Jueves, 14 de enero. 12.30 horas. Ismael Escobar, jefe de Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Infanta Leonor (Madrid), sabe que ha llegado el momento. Está a punto de recibir la primera dosis de la vacuna contra la covid-19 de Pfizer/BioNTech. Ese mismo día, pocas horas después de haberla recibido, habla con CF para relatar su vivencia en primera persona. “Físicamente, no notas nada. Se trata de una vía intramuscular con una aguja muy fina, de 23G, que apenas sientes”, afirma.
Sin embargo, al hablar del aspecto emocional, la cosa cambia: “Mientras me vacunaban, pensaba en que esto representa un ladrillo en el muro que tenemos que construir para detener al virus. Sabemos que el muro entero aún no está hecho y que es necesario alcanzar una cifra de población para lograr el efecto epidemiológico de rebaño, pero también que cada vacuna es un ladrillo importante”.
Y no solo eso. Como sanitario, Escobar entiende que la vacunación de los profesionales que trabajan en el ámbito clínico, además de inmunizar a aquellos que tratan diariamente con pacientes, ayuda a generar confianza entre la población frente a estas vacunas: “Los farmacéuticos de hospital formamos parte de los sanitarios que están más cerca de los pacientes, incluidos los infectados y los que están graves; por lo que me parece más que razonable que se nos vacune. Además, creo que el hecho de que la población vea que a los sanitarios se nos vacuna puede generar confianza y ayudar a vencer recelos que se hayan podido crear por informaciones, muchas veces sin fundamento”.
En lo que respecta a reticencias entre los propios profesionales a recibir la vacuna, asegura que no ha percibido ninguna, y que lo que sí ha notado han sido muchas expectativas por ver si las distintas vacunas que se estaban investigando llegaban a buen término. “Como sanitarios que somos, las hemos mirado con atracción profesional, no con recelo. Muchos nos hemos interesado por ver el ensayo clínico publicado, por ver la variable de eficacia, por ver las gráficas y por conocer si había algún efecto adverso distinto a lo esperable. Y no hay que olvidar que se trata de una vacuna con una tecnología farmacológica innovadora, algo que también ha despertado mucho interés”, afirma.
¿Cómo es el proceso?
Además de su cargo como jefe de servicio, Escobar es delegado de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) en Madrid. Por ello, conoce bien que en su autonomía, al igual que está ocurriendo en otras regiones de España, muchos servicios de Farmacia son los responsables de almacenar y preparar las vacunas que se administran a los profesionales en los hospitales. Paso a paso, cuenta cómo es este proceso, el cual define como “complejo”, sobre todo por las bajas temperaturas a las que deben conservarse los viales y por el registro y custodia que las vacunas requieren.
El primer eslabón es la recepción de los viales en el Servicio de Farmacia, un procedimiento que, según cuenta, tiene varios puntos clave, como son “comprobar la integridad del envío, que la caja no venga rota, que no haya sufrido ningún accidente, que contenga el número de viales que se ha solicitado, que los viales vengan íntegros, que el indicador de cadena de frío en tránsito no venga alarmado y que dicha cadena de frío se haya mantenido”. Además, apunta que hay que tener siempre muy presente el momento de descongelación por parte del distribuidor: “Es importante saber el día y la hora a la que ha comenzado el proceso de descongelación, ya que a partir de ahí la validez de esos viales es de cinco días” (en el caso de vacuna de Pfizer/BioNTech, que es con la que están inmunizando en su hospital al cierre de esta edición).
Por este motivo, una vez recibido, se registra el envío en el sistema informático y se monitoriza, para tener documentada la validez de los viales: “A las cajas que llegan se les coloca una etiqueta que indica cuándo se han recepcionado, cuándo se ha iniciado la descongelación y qué duración tienen. No hay que olvidar que, en un procedimiento como éste, podemos tener viales en diferente momento del proceso de estabilidad que van a vencer en días distintos; por eso tenemos que utilizarlos en orden y tenerlos perfectamente identificados”.
Una vez finalizada la recepción, los viales se guardan en una cámara frigorífica a una temperatura de entre 2 y 8 ºC en condiciones de estricta seguridad. “Nosotros tenemos la cámara frigorífica cerrada bajo llave y vigilada con una cámara conectada al servicio de seguridad del hospital”, explica Escobar.
