viernes, 30 de abril de 2021

Telefarmacia APP: ¿un servicio farmacéutico o 'el pequeño Amazon'?

Opinión
carmentorrente
Vie, 30/04/2021 - 08:00
Tribuna
Raquel Casado, en su farmacia de Buitrago de Lozoya (Madrid). / J.L. Pindado.
Raquel Casado, en su farmacia de Buitrago de Lozoya (Madrid). / J.L. Pindado.

Primero, los farmacéuticos de zonas urbanas y con mayores posibilidades se dedicaron a pasearse por las residencias de las zonas rurales a ofrecer sus servicios, cosa que continúan haciendo. La medicación de los pacientes institucionalizados de algunas residencias de las zonas rurales son “dispensadas” por farmacias que están a bastantes kilómetros de las residencias que atienden y sus boticas están localizadas en zonas urbanas. Algunas de estas residencias, además, están concertadas con la Comunidad de Madrid.

Ahora quieren venir desde la ciudad a traer la medicación a las personas que viven en los pueblos. Hablan de venir a salvar y cuidar a la “España Vaciada”, como si no hiciésemos nuestro trabajo desde las farmacias rurales. Dicen que ofrecen una serie de servicios con una verborrea impecable y que suena muy bien. El problema es que no conocen ni la vida rural, ni a los pacientes del medio rural o de la “España Vaciada”, término que tan de moda está y que cada vez me enfada más cuando veo que se utiliza para conseguir más mercado y ganar más dinero.

Los farmacéuticos rurales llevamos siendo “APEPÉS” una vida y media y hasta ahora nadie se había acordado de las personas que llevamos cuidando décadas.

Son, dicen, una aplicación móvil que cuenta con personal especializado para llevar las medicinas hasta la puerta de la casa. Los farmacéuticos rurales no llevamos las medicinas a la puerta de casa, acercamos la farmacia hasta la casa de las personas que lo necesitan. No va el repartidor, ni siquiera, el adjunto, el técnico o el auxiliar, porque muchos compañeros no pueden permitirse contratar a alguien que les ayude. Las farmacias que conozco que han introducido en sus farmacias esta aplicación cuentan con personal, son farmacias de grandes núcleos de población.

Dónde está la seguridad del paciente

Dicen que es la primera herramienta que permite obtener la medicación a domicilio con total seguridad, que no hay errores de medicación porque no hay intermediarios y que las instrucciones llegan directamente al paciente evitando errores por introducción de actores en la comunicación. Creo que la misma APP es el intermediario entre la farmacia y el paciente.

Con total seguridad, ¿seguro? Si yo pido un ibuprofeno 600 mg y no me preguntan si tengo receta, si nadie me pregunta para qué lo quiero, si padezco de estómago, si soy hipertenso... Nadie te trata de razonar que si es un síntoma menor no debes tomar 600 mg de ibuprofeno, que éste está indicado para procesos artríticos y reumáticos y esa es la razón por la cual debe ser recetado por un médico. Y no te lo pregunta nadie porque no hay nadie que sea farmacéutico para explicártelo. Tu petición llega un rato más tarde a la farmacia, preparan el paquete y te lo envían.

No tienes contacto directo con ningún farmacéutico. Si has pedido un medicamento y tienen que hacerte alguna aclaración, no me refiero a consejo farmacéutico (me refiero a la venta pura y dura del artículo en cuestión), es la persona de Telefarmacia App la que contacta contigo, no un farmacéutico. Además, ¿cómo sé que estoy hablando con un farmacéutico y no con alguien que está consultando Google? En la farmacia rural el paciente habla directamente con el farmacéutico.

¿Cómo sé que estoy hablando con un farmacéutico y no con alguien que está consultando Google?

-“Me ha dicho Manuela que necesita algo de la tarjeta”. 

-"Déjame que la llame y hable directamente con ella. Así lo tenemos claro".

-”Vale, Manuela. Ahora se lo doy. ¿Se acuerda bien de cómo se lo tiene que tomar?" 

-"Sí, sí. Me lo pusiste escrito en la puerta de la nevera".

-"Ya sabe que si necesita algo, en un salto estoy ahí”.

Así funciona un farmacéutico rural, una herramienta que permite obtener la medicación con total seguridad y que se asegura de que su paciente de toda la vida sabe cómo tiene que tomarse la medicación.

La Telefarmacia App habla de vender. Los farmacéuticos rurales hablamos de dispensar y de cuidar a nuestros pacientes. Si llegan la farmacia y nos dicen "se me han acabado las pastillas de la vitamina D", no les damos otra caja y que vayan al médico a por la receta. Tratamos de averiguar por qué ya no tiene vitamina D, porque sabemos que es muy probable que la haya tomado mal; nos ponemos en comunicación con el médico, nos acercamos a la consulta a hablar con él si es necesario; contrastamos la información, y al final, entre los dos profesionales, corregimos ese error.

Solucionando problemas de adherencia

Adherencia al tratamiento, ¡qué fácil es hablar de solucionar los problemas de adherencia al tratamiento! Y, en verdad, en la teoría es fácil. Lo difícil es llevarlo a la práctica. En las farmacias rurales solucionamos problemas de adherencia a los tratamientos continuamente, pero para eso tenemos que invertir la relación tiempo-ganancia. El farmacéutico que realmente se dedica a solucionar los problemas de adherencia a los tratamientos echa muchas horas de trabajo que no se remunera y, desde mi experiencia, dudo mucho que una aplicación consiga mejores resultados que el farmacéutico.

En las farmacias rurales invertimos la relación tiempo-ganancia, dedicando muchas horas no remuneradas a solucionar problemas de adherencia

¿Que debemos ir pensando en adaptarnos a las nuevas tecnologías? Yo más bien creo que son las nuevas tecnologías las que debemos adaptar a nuestra vida y tratar de no deshumanizarla; porque, al final, María, que está esperando a que le traigas su medicina, se queda sin su ratito de conversación que, además, puedes aprovechar para intercalarle algún consejillo farmacéutico.

Cuando queremos defender nuestro modelo de farmacia, nuestra Farmacia Española, ahí estamos los rurales, a la cabeza. Somos ese entramado de la red de la farmacia que revaloriza el sentido de ser de nuestro modelo de farmacia. Nuestras farmacias rurales necesitan el apoyo del resto de farmacias para continuar siendo lo que somos, y, además, adaptados a las nuevas tecnologías. Pero si los farmacéuticos de las zonas urbanas siguen “paseándose” por las residencias y ahora por las casas de la “España Vaciada” están firmando la sentencia de muerte de nuestro modelo de farmacia y, por lo tanto, difícilmente me puedo creer que estén pensando en las personas que viven en las zonas rurales. Más bien me pregunto: ¿no será que los bolsillos de los rurales son APPetecibles?

Off Raquel Casado, farmacéutica rural de la sierra Norte de Madrid. Profesión Farmacia Comunitaria Off

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