales de la Consejería de Sanidad e interlocutora oficial de los convocantes, dice que no ha lugar. El conflicto está enquistado y aunque ella proclama su "firme voluntad" de llegar a un acuerdo in extremis, su tono de voz denota que no alberga muchas esperanzas.
Pregunta. Es usted la interlocutora natural del comité de huelga constituido por los residentes. A tenor del resultado final, la convocatoria formal de la huelga, parece que la interlocución no ha ido muy bien…
Respuesta. Si le parece, voy a hacerle un breve resumen de esa interlocución antes de sacar conclusiones. El 20 de mayo, a través de Amyts, el Comité de Empresa MIR pide a la Consejería de Sanidad que, de forma inmediata, se constituya una mesa de negociación para crear un convenio propio para el personal en formación… El 20 de mayo ¿eh?, en plena pandemia y en pleno estado de alarma. A pesar de ello, y dada la importancia que este colectivo tiene para la comunidad y para el SNS, empezamos a analizar la situación. Tras varias conversaciones telefónicas y consultas jurídicas, el 22 de junio convocamos a Amyts y al Comité de Empresa, y les dijimos que no procedía negociar un convenio, pero que sí teníamos toda la voluntad del mundo para hablar de mejorar las condiciones de este personal. El 23 nos vuelven a escribir, nos plantean una serie de temas a tratar, con fechas, horas y todos los detalles, y nos exigen un calendario de negociación diario. Eso, claro, es inasumible, y el día 26, les contestamos que en la primera reunión podemos acordar un cronograma de actuaciones y les planteamos una reunión semanal…
P. Perdone que le interrumpa, los MIR argumentan que después de años esperando mejoras, con un borrador de convenio que la consejería conoce desde el 20 de mayo, y con un preaviso de huelga sobre la mesa, plantear reuniones semanales demuestra poco interés por su parte…
R. Ahí, de entrada, partimos de un error de base. En aras a la buena voluntad que creo que debe presidir toda negociación, uno no se puede sentar a hablar con un preaviso de huelga sobre la mesa. Segundo, el borrador de convenio es un documento unilateral que contiene reivindicaciones que, en algunos casos, son totalmente inasumibles. Tercero, creemos que, de existir, ese convenio rompería la uniformidad y equidad de la formación sanitaria especializada en todo el territorio nacional. Y, cuarto, los temas hay que prepararlos, y creemos que una semana es el tiempo mínimo necesario para hacerlo, y además le aseguro que esa cadencia de encuentros ya supone un esfuerzo importante para esta Dirección General.
"5 minutos antes de sentarse a hablar, ya habían presentado la convocatoria de huelga"
P. Me estaba desgranando la cronología de los hechos…
R. Sí. Tras plantearles la posibilidad de una reunión semanal, el 29 de junio nos contestan que, como muestra de buena voluntad, fijemos un calendario concreto, con fechas y temas específicos a tratar, y que lo tenemos que hacer antes del 2 de julio y en una reunión presencial. Ese día, les citamos aquí, a las 12 de la mañana, insistimos en lo de la reunión semanal y les planteamos que el primer tema que podemos abordar es el de la regulación de la jornada, y que les haremos llegar una propuesta. Cuando toman la palabra, nos dicen que a las 11:55 horas, es decir, 5 minutos antes del inicio de la reunión, ya habían presentado en la Dirección General de Trabajo el preaviso de convocatoria de huelga; a partir de ahí, claro, se levanta la sesión. Mire, hubiera entendido que, después de escuchar nuestra propuesta, no les hubiera convencido y decidieran convocar la huelga, pero antes, sinceramente, no es válido. ¿Cómo negocias con un conflicto en marcha? Aun así, les hemos dicho que seguimos dispuestos a hablar siempre que retiren la convocatoria de huelga y desistan de iniciar ningún conflicto mientras dure la negociación.