Planificación de las agendas
El siguiente paso consiste en organizar las agendas de vacunación, una labor en la que trabaja el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, el Servicio de Farmacia y la Dirección de Enfermería. “La semana anterior nos reunimos y analizamos las agendas de vacunación que hay para los siguientes días”, apunta.
En el caso de su hospital, se ha habilitado un registro en el que los profesionales que quieran ser inmunizados se inscriben voluntariamente. Con esto, el Servicio de Admisión organiza las agendas y reparte las citas.
En cuanto al proceso en sí de vacunación de un día cualquiera, desde las 08.30 horas, el Servicio de Farmacia comienza a elaborar las jeringas precargadas en el área estéril. Actualmente, el hospital en el que trabaja Escobar administra la vacuna de Pfizer/BioNTech, por lo que con cada vial preparan seis dosis.
“Cada día sabemos cuántas jeringas tenemos que preparar y en qué punto del hospital se van a administrar. Las enviamos acondicionadas, etiquetadas y perfectamente trazadas a los puntos de vacunación”, subraya.
Allí, las enfermeras las reciben y se procede a la inyección en el deltoides. Previamente, a cada profesional que se va a vacunar se le realiza una anamnesis para verificar, entre otras cuestiones, que no tiene ninguna sintomatología de covid, que no se ha vacunado con ninguna otra vacuna en las dos últimas semanas y que no tiene alergia a algún componente. Además, se procede a un registro en una plataforma común en el que se identifica al profesional, y se indica el lote y la caducidad de la vacuna que se va a administrar.
“Una vez vacunado se le indica que tiene una cita dentro de 21 días -aunque se le recordará en los días previos- para ponerse la segunda dosis”, concluye.
Pero, ¿a quién?
Más allá de conocer cómo es el proceso de vacunación, hay una cuestión profesional que no resulta fácil de resolver: ¿qué farmacéuticos están siendo vacunados ya en esta primera fase? Fuentes profesionales consultadas indican que, si bien existen diferencias entre autonomías, uno de los criterios más generalizados sería el de inmunizar a aquellos que están en contacto estrecho con pacientes contagiados e ingresados. En este grupo entrarían, principalmente, los que trabajan en el entorno hospitalario: servicios de Farmacia, Análisis Clínicos, Microbiología...
En lo que respecta a los farmacéuticos de Atención Primaria, estas fuentes señalan que, según la región en la que ejerzan y el cometido que desempeñen, algunos están siendo incluidos ya en los planes de vacunación, aunque sin ningún criterio común.
En lo que incumbe a farmacia comunitaria, fuentes colegiales apuntan que varias consejerías de Sanidad están ya solicitando a los colegios de farmacéuticos que envíen un listado con aquellos profesionales que deseen vacunarse de cara a ir confeccionando planes para futuras fases que comenzarían a activarse en las próximas semanas.
El proceso en el hospital, paso a paso
1. Recepción. La recepción de los viales en el servicio de Farmacia constituye un primer paso. En ese momento, se comprueban y se registran antes de ser guardados a una temperatura de entre 2 y 8 ºC con medidas estrictas de seguridad.
2. Preparación. Cada día, a partir de las 08.30 horas, el Servicio de Farmacia comienza a elaborar las jeringas precargadas. Al trabajar con la vacuna de Pfizer/BioNTech, de cada vial se obtienen seis jeringas.
3. Envío. Una vez elaboradas, esas jeringas se etiquetan, se acondicionan, se trazan y son enviadas a los puntos de vacunación. Cada jornada se sabe con detalle cuántas jeringas hay que preparar y en qué punto del hospital van a ser administradas.
4. Llegada. En los puntos donde se va a realizar la vacunación, el personal de Enfermería recibe las jeringas. Antes de la inyección, se le realiza una anamnesis al profesional que se va a inmunizar para verificar que está en condiciones de recibir la vacuna, y se registran sus datos y los de la dosis que va a recibir.
5. Punción. Tras esto, se descubre el deltoides del sanitario, se aplica un antiséptico de superficie, se inyecta la vacuna vía intramuscular y se coloca un apósito. Además, se le indica que va a volver a ser citado dentro de 21 días para recibir la segunda dosis. Si el profesional tiene dudas sobre si puede recibir la vacuna (embarazo, enfermedad...), éstas serán resueltas por la enfermera o por el médico de Salud Laboral.
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