miércoles, 27 de enero de 2021

Proteínas, ácidos grasos insaturados, vitaminas y minerales, aliados de las vacunas frente a la covid

Autocuidado
gemasuarez
Jue, 28/01/2021 - 08:00
Nueva publicación
Portada del libro 'Coronavirus. coronavirus. Prevención, pandemia y contención'.
Portada del libro 'Coronavirus. coronavirus. Prevención, pandemia y contención'.

Coronavirus. Prevención, pandemia y contención (editorial Catarata) es el título del último libro coescrito por Juan Carlos Ruiz de la Roja, especialista en urología y jefe de servicio de Urología del Hospital Universitario María Cristina. de Madrid, y Sonia de Miguel Fernández, que actualmente preside la Comisión de Infecciones Hospitalarias, Profilaxis y Política Antibiótica del misno centro.

Ruiz de la Roja defiende, como así se hace ver en el libro, la necesidad de mantener hábitos alimenticios y de vida saludables para complementar el efecto de la vacuna frente a la covid-19.

En su opinión, "los hábitos de todos conocidos pero que, en muchas ocasiones no ponemos en práctica, como no vivir estresado, hacer ejercicio físico  a diario, dormir entre 7-8 horas, así como evitar el consumo de tabaco, son determinantes en el aumento de nuestras defensas y por tanto nos ayudan a combatir mejor el virus”.

Juan Carlos Ruiz de la Roja coautor del libro 'Coronavirus. Prevención, pandemia y contención'.
Juan Carlos Ruiz de la Roja coautor del libro 'Coronavirus. Prevención, pandemia y contención'.

En una entrevista concedida a CF, explica que ante una malnutrición evidente hay más probabilidades de que cualquier enfermedad infecciosa se complique y eso se demuestra fácilmente pues en los países en desarrollo la malnutrición favorece que cualquier infección tenga más posibilidades de provocar el fallecimiento del paciente. "En el caso del coronavirus se ha comprobado que suceden dos cosas: más riesgo de contagio y que la enfermedad se agrave ante un estado de malnutrición, la explicación es que se reduce la formación de las células de defensa como son los glóbulos blancos, además de que se altera su maduración y se dejan de producir la cantidad adecuada de anticuerpos", añade.

Por ello, recomienda que para fortalecer las defensas del organismo, "además de la vacunación es necesario llevar una alimentación adecuada donde no falten las proteínas, los ácidos grasos insaturados, los minerales y las vitaminas, que están involucradas en la formación de las células que conforman nuestro sistema inmunológico".

De las proteínas, de las que se habla en el libro, dice que para la formación y la maduración de los glóbulos blancos es necesario que en la dieta un 15% provenga de las proteínas, y en concreto se ha comprobado que aminoácidos, como la glutamina, fenilalanina, tirosina y arginina, son fundamentales.

"Respecto a los lípidos, en nuestra dieta el 30% tiene que proceder de las grasas y, en concreto, de las polinsaturadas, como es, por ejemplo, el aceite de oliva, ya que estos lípidos son necesarios para mantener la integridad de la membrana celular de los glóbulos blancos", añade.

Pero, ¿qué tienen más peso en el fortalecimiento del sistema inmune las vitaminas y los minerales o las proteínas y los lípidos? A esta pregunta, el coautor del libro responde que "todos son imprescindibles" pero destaca los alimentos ricos en vitamina D, como son el salmón, atún y sardina, así como la leche y la yema de huevo. "Son fundamentales -continúa- pues esta vitamina ayuda a la maduración de nuestras células defensivas; de hecho se ha comprobado que niveles bajos de vitamina D en sangre favorecen no sólo el contagio del coronavirus sino la posibilidad de que la enfermedad se agrave".

También recuerda que los minerales, como el zinc o el selenio, "son fundamentales en la síntesis de proteínas y, por tanto, en la formación de los glóbulos blancos".

En el libro también se mencionan a los probióticos y su papel en la enfermedad. Así, el experto destaca varios por su eficacia, como el lactobacillus acidophilus, el lactobacillus casei y el bifidobacterium, "pues son determinantes para mejorar la actividad fagocítica de las células defensivas".

Líneas de investigación

En el libro también se dedica un espacio a hablar de las líneas de investigación actualmente abiertas en el campo de la Inmunología. En este sentido, destaca que, entre ellas, se encuentra la utilización de suero hiperinmune de pacientes que ya han superado la infección. "En los ensayos realizados han arrojado buenos resultados, pues al final lo que hacemos es transferir los anticuerpos de una persona que ya ha pasado la enfermedad y se ha inmunizado".

