La Red Española de Atención Primaria (REAP) es una sociedad científica de Atención Primaria (AP) pluridisciplinar que abarca a los distintos profesionales sanitarios, tanto enfermería de atención primaria, farmacéuticos comunitarios o de atención primaria, así como médicos de familia, e incluyendo también otros profesionales como trabajadores sociales. Desde este planteamiento tratamos de aportar una mirada global y colaborativa a los quehaceres profesionales que implican necesariamente preguntarse por el siguiente reto, el siguiente horizonte y que a menudo demandan nuevas regulaciones y evoluciones del marco competencial.
Qué apoyamos
Así, demandamos e impulsamos proyectos en los que medicina de familia se le otorguen recursos para asumir responsabilidades tradicionalmente suyas pero que que a menudo se canalizan, erróneamente a nuestro parecer, a la atención especializada, como es la atención a crónicos o los cuidados paliativos. Igualmente, somos partidarios de impulsar la prescripción enfermera o la posibilidad de que asuman tareas directivas de centros de salud, tareas habitualmente reservadas a los licenciados en medicina. Y forma parte de nuestra trayectoria el apoyo a la labor asistencial del farmacéutico comunitario, especialmente en el uso racional del medicamento y el seguimiento farmacoterapéutico.
Este desarrollo profesional no puede realizarse de forma paralela, sino que siempre necesitará una colaboración multidisciplinar, un “ir viendo” entre todos cuáles son las mejores decisiones, el curso que más beneficiará al paciente y al sistema, además de a la profesión. Naturalmente, esto genera un debate intenso, fructífero y enriquecedor, que lamentablemente no es habitual en una cultura que cada vez tiende más al corporativismo y a enrocarse en lugar de fomentar el diálogo y las soluciones compartidas.
Debate enfermería-farmacia
Así, asistimos a un nuevo debate binario sobre “si sí o si no” entre enfermería y farmacia acera de temas como la vacunación y la posibilidad de usar tests de covid en farmacia, muy semejante al que se ha vivido entre medicina y enfermería a cuento de la prescripción enfermera, en vez de entrar a preguntarse qué necesita el paciente y la sociedad.
Desde este punto, REAP lanza las siguientes preguntas al profesional sanitario, independientemente de su título específico:
- ¿Cuál es la capacidad actual del sistema para manejar el volumen de tests para la detección de covid necesarios? En caso de necesitar más recursos, ¿cuáles serían estos? ¿La farmacia comunitaria permitiría aumentar la detección o solo sería un trasvase de pacientes desde el centro de salud? ¿A qué pacientes podría acceder que el centro de salud no?
- Si es que se considera la farmacia como una opción, ¿el farmacéutico comunitario puede realizar tests? Si no todos ¿de qué tipo?, ¿hay tests que se adapten más al entorno de una farmacia que otros?, ¿cuál es su sensibilidad? ¿bajo qué condiciones?, ¿con qué recursos?, ¿puede garantizar la seguridad del usuario?, ¿se garantizaría la protección de datos?, ¿cuáles son las experiencias a escala internacional al respecto? ¿Todas pueden hacerlo? Si no todas ¿qué proporción?, esa proporción , ¿resultaría relevante dentro del conjunto del sistema o sería anecdótica?, ¿qué coste tendría para el sistema?, ¿sería coste-efectiva?
- ¿Puede garantizar una trazabilidad en los resultados?, ¿cómo hacerlo?, ¿cómo generar un circuito de comunicación entre centro de salud y farmacia?, ¿cómo serían las derivaciones?
- ¿Se necesitaría una capacitación especial para realizarlo?, ¿la formación debería ser multidisciplinar?, ¿quién asumiría el rol de coordinación de los profesionales implicados?...
El rosario de preguntas acerca de la vacunación puede ser bastante parecido y desde luego puede continuar, pero la intención de este artículo es plantear que ante preguntas complejas, sobre todo ante una situación de urgencia que estamos viviendo, las respuestas binarias, sobre todo cuando no existe un debate profesional y científico multidisciplinar serio y riguroso, no responden tanto a las necesidades de la sociedad, como a la premura y la improvisación en el mejor de los casos o a las necesidades de la corporación en el peor.
La importancia del diálogo
Igualmente se puede trasladar este debate a otros temas en los que la interdisciplinariedad es necesaria para mejorar la atención a nuestros pacientes: la cumplimentación terapéutica, intervenciones comunitarias, seguridad clínica del paciente.
Desde REAP animamos no sólo a las sociedades científicas de farmacia y enfermería a dialogar sobre esta posibilidad, sino al resto de agentes implicados a debatir sobre este tema, sociedades científicas de medicina, administración, asociaciones de pacientes…
Desde REAP nos ofrecemos a posibilitar este proceso sin conocer de antemano el resultado que tendría, pero teniendo claro que sentarse a hablar abre muchas más opciones y posibilidades de mejorar el sistema que oponer monólogos maniqueos que nos paralizan.
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