P. ¿Por qué argumenta la comunidad que los MIR no necesitan un convenio propio?
R. Muy sencillo, porque este personal se rige por el Real Decreto 1146/2006, que regula su relación laboral especial. Y no lo decimos nosotros, sino todas las autonomías. De hecho, el pasado 9 de junio, aprovechando que estábamos convocados a un Pleno de la Comisión de Recursos Humanos, planteamos esa cuestión, para ver qué pensaban el resto de comunidades y, sobre todo, el propio Ministerio de Sanidad, y ahí se llegó a la misma conclusión que defiende Madrid. Tres días después de ese Pleno, el 12 de junio, se lo comunicamos por escrito a Amyts.
P. ¿El 1146 cierra expresamente la puerta a que las comunidades mejoren las condiciones recogidas en él?
R. No, para nada. Esa normativa no prevé la obligación de desarrollar convenios colectivos en las comunidades, pero sí establece la posibilidad de aplicar pactos y acuerdos que mejoren las condiciones de este personal, claro. Insisto en que el propio Pleno de Recursos Humanos del SNS manifestó en esa reunión que no era necesario suscribir convenios colectivos autonómicos. Lo que nosotros les hemos propuesto a los MIR es no partir de ese borrador de convenio -que, insisto, han elaborado de forma unilateral-, sino seguir el ritmo habitual de cualquier negociación: acotar y acordar los temas, consensuar un calendario y definir la cadencia de las reuniones. Lo contrario, es imponer algo unilateralmente.
"El convenio, que nos hemos leído entero, lo han elaborado de forma unilateral"
P. Según ellos, la consejería ni siquiera se ha leído las 88 páginas que tiene su borrador de convenio…
R. No es verdad. Claro que lo hemos leído, e insisto en que tiene cosas absolutamente inasumibles. De entrada, cualquier mejora retributiva que planteen exige un informe previo favorable de la Consejería de Hacienda, y se tiene que abordar en la mesa conjunta de todos los empleados públicos de la comunidad; por ejemplo, la posibilidad de percibir la paga extra completa que plantean, se abordará cuando toque y para todo el personal del Servicio Madrileño de Salud, no sólo para los MIR. Luego hablan de permisos, libranzas, ayuda para el alquiler y el abono transporte… Claro que nos lo hemos leído, lo que pasa es que no creemos que sea el punto de partida adecuado.
P. Dice usted que el convenio no es necesario, pero parece que sí es posible, porque ellos alegan que Murcia ya está negociando un convenio propio con sus residentes…
R. No, ésa es otra de las cosas que se ha dicho y que no es cierta. Hablé expresamente con Murcia la semana pasada y están en la misma situación que nosotros: no han ratificado un convenio colectivo, sino que se han sentado con sus residentes para intentar cerrar pactos y acuerdos de mejora.
P. Otro de sus argumentos es que, de existir un convenio, se rompería la uniformidad de la formación MIR en España, pero si nos atenemos, por ejemplo, a las condiciones retributivas, esa uniformidad ya no existe. Cada autonomía paga a sus residentes de forma muy dispar.
R. Lo que pasa es que el convenio no sólo regula temas retributivos, sino que habla de temas formativos, que entendemos que es vital que se rijan de manera uniforme; habla de permisos, de licencias… Es verdad que los temas retributivos se pueden mejorar a nivel autonómico, y eso se lo hemos propuesto.
P. ¿Comparte entonces la filosofía de fondo que subyace en este conflicto: la necesidad de mejorar las condiciones de los residentes de Madrid?
R. Sin duda. Hablamos de una regulación de 2006 y probablemente necesita una revisión o actualización, pero debería hacerse a nivel nacional y a través del ministerio. Al menos, el marco normativo nacional; lo que no es óbice, claro, para que nosotros pactemos mejoras puntuales en los temas que nos atañen.
P. Vayamos a una de esas mejoras. Pese a ser una de las comunidades más caras, Madrid es la segunda autonomía que peor paga a sus residentes. ¿Está dispuesta a abordar eso de forma inmediata?
R. Mire, nosotros les habíamos planteado tres temas prioritarios: jornada, formación y retribuciones. Ahora bien, este último punto exige siempre tener un aval presupuestario, y no nos podemos comprometer a implantar subidas concretas sin el preceptivo informe favorable de Hacienda. Pero hablar de ello, claro que sí.
