Para un buen manejo de la diabetes en el nuevo escenario generado por el coronavirus, es necesario que en los centros de salud se generalicen las unidades básicas -formadas por un médico y un enfermero experto en educación diabetológica-, para prevenir las complicaciones y mejorar el control de la enfermedad. Asimismo, habría que simplificar los trámites burocráticos asociados a los tratamientos de los diabéticos, para impulsar la adherencia.
Estos son dos de los diez puntos que conforman un decálogo para el buen manejo de la diabetes impulsado por la Fundación para la Diabetes Novo Nordisk, que se ha dado a conocer este martes en rueda de prensa telemática. La fundación nace como una entidad que aúna los más de 20 años de actividad de la española Fundación para la Diabetes y el casi un siglo de experiencia en todo el mundo de Novo Nordisk.
Respecto a las unidades básicas mencionadas, en el decálogo se recoge la defensa de una "comunicación directa con la Unidad de Diabetes de los hospitales de referencia". Es más, Esteban Jódar, patrono de la fundación y jefe de Endocrinología y Nutrición de los hospitales Quirón Salud Pozuelo, Rúber Juan Bravo y San José, de Madrid, ha destacado la necesidad de una integración real entre Atención Primaria y Especializada, más allá de lo que sucede actualmente que son meras "comunicaciones interconsulta".
Del mismo modo, "junto a la integración de niveles asistenciales, se debería impulsar la continuidad y coordinación asistencial y la integración con los servicios sociosanitarios, de forma que el proceso asistencial girara al máximo en torno a las necesidades de las personas con diabetes y no a la inversa", defiende el documento.
La utilidad de estas unidades básicas en Primaria redundaría en una reducción de la presión asistencial a la que están sometidos los hospitales y una mejor atención del diabético. Y es que, como ha señalado Mercedes Rizo, del Departamento Enfermería de la Universidad de Alicante y patrona de la fundación, "un enfermo cuando es derivado al endocrino del hospital por un mal control de su diabetes puede esperar de 10 a 20 días incluso hasta seis meses para ser citado".
Desde el punto de vista sanitario, con estos equipos en los centros de salud se podría evitar que las complicaciones de la diabetes generen problemas mayores y tengan un mayor impacto en la salud del enfermo y en la gasto sanitario. Según datos de Jódar, y como así contempla otro de los puntos del decálogo, "sólo el 15% del gasto generado por la diabetes es gasto en medicamentos; el 85% restante es provocado por complicaciones de la enfermedad". Por ello, tanto Jódar como Rizo han coincidido en señalar que habría que actuar sobre ese 85%.
Más protagonismo de AP
Los expertos también han defendido una mayor implicación de los centros de salud "en el abordaje de la diabetes -especialmente la de tipo 2, que padecen el 90-95% de los españoles con diabetes-. "Esto contribuiría también a avanzar, desde Atención Primaria, en la personalización del tratamiento de cada paciente en función de sus necesidades individuales, ajustándolo a la evolución de sus objetivos terapéuticos y al control de factores de riesgo, como la hiperglucemia, la hipertensión arterial, la dislipemia, etc.". A juicio de los patronos de la fundación, "esto también reduciría la inercia al sobretratamiento y, en consecuencia, sus costes".
El inconveniente de los visados
Otro de los puntos es que habría que reducir la burocracia de los tratamientos antidiabéticos. Joder no entiende que hoy un tratamiento de insulina necesite un visado. Por ello, creen que habría que facilitar al paciente el sellado de los visados de las recetas de su medicamentos para que haya un buen control. Precisamente, el confinamiento ha evidenciado que se pueden adoptar medidas al respecto, como "la generalización de la receta digital o la suspensión temporal de los visados para la prescripción de algunos fármacos, que deberían, por tanto, mantenerse de forma indefinida", reza el decálogo.
La teleasistencia
Consecuencia también del confinamiento es el impulso de la teleasistencia, que ha defendido Jódar, siempre que esté perfectamente regulada "como acto médico -o de otros profesionales a cargo del seguimiento de los pacientes- y asegurar su calidad, confidencialidad y equidad", de tal manera, que "no sea un servicio al alcance de unos pocos", ha advertido el especialista.
Además del diagnóstico precoz y del control de la diabetes, el foco también se ha puesto sobre la adherencia al tratamiento para minimizar el riesgo de complicaciones asociadas". Según ha expuesto Jódar, el 50% de la medicación prescrita por el médico no sale de las farmacias", por lo que en el decálogo se resalta la idoneidad de poner en marcha "campañas de concienciación sobre esta enfermedad dirigidas tanto a pacientes como a sus familiares".
Dieta y ejercicio
No se han olvidado del ejercicio físico y la alimentación como pilares básicos para tener un buen control de la diabetes. Como ha destacado Rizo, "los diabéticos que hacen ejercicio aeróbico regular presentan un mejor control y una mejor adherencia". Y un dato interesante es que ambos pilares deben ir unidos, ya que, como ha apuntado Jódar, un estudio ha evidenciado que la dieta recomendada para los diabéticos tenía un impacto negativo en la salud ósea, en cambio cuando se asocia a ejercicio físico aporta beneficios.
Información fiable
Los ponentes en la presentación han recalcado que internet se ha convertido en una fuente de información para los pacientes durante esta pandemia, lo que obliga a los sanitarios y a las asociaciones de pacientes a facilitar información fiable, rigurosa y veraz sobre la diabetes en el entorno digital.
Observatorio de la diabetes
A falta de un registro nacional y actualizable sobre la incidencia de la diabetes, en el decálogo se insta a los profesionales sanitarios implicados en el abordaje de esta patología a "reportar a administraciones públicas y sociedades científicas posibles incrementos en el número de casos que diagnostiquen, por si fueran consecuencia de algunos de los efectos del confinamiento, como el estrés, el sedentarismo y la ganancia de peso".
Mano tendida a los farmacéuticos
Al margen del decálogo, preguntados a los patronos por el papel que puede ejercer el farmacéutico comunitario en el control de la diabetes, tanto Jódar como Rizo han puesto en valor su papel, puesto que les consta que muchos pacientes tienen más confianza con el farmacéutico que con el médico y con el enfermero, y que en sus farmacias, en despachos apartados del mostrador, les atienden de forma muy profesional. Rizo ha destacado que hay estudios científicos que muestran con datos que la implicación del farmacéutico comunitario mejora la adherencia terapéutica del diabético. Por todo ello, Jódar ha declarado que estudiarán la posibilidad de llevar a cabo acciones conjuntas con estos profesionales. Ya que, como han destacado ambos ponentes, "el trabajo de todos los profesionales suma en beneficio del paciente" y "los farmacéuticos comunitarios quieren aportar y tienen todo nuestro apoyo y contamos con ellos", ha asegurado Rizo.
Diabetes y Covid
Como no podría ser de otra forma en la presentación se ha hablado de la relación entre diabets y Covid-19. El médico ha afirmado que si un diabético está bien controlado (con la hemoglobina glicosilada por debajo de 7 y la glucosa por debajo de 180) no tendría un peor pronóstico de la infección por coronavirus que cualquier otra persona.
Lo que se necesitaría más estudio y tiempo, a juicio de Jódar, es demostrar cuál es el impacto de los tratamientos frente al coronavirus en los distintos órganos, como el páncreas, que parece que podría afectar, y si podría provocar diabetes en personas sanas.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/2Zu5JTk
No hay comentarios:
Publicar un comentario