martes, 22 de diciembre de 2020

El apoyo emocional del personal de Enfermería es clave en el duelo perinatal y pediátrico

Profesión
aliciaserrano
Mié, 23/12/2020 - 08:00
Formación
El papel de las enfermeras es clave en el acompañamiento en la pérdida de un ser querido en edad perinatal y pediátrica.
El papel de las enfermeras es clave en el acompañamiento en la pérdida de un ser querido en edad perinatal y pediátrica.

La pérdida de un ser querido siempre es dolorosa, pero aún se antoja más complicada si la víctima está en edad perinatal y pediátrica. En este escenario, el papel del personal de Enfermería es clave por su cercanía y el apoyo emocional se debe centrar en “acompañar, escuchar y respetar a las familias”, según lo manifestado recientemente II Jornada de Pérdida perinatal y duelo pediátrico que se ha celebrado en la Universidad CEU-Cardenal Herrera (CEU-UCH) de Valencia.

Según explica María Dolores Jiménez, enfermera de Hospitalización Domiciliaria Pediátrica del Hospital Universitario y Politécnico La Fe, de Valencia, y ponente en la jornada,  “nuestra profesión tiene un poder de acompañamiento y de ayuda hacia las personas que no tienen otras”, algo que se explica “básicamente porque las enfermeras nos dedicamos a cuidar en toda la extensión del término”.

María Dolores Jiménez, enfermera de Hospitalización Domiciliaria Pediátrica del Hospital Universitario y Politécnico La Fe, de Valencia, y ponente en II Jornada de Pérdida perinatal y duelo pediátrico que se ha celebrado en la Universidad CEU-Cardenal Herrera (CEU-UCH) de Valencia.
María Dolores Jiménez, enfermera de Hospitalización Domiciliaria Pediátrica del Hospital Universitario y Politécnico La Fe, de Valencia, y ponente en II Jornada de Pérdida perinatal y duelo pediátrico que se ha celebrado en la Universidad CEU-Cardenal Herrera (CEU-UCH) de Valencia.

Jiménez resalta que “nos formamos para aplicar cuidados en todas las fases del individuo, desde que nace hasta que muere”. Sin embargo, es en el duelo cuando “más debemos recurrir a nuestras habilidades de comunicación y empatía con la familia” y, sobre todo, en el caso de la pérdida de un hijo, que “es de las experiencias más terribles que puede tener una persona, ya que supone  mucho más que la despedida de un ser querido, es la pérdida del futuro”.

Individualización del duelo

Desde su experiencia, comparte con los alumnos de Enfermería cómo cada persona vive el duelo de diferentes formas y, por tanto, se exige una “individualización” del mismo.

“El momento de la despedida es importante porque es un momento íntimo e intenso y cada persona lo vive de manera diferente. Y también las reacciones de cada persona pueden ser diferentes”, apuntando que “debemos respetarlas sin juzgar, acompañando, consolando, transmitiendo serenidad con honestidad: a veces un gesto, una mirada, un silencio o una mano en el hombro bastan o es suficiente para que la tristeza y la angustia de ese momento sea más llevadera”.

Para Jiménez, “compartir ese momento es muy especial y nunca lo van a olvidar”. La especialista también alerta que “el llanto, la rabia, incluso las reacciones violentas, pueden estar presentes; sin embargo, si previamente a la muerte del niño se han proporcionado unos cuidados paliativos de calidad, las probabilidades de que aparezca un duelo patológico disminuyen de manera considerable”. Y por ello, insiste que, independientemente de que se exterioricen o no sentimientos o reacciones,  “el sanitario tiene que mostrar respeto a la familia que ha perdido a uno de sus miembros”.

Formación     

Jiménez insiste a los futuros sanitarios que hay que aprender a enfrentar estas situaciones, ya que “la medicina nos enseña a curar, pero no a manejar la muerte cuando la tenemos delante”.

Para ello, enfatiza, “debemos formarnos y aprender habilidades y destrezas emocionales suficientes para enfrentarnos al dolor”.

¿Pero existe la misma de forma habitual? Jiménez echa en falta las carencias en el grado: “Debería contemplarse una asignatura que tratara los distintos aspectos de los cuidados paliativos, incluyendo, por supuesto, el manejo de las situaciones difíciles, el control de síntomas en enfermedades crónicas y degenerativas (dolor, nutrición, respiración, …)”, sin olvidar el arte de acompañar y apoyar a la familia ante la recepción de malas noticias y la muerte del niño.

Afortunadamente, cada vez se imparten en las facultades de Enfermería más seminarios con estos temas “y se trabaja más en el aprendizaje de habilidades de comunicación fundamentales para el apoyo emocional de las familias en duelo”.

Impacto de la covid-19

Respecto al impacto de la covid-19, la docencia en el arte del acompañamiento se ve alterada por el obligatorio aislamiento social, que impide el trato cercano profesor/alumno. A pesar de ello, los medios tecnológicos de los que disponemos hoy en día, “permiten llegar hasta el alumno de una manera eficiente”. Sin embargo, la aplicación práctica de los conocimientos adquiridos por el alumno “se ve muy mermada” por la terrible situación que vivimos en la actualidad.

Visibilizar la pérdida perinatal

En la II Jornada de Pérdida perinatal y Duelo pediátrico se han mostrado diferentes visiones sobre la temática. Paula Pastor, psicóloga general sanitaria, ha explicado que la pérdida perinatal y/o pediátrica es un dolor muy especial, ya que se pasa todo el proceso del embarazo y la muerte llega de una manera inesperada que puede causar traumas.

“Si algo no se ve, no existe, por ello hay una lucha para que la pérdida perinatal tenga visibilidad", ha subrayado Pastor. Y ha recordado que esta situación ha llevado a que “muchas mujeres no se sientan apoyadas a la hora de hablar del tema”. La psicóloga ha señalado el papel de las enfermeras, “es muy importante para la madre contar con el apoyo del equipo sanitario durante todo el proceso”.

En la jornada ha sido clave la intervención de María Candelaria Romeu y Ana Gloria Reig, dos madres que han sufrido la pérdida de un hijo. Ambas han destacado el gran papel que tienen los sanitarios, “cuando un paciente recibe una noticia de tal calibre, hay que dedicar tiempo para que la madre procese lo ocurrido, hay que saber escuchar, y hay que tener un respeto por el paciente, por el bebé y por la familia”. 

“En el momento del dolor posiblemente no podáis hacer nada, pero podéis acompañar”, han subrayado. El hecho de perder a un bebe no es fácil, por eso el equipo sanitario debe estar ahí, acompañando, para que esa persona lo recuerde de la forma menos traumática posible, ha destacado María Candelaria Romeu. En la misma línea se ha expresado Ana Gloria Reig, “el duelo es un proceso personal e intransferible que nadie puede vivir por ti".

El personal de Enfermería debe aprovechar su potencial y bagaje para, sumándole conocimientos de comunicación y acompañamiento, cumplir un papel primordial en el acompañamiento en el duelo. coronavirus Off Enrique Mezquita. Valencia Grado Off

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