"Cualquier mejora retributiva exige un informe favorable previo de Hacienda"
P. Otra mejora concreta. Una encuesta de Amyts asegura que más del 30% de los MIR no descansa tras una guardia de 24 horas, pese a que el Real Decreto 1146/2006 que usted ha invocado en esta entrevista dice que ese descanso es obligatorio. ¿No tiene algo que decir la consejería ante esa ilegalidad?
R. No tengo ese dato que usted me da, pero es verdad que ése es uno de los problemas que ellos han puesto sobre la mesa, y nosotros les hemos planteado dictar una resolución según la cual todos los hospitales del Servicio Madrileño de Salud respeten escrupulosamente esa libranza. Es obvio que tiene que haber un criterio homogéneo en todos los centros.
P. Otra más. ¿De verdad es tan difícil acabar con las famosas camas calientes? ¿Ni siquiera con la Covid-19 ha sido la consejería capaz de acabar con una práctica que obliga a compartir litera a varios residentes?
R. Mire, Madrid y todo el SNS han pasado por una situación tremenda, y ésa que usted me comenta es, sin duda, una de las áreas de mejora que hay que abordar urgentemente. Ahora bien, hay cosas que se mencionan como si fueran habituales en todos los centros y quizás sean excepciones puntuales. Pero, tengan la incidencia que tengan, claro que hay que corregirlos.
P. De confirmarse la huelga, se avecina un verano asistencial complicado, porque a los residentes de Medicina, que auguran un seguimiento masivo del paro, se han sumado los de Enfermería
R. Bueno, se supone que a ellos el convenio no les afecta…
P. Aun así, ¿el hecho de que se sumen no le parece indicio suficiente de que el cabreo es muy generalizado? ¿Cómo afrontará la consejería la previsible ausencia de este personal en verano, sobre todo para planificar las guardias?
R. No tengo datos del seguimiento previsto, pero esta misma semana tenemos una reunión con los gerentes de todos los hospitales para que nos valoren el impacto en cada centro. Nos preocupa, y mucho, la incidencia que pueda tener en algunos servicios, como urgencias, por ejemplo, y nos preocupa aún más porque el objetivo del conflicto es alcanzar algunas cosas que nos parecen inalcanzables.
P. El Comité de Huelga denuncia que algunos hospitales están modificando unilateralmente los turnos y las guardias de lo adjuntos para cubrir la ausencia de los MIR que vayan a la huelga ¿Tiene constancia de esas prácticas? ¿Existe alguna instrucción en ese sentido por parte de la consejería?
R. Rotundamente no. Es más, una instrucción de esa naturaleza ya fue objeto de una sentencia judicial con motivo de una huelga de residentes que hubo en 2018 en el Hospital 12 de Octubre y, por tanto, ni se ha dado esa instrucción, ni vamos a darla, y dejaremos claro en la reunión que tengamos con los gerentes que la consejería no validará situaciones de ese tipo.
La consejería "no avalará" cambios de turnos o guardias sobrevenidos de los adjuntos
P. ¿Que una huelga MIR complique tanto la labor asistencial en servicios como Urgencias no avala en cierta forma el argumento de los residentes de que son "mano de obra barata"?
R. A ver, la relación del residente con su servicio no es laboral, sino fundamentalmente formativa, y como tal hay que seguir un programa docente y adquirir los conocimientos y competencias necesarias en su especialidad. Urgencias es, sin duda, uno de los ámbitos donde más conocimientos teórico-prácticos se adquieren, y se hace con el ejercicio diario. Otra cosa es que se puedan, y se deban, mejorar las condiciones en que se adquieren esas competencias.
P. Terminamos. ¿La pelota para desbloquear el conflicto está en el tejado de los MIR?
R. Yo insisto en nuestra firme voluntad de desbloquear la situación, pero, claro, para que esa situación se dé tiene que haber una desconvocatoria de huelga. Así que, por decirlo con sus palabras, la pelota está en su tejado, sí.
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