Aunque las mujeres presentan menos solicitudes que sus colegas varones para optar a una plaza de catedrática en una facultad de Medicina, sus resultados son sensiblemente mejores.
Así se desprende al menos de las evaluaciones llevadas a cabo a lo largo de 2020 por el organismo encargado de poner nota a los expedientes presentados para acceder a un puesto de profesor universitario, la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), que por primera vez en sus más de 20 años de historia ha presentado los datos de los diferentes comités evaluadores desagregados por género de la persona solicitante.
El llamado Programa Academia de la Agencia de Evaluación valora los expedientes de todos los aspirantes a ocupar una plaza docente de funcionario (catedrático y profesor titular) en todas y cada una de las titulaciones existentes actualmente en el sistema universitario español (SUE). En el caso de las titulaciones de Ciencias de la Salud, el Academia divide las solicitudes en tres áreas diferentes: Ciencias Biomédicas, Medicina Clínica y Especialidades Sanitarias.
Pues bien, un simple vistazo al porcentaje de evaluaciones positivas por área, género y tipo de plaza arroja un saldo claramente favorable a las mujeres, sobre todo en el caso de los aspirantes a ocupar una cátedra de Medicina. El 100% de las solicitudes presentadas por mujeres para ocupar una plaza de catedrática en las áreas de Ciencias Biomédicas y Medicina Clínica se saldaron con un aprobado, frente a sólo un 85% de aprobados en las solicitudes presentadas por hombres en la primera de esas áreas, y apenas un 60% en Medicina Clínica.
Los porcentajes de solicitudes favorables por género son más parejos, pero todavía favorables a las mujeres, en el caso de los expedientes que se encuadraron en el área de Especialidades Sanitarias: 71% de aprobados femeninos frente a un 67% en el caso de los varones.
Los hombres superan a las mujeres cuando optan a un puesto de profesor titular
Las tornas se invierten a favor de los hombres en el caso de las solicitudes presentadas en 2020 para hacerse con una plaza de profesor titular de Medicina, aunque las diferencias aquí no son tan acusadas por género. El porcentaje medio de aprobados en las tres áreas de Ciencias de la Salud en las solicitudes de titularidad fue del 89% en el caso de los varones frente al 82,6% de las mujeres. En este caso, el 100% de los expedientes presentados por hombres en las áreas de Ciencias Biomédicas y Especialidades Sanitarias tuvieron el visto bueno de Aneca, frente a un porcentaje de aprobados femeninos del 93% y 91%, respectivamente.
En el caso de Medicina Clínica, precisamente el área más necesitada de relevo docente en las facultades españolas de Medicina, es donde se derrumba el número de solicitudes aprobadas por Aneca, pero tanto en el caso de los hombres como en el de las mujeres: en 2020, sólo lograron pasar el 67% de las solicitudes masculinas, frente al 64% de las presentadas por mujeres.
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Cabe recordar que estas diferencias de rendimiento por género en las evaluaciones de Ciencias de la Salud se enmarcan dentro de un panorama general francamente desolador para estos grados, si se comparan con el volumen de solicitudes analizadas y aprobadas por Aneca para el resto de titulaciones: como adelantó DM, en 2020, el número más bajo de solicitudes evaluadas por la agencia se registró, precisamente, en las tres áreas de Ciencias de la Salud.
Paridad sólo aparente
Si analizamos los datos desagregados por género en términos globales (es decir, teniendo en cuenta todas las titulaciones del SUE), el 90,4% de los aspirantes varones consiguieron la acreditación a cátedra, frente a un 89,5% de las féminas solicitantes. En el caso de los profesores titulares, el saldo también es ligeramente favorable a los varones: 83% frente a 82,2%.
Aunque de esta primera lectura "se pudiera deducir una cierta paridad", fuentes de Aneca advierten que la diferencia en el volumen de solicitudes presentadas por mujeres y hombres (que es incluso mayor en el caso de las cátedras) evidencia que esa paridad no es tal: por cada solicitud femenina para acceder a un puesto de catedrática universitaria, hay casi dos peticiones de varones (concretamente, 1,84 solicitudes), y a cada petición de mujeres para optar a un puesto de profesora titular le corresponden 1,24 peticiones firmadas por hombres.
Por cada petición femenina para acceder a una cátedra, hay 1,84 solicitudes de varones
En números redondos, en 2020, hubo un total de 244 mujeres que lograron hacerse con una cátedra universitaria, frente a 449 hombres, y 658 mujeres que consiguieron acreditarse como titulares de universidad, frente a 818 varones que hicieron lo propio en el SUE.
La distribución de datos desagregados por primera vez en su historia se enmarca dentro del compromiso explícito asumido por Aneca en 2020 de atajar las brechas de género, tanto en el SUE como en el propio organismo evaluador. Dentro de ese mismo compromiso se encuadra el convenio firmado el pasado 11 de marzo entre la propia Aneca, el Ministerio de Universidades y la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) para hacer público un estudio, también desagregado por género, sobre las retribuciones del personal docente e investigador de las universidades españolas para evaluar la posible existencia de brechas salariales.
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