jueves, 29 de octubre de 2020

Miocarditis e infarto de miocardio, potenciales secuelas de la covid

soniamoreno
Jue, 29/10/2020 - 14:26
e-Congreso SEC 2020
corazón
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en el mundo.

La asociación, en sus diferentes facetas, entre la covid-19 y la enfermedad cardiosvascular ha copado gran parte de la presentación del e-Congreso SEC 2020 de la Salud Cardiovascular que se celebra esta semana organizado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) en formato virtual.

Son varias las líneas de investigación abiertas desde esta sociedad científica en relación a la infección por el virus SARS-CoV-2. Entre ellas, Julián Pérez Villacastín, presidente electo de la SEC, y director del Instituto Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid, desde el principio, ha destacado el estudio de la mayor vulnerabilidad de los pacientes con cardiopatías al virus, “no porque contraigan más la infección, sino porque al hacerlo, tienen peor pronóstico”. Al respecto, se presentan en el congreso los resultados de un metanálisis donde se observa que los cardiópatas afectados por la covid tienen unas cinco veces más mortalidad que los enfermos por el coronavirus sin patología cardiovascular.

El efecto del nuevo coronavirus en el corazón se sospecha desde el inicio de la pandemia y la experiencia ha constatado que la covid sí puede desencadenar enfermedades cardíacas, eso sí, no con mucha frecuencia. “Es raro, pero el virus puede producir una miocarditis, sucede en un 5-10% de los casos de covid”, ha expuesto Pérez Villacastín, quien ha reconocido que muchos especialistas han tenido oportunidad de constatar alguno de estos casos en la pandemia. Además, la liberación de enzimas que se produce durante la infección covídica destruye el tejido cardíaco, especialmente entre los enfermos más graves, lo que puede afectar a diferentes estructuras del corazón. “Tenemos sospecha de que estos procesos patológicos puedan favorecer la aparición del infarto de miocardio en algunos casos”.

En cuanto a las secuelas de la enfermedad en los pacientes con enfermedad cardiológica previa, Pérez Villacastín ha afirmado que son relativamente frecuentes. “Nos falta experiencia para saber durante cuánto tiempo van a perdurar, pero sí se registra un grado de cansancio y fatigabilidad una vez desparecen los síntomas respiratorios. En muchos casos, estamos viendo también que el corazón sigue taquicárdico, como si se hubiera desentrenado por completo,  y esto requiere tiempo en recomponerse. Estamos observando que con rehabilitación cardiaca y ejercicio físico programado es más fácil recuperarse”. Esto por lo que respecta a las covid moderadas, en el caso de las más graves, que han requerido ingresos en unidades de cuidado intensivos, “a veces el daño es importante y tardan bastante más en recuperar”.

Pero más allá de su relación con la covid, la enfermedad cardiovascular (ECV) tiene entidad suficiente como para acaparar medios asistenciales y de prevención. Como ha recordado el presidente del eCongreso SEC 2020 y vicepresidente de la SEC, Héctor Bueno, “incluso en esta época de pandemia, la ECV sigue siendo la primera causa de muerte en España y en el mundo. Frente a las estimaciones oficiales de 35.000 fallecidos por covid, el año pasado murieron más de 120.000 personas por ECV”.

Durante la primera ola, muchos pacientes dejaron de acudir al hospital por miedo al contagio, y eso ha redundado en la patología no covid. Ángel Cequier, presidente de la SEC, ha aludido a iniciativas con las que se busca cómo evitar que la segunda ola impacte en un tratamientos subóptimo de las enfermedades cardiovasculares y que se basan en priorizar a los pacientes con peor pronóstico. Además, “estamos obligados a realizar unos parámetros más exigentes del seguimiento de los pacientes crónicos, y los enfermos cardiovasculares son un claro ejemplo”. La telemedicina puede tener aquí un papel relevante, si bien su aplicación “no es sencilla” y depende de la experiencia previa.

Insuficiencia cardiaca por comunidades autónomas

Junto con la enfermedad coronaria, la insuficiencia cardiaca constituye la principal causa de muerte por ECV en nuestra población, pero a diferencia del infarto, donde se parece observar una tendencia al descenso en la mortalidad, en la insuficiencia cardiaca va en aumento. En España, un 10-15% de los mayores de 65 años la presentan.

Uno de los estudios de mayor relevancia que se presentan en el congreso analiza la incidencia de esta patología y la mortalidad en las diferentes comunidades autónomas. Manuel Anguita, presidente anterior de la SEC, y del Servicio de Cardiología del Hospital Reina Sofía de Córdoba, ha expuesto algunos datos del trabajo: “Los ingresos hospitalarios han aumentado entre 2003 y 2015 en un 17% en todas las comunidades autónomas, con la única excepción de Cataluña. Además de las implicaciones en la calidad de vida de estos pacientes y su familia, supone un gran impacto en los recursos, pues el 80% de todo lo que el invierte el sistema nacional de salud en el tratamiento de la IC se consume durante estos ingresos”.

El dato más llamativo, para este especialista, es que “la mortalidad por insuficiencia cardiaca no se ha reducido en este periodo de tiempo. Está por encima del 10% y eso no se ha modificado a pesar de los avances en la IC en los últimos años”.

El trabajo también revela unas notables diferencias entre comunidades autonómas: en Andalucía, la mortalidad intrahospitalario duplica a la de Madrid, que es la comunidad con menor tasa de mortalidad durante el ingreso hospitalario. “Son diferencias que se han mantenido estables a lo largo de estos años, lo que nos indica que debe haber una razón estructural”.

No son muy frecuentes, pero los especialistas han descrito casos de miocarditis y de infarto de miocardio tras superar la infección por covid-19. Off Sonia Moreno Off

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