Satse ha reclamado a las consejerías de Sanidad de las comunidades autónomas que las enfermeras, junto al resto de profesionales sanitarios, se beneficien de medidas adicionales compensatorias cuando acabe la emergencia sanitaria, "por el tremendo esfuerzo realizado en su labor diaria para atender y cuidar a las miles de personas afectadas por la Covid-19", dicen desde el sindicato enfermero.
Para personal fijo y temporal
El sindicato solicita que en cada autonomía y, al menos en referencia a los meses comprendidos entre el 1 de marzo y el 30 de junio de 2020, los profesionales sanitarios que son personal fijo (estatutario, funcionario o laboral) y temporal (interinos, eventuales…) perciban una cantidad mensual equivalente al Complemento de Destino que tengan asignado por su categoría profesional.
También se piden ocho días de descanso adicional por cada uno de cuatro meses referenciados (marzo-junio) que el profesional podrá disfrutar hasta el 30 de marzo de 2021, y que tendrán la consideración de jornada efectivamente trabajada y retribuida.
Además, recibirán una puntuación doble, por cada mes trabajado en el periodo mencionado, en concursos de traslados y movilidad interna.
Para residentes
El sindicato demanda que los residentes de especialidades en Ciencias de la Salud se beneficien de las mismas medidas compensatorias que los profesionales de su misma categoría o profesión.
Precisamente por ello, Satse se ha dirigido por carta a los consejeros de Sanidad autonómicos "para poner en valor el gran sacrificio realizado por los profesionales sanitarios a lo largo de las últimas semanas, al enfrentarse a la pandemia, en muchos casos, con una grave escasez de recursos y protección; y trasladarles que es justo y razonable ir abordando medidas compensatorias una vez finalice la alarma sanitaria que sufre el país".
Satse aprovecha la carta para recordar a los responsables sanitarios autonómicos que todos los profesionales sanitarios, y muy especialmente las enfermeras y enfermeros, están trabajando en unas condiciones excepcionalmente difíciles, con una sobrecarga asistencial tremenda, en espacios y centros saturados y con una grave falta de recursos materiales, como los EPI, entre otros.
Muchas enfermeras contagiadas
El importante número de enfermeras contagiadas o en aislamiento les obliga a trabajar doblando turnos, haciendo prolongación de jornada, con menos periodos de descanso entre turnos, y en muchos casos trabajando en unidades o centros que no son los de su trabajo habitual.
"Estas condiciones laborales que no solo repercuten en un cansancio físico, sino que también están ocasionando un claro agotamiento y perjuicio psicológico entre muchos profesionales de Enfermería, que no pueden descansar lo suficiente después de enfrentarse al sufrimiento de los pacientes y sus familiares", concluye el Sindicato.
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