El dolor por caries se muestra como el más habitual o reconocible en la cavidad bucodental, pero esta puede verse afectada por más patologías, problemas y dificultades, en las cuales los profesionales sanitarios pueden aportar su conocimiento para realizar recomendaciones higiénicas preventivas y de mantenimiento o aproximaciones no farmacológicas.
Según Raquel González Martínez, profesora de Odontología de la Universidad CEU Cardenal Herrera, de Valencia, el dolor por caries se localiza en el diente por afectación del paquete vásculo-nervioso que se encuentra dentro del mismo y “es el más común que encontramos en la práctica odontológica diaria”.
Afección periodontal
Mariví del Vigo, vocal de Dermofarmacia del COF de Toledo, añade a lo mencionado por la profesora, que detrás del dolor dental pueden estar “infecciones, inflamaciones por algún resto o problemas de encías, tales como gingivitis, periodontitis...”. Esto lo confirma González Martínez, quien sostiene que la segunda afección más prevalente que afecta a la cavidad bucodental y puede cursar con dolor son las patologías periodontales. “La inflamación e infección de los tejidos que rodean al diente suelen provocar un dolor inespecífico, que junto al sangrado de las encías y la presencia de abundante placa y cálculo supragingival, nos indicarán que se trata de la afectación de los tejidos de soporte”, señala.
El diente puede doler y sufrir movilidad y desplazamiento dentro de la arcada dentaria en función de la severidad de la patología periodontal. También es frecuente el dolor dental por fractura, generalmente vertical. “Se trata de un traumatismo difícil de diagnosticar en ocasiones, ya que la línea de fractura puede no ser evidente”, expone la profesora de la CEU Cardenal Herrera.
El dolor por caries se localiza en el diente por afectación del paquete vásculo-nervioso que está dentro
Aunque existen múltiples dolores localizados en la cavidad oral, también se puede destacar, además del dolor dental y periodontal, “el dolor de la musculatura masticatoria y las neuralgias de las ramas maxilar y mandibular del trigémino (neuralgias trigeminales). Para González Martínez, es muy importante su diagnóstico “para no cometer el error de aplicar un plan de tratamiento incorrecto”.
El tratamiento farmacológico puede ser insuficiente en la mayoría de las patologías mencionadas y requiere un tratamiento odontológico que actuará sobre la causa del problema. Por ello, en principio, “el farmacéutico debería remitir al paciente a un odontólogo para poder realizar una correcta exploración intraoral y radiológica, si es necesario, para elaborar un diagnóstico preciso”, recomienda González Martínez.
Anelgésicos y derivación
En cualquier caso, añade, “el paracetamol de un gramo como analgésico cada ocho horas o un antinflamatorio no esteroideo (AINE), como el ibuprofeno de 600 mg cada ocho horas, pueden mejorar la sintomatología inflamatoria y dolorosa”. Ahora bien, matiza también que se puede recomendar en el mostrador de la farmacia “siempre y cuando nos aseguremos” de que el paciente no padece ninguna enfermedad sistémica que contraindique estos fármacos; no existan interacciones entre fármacos que el paciente pueda estar tomando, y no tenga antecedentes de reacciones alérgicas frente a estos fármacos”. Además, insiste en una cuestión básica: “Remitir al odontólogo para su correcto diagnóstico y tratamiento específico”.
Del Vigo también apunta las posibilidad de manejar la aromaterapia científica, “que nos permite solucionar todas estas patologías, analgesia, tratamiento de infecciones, de inflamación... sin necesidad de receta médica”.
En relación a recomendaciones sobre higiene bucodental y medidas no farmacológicas tanto a nivel general como a la hora de enfrentarse a extracciones dentales, Del Vigo señala respecto a la primera situación que es fundamental “el lavado y enjuague después de cada comida con una pasta adecuada, según las necesidades del paciente”.
En este sentido, el Consejo General de Dentistas recuerda que una correcta higiene bucodental pasa por cepillarse adecuadamente los dientes al menos dos veces al día, con una pasta dentífrica fluorada. Esta medida debe completarse mediante una higiene interdental diaria, limitar el consumo de azucares, evitar el tabaco y el alcohol, mantener una dieta sana y realizar visitas periódicas al dentista.
Las infecciones, inflamaciones por algún resto o los problemas de encías también pueden causar dolor
En cuanto a qué tiene que hacer el paciente ante extracciones, Del Vigo apunta que “normalmente a la farmacia ya vienen con las medidas indicadas por el dentista y lo que suelen reclamar es alguna aclaración si tienen dudas”.
González Martínez añade que “después de una exodoncia la higiene bucodental es imprescindible para evitar la infección del alvéolo”. Por ello, “debemos tener en cuenta como precauciones especiales no realizar enjuagues las siguientes 24 horas después de la intervención para evitar el desalojo del coágulo de sangre y realizar un cepillado suave en la zona”, apuntando que existen cepillos denominados quirúrgicos “con cerdas suaves para estas situaciones”, y que se pueden dispensar en la farmacia.