Asimismo, comenta que se están ensayando "vacunas bacterianas de aplicación en mucosas ( sobre todo de aplicación sublingual) con gérmenes muertos o inactivados que habitualmente están implicados en infecciones respiratorias y que consiguen un aumento de los anticuerpos IgA a nivel de la mucosa del aparato respiratorio y, con ello, prevenir la infección por coronavirus y/o evitar que la enfermedad progrese".

Aprender de los errores

En la publicación de Ruiz de la Roja y De Miguel Fernández, se insiste en que "es importante aprender de los errores que se han cometido desde el inicio de la expansión del coronavirus para que podamos combatir la siguiente pandemia de forma eficaz”. En su opinión, esos errores son "no utilizar desde el principio de la pandemia la mascarilla de forma obligatoria, y no haber empleado todos los recursos de diagnóstico disponibles de centros de investigación, laboratorios privados, etc. para haber realizado muchas más PCR y, así, haber diagnosticado a muchos más pacientes en la primera etapa de la pandemia".

Como contrapartida, propone "en primera instancia realizar un confinamiento adecuado de la población; la obligatoriedad en la utilización de la mascarilla si la pandemia es por un germen respiratorio; realizar desde un primer momento más pruebas diagnósticas de la enfermedad, y contar desde el principio con un grupo de expertos (médicos, farmacéuticos y veterinarios), que vayan marcando las pautas a seguir".

Y es que, sobre este último punto, defiende que el Ministerio de Sanidad "esté liderado por profesionales sanitarios de muy alto nivel y no por personas de perfil político".

Las epidemias que vendrán

El texto concluye con un capítulo dedicado a las epidemias que vendrán, entre las que menciona la de la gripe, el sida, el Ébola, el Zika, y la hepatitis viral.

Sobre la primera, el libro dice que el virus de la gripe "es uno de los gérmenes que más pandemias ha producido a lo largo del tiempo". Y destaca que en las tres pandemias de gripe del siglo XX, el origen del microbio proviene de un animal. Según los autores, "China es un lugar propicio para nuevos virus de gripe, por la alta densidad de población y por la proximidad entre personas y animales vivos que suelen ser transmisores, como los cerdos, los pollos y los patos. De hecho, en 2013 y 2014 se produjeron dos brotes en mercados de aves vivas, aunque no tuvieron gran repercusión".

En cuanto al sida, el libro deja claro que, aunque el VIH se consiguió aislar en 1983, "todavía permanece entre nosotros". "El problema -siguen los autores- es que un porcentaje muy alto de estas personas no recibe ningún tratamiento, con lo cual el virus se sigue transmitiendo sin ningún control, pese a que la vía de contagio —con sangre o semen, como mencionamos— no es tan fácil como los virus respiratorios".

Respecto al Ébola, los autores dicen que es muy agresivo, pues destruye la pared de los vasos sanguíneos y produce fuertes hemorragias que suelen acabar con la vida del paciente; de hecho, tiene una mortalidad superior al 50%. "Aunque es cierto que el número de fallecidos es alto, no es comparable con la mortalidad de otras enfermedades en África como el sida, la malaria, la tuberculosis o, incluso, los episodios de diarreas", matizan.

Sobre el Zika, el documento recuerda que aunque los síntomas de la enfermedad que transmitía el mosquito Aedes aegypti, "normalmente eran leves —fiebre, dolores articulares y dolor de cabeza—, el peligro se hallaba en las mujeres embarazadas: si se infectaban durante el primer trimestre de gestación, el recién nacido podía sufrir una microcefalia, lo que producía un aborto o la muerte del bebé a los pocos días de su nacimiento".

Sobre esta enfermedad, los autores reconocen que, como no hay tratamiento efectivo para erradicar el virus ni vacuna, la única forma de acabar con el germen sería exterminando al transmisor, es decir, al mosquito. "Pero mientras el insecto siga existiendo y las aves y mamíferos que son portadoras del microbio también, las posibilidades de enfermar seguirán siendo una realidad", lamentan.

"Otro virus que hay que vigilar es el de la hepatitis -concluyen-, ya que por su causa fallecen alrededor de 1.300.000 individuos cada año en todo el mundo, y cerca de 325 millones sufren infecciones permanentes por estos gérmenes, ya sea por una hepatitis B o C".

¿Qué pasará con el coronavirus?

Los autores del libro tratan de responder a la pregunta de si habrá más epidemias de coronavirus en un futuro. A lo que responden: "Mientras haya animales intermediarios de la infección, el virus pueda mutar y hacerse más agresivo, sigan existiendo mercados de animales vivos y la infección sea altamente contagiosa de persona a persona podrán seguir existiendo pandemias en el futuro".

Juan Carlos Ruiz de la Roja, coautor del libro 'Coronavirus. prevención, pandemia y contención', analiza el papel de la nutrición en el desarrollo de la enfermedad. coronavirus Off Gema Suárez Mellado Farmacia Comunitaria Microbiología y Enfermedades Infecciosas Off

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