En mayo se ha celebrado la Semana Mundial del Parto Respetado. Profesionales reunidas por el Colegio de Enfermería de Alicante inciden en la importancia de fomentar la información y adaptación del proceso a la particularidad de cada embarazada, además de reiterar que las matronas son las profesionales indicadas para liderar ese proceso.
Según Soledad Carreguí, matrona y supervisora de Partos del Hospital Universitario de la Plana, en Villarreal (Castellón), se trata de un “parto acompañado” donde el profesional ofrece a la mujer “recursos para optimizar la fisiología” y “atiende todas las necesidades expresadas por la misma”. Ello incluye una información continua y la posibilidad de que “tome las decisiones sobre su proceso”, a la vez que le ofrece todos sus conocimientos y experiencia “con el fin que tenga un proceso de parto tanto seguro como satisfactorio”.
Pepa Santamaría, matrona adjunta a Dirección de Enfermería del Departamento de Salud de Alcoy (Alicante), incide en que la madre y su criatura “son las verdaderas protagonistas”, con el apoyo de su pareja o acompañante y de los profesionales que les atienden. En este contexto, la matrona Adelaida Plaza hace hincapié en que “todos los participantes, madre, padre y profesionales, conocen las ventajas que las evidencias demuestran”. Y en este escenario, según el equipo de acompañamiento al parto en casa Namaste Comares, “las matronas somos las profesionales más idóneas, accesibles y capacitadas para acompañar en las decisiones a tomar: esto contribuye al empoderamiento de la mujer y hace obtener mayores índices de éxito en su parto”.
Conocimiento
Respecto al conocimiento que tienen las futuras madres de sus derechos en este sentido, Carreguí señala que “aunque actualmente aún percibimos que muchas mujeres tienen un desconocimiento de sus derechos fruto de la estructura sanitaria paternalista y jerarquizada que aún está presente en las instituciones sanitarias, cada vez más existe un discurso y una mayor información para darles a conocer su derechos y empoderarlas para que tomen libremente las decisiones sobre su proceso reproductivo”. En la misma línea, Santamaría apunta que “en algunos momentos puede que las madres no hayan tenido toda la información necesaria, pero creo que esto ha mejorando mucho”, apuntando que “las matronas nos hemos tenido que reinventar para poder seguir acompañando a las mujeres durante el embarazo, parto y posparto”.
El equipo de Namaste Comares comentan que “hay mujeres que esa búsqueda la hacen solas y otras a las que les ayuda su matrona, aunque esta ayuda debe solo un soporte, un apoyo, una guía”. En este época, matizan, “también nos encontramos con muchas mujeres desinformadas, que les da miedo o vergüenza expresar sus deseos, y que cuando cruzan las puertas del hospital dejan que las decisiones las tomemos los profesionales. Y aquí está la clave: debemos informar de todo los procedimientos y llegar a un consenso con la mujer y su acompañante”. Para Plaza, cuando se produce ese contacto, “las madres y los padres, reciben con interés la información sobre los derechos en el nacimiento. En las consultas de seguimiento y en las sesiones de información, ahora on line, les hacemos partícipes de las ventajas para el niño y para ella, de las diferentes formas de parto”, resaltando que “es importantísimo e imprescindible que tengan una amplia información y asesoramiento. Solo así, serán capaces de tomar sus mejores decisiones”.
El impacto de la pandemia
Carreguí reconoce que “las mujeres han vivido sus embarazos con miedo, incertidumbre, el ambiente hospitalario generaba desconfianza ya que suponía un riesgo de contagio en momentos donde el hospital estaba lleno de ingresos por Covid”. Para el equipo de Namaste Comares, “en un primer momento, el desconocimiento y el miedo a un enemigo desconocido trajo un retroceso en la atención a la mujer y una pérdida de los derechos de ellas y sus familias”. Por ejemplo, “las llevó a entrar a los paritorios solas, acompañadas exclusivamente por el personal sanitario”. Gracias a la movilización de la población y las matronas, “aquella pesadilla apenas estuvo vigente durante tres días, pero lamentablemente para algunas mujeres su modificación llegó demasiado tarde”, apunta Santamaría. Plaza ha destacado que, a pesar de todo, “las mujeres han sido capaces de adaptarse a esta circunstancia mucho mejor de lo que podríamos haber pensado: he visto la fuerza de protección a sus hijos, más grande que nunca. A pesar de las mascarillas y de esas miradas incompletas, las madres y los profesionales hemos sabido estar, y hemos podido paliar las inevitables limitaciones”.
El equipo de Namaste Comares incide en que las matronas también han sufrido esos cambios, “aunque nunca en igual medida”. Y aunque el miedo y el desconocimiento también les afectó, “en poco tiempo nos pusimos a idear soluciones para poder ayudar a organizar los circuitos para seguir ofreciendo a las mujeres la mejor atención y cuidado de su embarazo, parto, posparto y crianza”. En estos tiempos, concluyen, “hemos detectado un ligero aumento de solicitud de información sobre otras alternativas al parto hospitalario, como es la asistencia al parto en casa y/o el acompañamiento profesional durante el mismo en el domicilio”
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