Mejora la salud oral
El Consejo General de Dentistas recomienda visitar al dentista a partir del primer año de vida para detectar y prevenir patologías, caries tempranas y otras anomalías.
¿Y cómo es la salud oral en España? Según la reciente Encuesta de Salud Oral en España 2020, publicada por esta organización y que analiza, entre otros parámetros, la evolución de la higiene oral y la frecuencia de visitas al dentista en España de 1993 a 2020, con el fin de vigilar la evolución de las tasas de morbilidad, la conclusión es que la “higiene oral de los españoles va mejorando de forma continuada, pero debe mejorar todavía más y tener su reflejo en la recuperación de los índices de salud periodontal”.
La encuesta arroja datos interesantes, como que el 61,8% de los adultos de entre 35 y 44 años y el 58,1% de entre 65 y 74 años han visitado al dentista al menos una vez al año. Sin embargo, en las cohortes de 12 y 15 años, el 21% y el 25,1%, respectivamente, no han ido al dentista en el último año.
Estos datos muestran un aumento significativo de la frecuencia de visitas al dentista, particularmente en el grupo de 35 a 44 años, respecto a la encuesta de 2015, siendo los que han acudido en el último año cerca del 62%, frente al 49,3% de 2015.
En el grupo de los jóvenes se puede apreciar el efecto de la cobertura por parte del Sistema Nacional de Salud, ya que han acudido en el último año al dentista el 78,6% del grupo de 12 años y el 72,8% del de 15 años.
Respecto a la frecuencia de la higiene oral, los últimos resultados muestran que el 68,2% (12 años), el 76% (15 años), el 71,6% (35-44 años) y el 54,8% (65-74 años) se cepillan los dientes más de una vez al día.
Analizando los datos por sexo, en las dos cohortes de adultos la frecuencia de cepillado es superior en las mujeres que en los hombres. De hecho, el 78,5% de las féminas de entre 35 y 44 años se cepillan los dientes más de una vez al día, frente al 60,1% de ellos.
El 61,8% de los adultos de entre 35 y 44 años han acudido a la consulta del dentista al menos una vez al año
En el grupo de 65 a 74 años, el 68,1% de las mujeres realizan más de una vez al día su higiene dental en comparación con el 38,8% de los hombres.
La frecuencia del cepillado ha mejorado notablemente en todos los grupos desde 2005, pero aún no ha alcanzado el nivel deseable para un buen mantenimiento de la salud oral. Esta frecuencia ha aumentado en el periodo 2005-2020 del 53,1% al 76% en los jóvenes de 15 años y del 57% al 71,6% en los de 35-44 años. Entre los mayores, un 18,7% no tiene una higiene oral regular, aunque esto ha mejorado respecto al año 2005 donde el porcentaje era del 24,8%.
Peticiones de antibióticos sin receta
Aunque la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha prohibido la dispensación de antibióticos por parte de las farmacias sin una receta del odontólogo, González Martínez recuerda que la realidad es que muchos ciudadanos con problemas bucodentales siguen intentando esa práctica. “Sí, aún hay pacientes que siguen reclamando antibióticos o antinflamatorios sin receta”, expone Del Vigo.
Sin embargo, coinciden ambas profesionales, se trata de una situación que carece de sentido y lógica: “Si el paciente no dispone de receta, debería acudir a un odontólogo para un correcto diagnóstico y plan de tratamiento; y si fuera necesario, la prescripción del antibiótico más adecuado para la patología que padece”, apunta González Martínez. En su experiencia, las recetas se están realizando con normalidad “y cuando la prescripción del antibiótico se considera necesaria”. Además, reitera Del Vigo, a día de hoy, “existen alternativas a los antibióticos que se pueden dispensar sin receta”.
En cuanto a los antinflamatorios, se dispone de presentaciones EFP “que también se pueden dispensar”. Precisamente, en este contexto la Aemps y el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos lanzaron recientemente una nueva campaña para la concienciación sobre el uso prudente de los antibióticos. Desarrollada en el marco del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), la campaña tiene un doble objetivo: sensibilizar a los farmacéuticos sobre la importancia de la correcta dispensación de los antibióticos y la relevancia de su papel en la educación sanitaria de la ciudadanía.
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ResponderEliminarExcelente
Esta genial este articulo, realmente este blog es muy bueno, hace unos meses comencé este curso en esta pagina web https://titulofp.es/fp-higiene-bucodental-cu y cada día quedo completamente convencida que hice una buena elección, lo mucho que he aprendido en poco tiempo, mas las herramientas de enseñanza que tienen son buenísimas, y bueno espero con ansias poder culminar y ejercer, conseguirme con buenas salidas para el momento, saludos a todos.
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