martes, 1 de junio de 2021

El hemoglobina glicosilada identifica a pacientes con aterosclerosis y riesgo cardiovascular

Cardiología
soniamoreno
Mar, 01/06/2021 - 08:00
Hallazgo del grupo del CNIC publicado en 'JACC'
La hemoglobina glicosilada se utiliza para el diagnóstico y el seguimiento de pacientes diabéticos.
La hemoglobina glicosilada se utiliza para el diagnóstico y el seguimiento de pacientes diabéticos.

La medición del nivel de azúcar en sangre, un biomarcador utilizado para el diagnóstico y el seguimiento de pacientes diabéticos, puede ser de gran utilidad para estimar la enfermedad aterosclerótica, y por tanto el riesgo cardiovascular, en pacientes con o sin una posible prediabetes, según un estudio llevado a cabo por científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC).

La novedad que propone el equipo del CNIC radica en utilizar el marcador que mide el nivel glicémico en sangre en personas de mediana edad, aparentemente sanos, y que no tienen diabetes mellitus, pero con o sin una posible prediabetes. El valor añadido de este biomarcador es que, cuando se utiliza para valorar el riesgo cardiovascular junto con los factores de riesgo tradicionales (hipertensión, dislipemia, tabaquismo), mejora la clasificación entre aquellos sujetos con mayor y menor riesgo de enfermedad aterosclerótica.

Además, afirma el estudio que se acaba de publicar en The Journal of American College of Cardiology (JACC), debido a que estilo de vida saludable reduce los niveles de hemoglobina glicosilada, debería considerarse como la primera opción para reducir el riesgo cardiovascular.

La hemoglobina glicosilada es un test diagnóstico económico, disponible y utilizado ampliamente en la práctica clínica habitual, explica Xavier Rosselló, investigador del CNIC y cardiólogo del Hospital Universitario Son Espases de Palma de Mallorca. Por tanto, su uso para ayudar a calcular el grado de aterosclerosis subclínica podría tener una implantación inmediata.

Personalizar el riesgo cardiovascular

Según Valentín Fuster, director general del CNIC, esta nueva información “contribuirá a personalizar más el riesgo cardiovascular sin prácticamente ningún coste adicional, lo que se podría traducir en planes de seguimiento más personalizados, enfocados primariamente en cambios en el estilo de vida, y eventualmente quizás en el uso de fármacos antidiabéticos”.

El estudio forma parte del proyecto colaborativo PESA-CNIC-SANTANDER, cuyo investigador principal es Fuster. El PESA-CNIC-SANTANDER, que se inició en 2010 y se ha renovado hasta 2030, es uno de los estudios de prevención cardiovascular más importantes del mundo.

La enfermedad aterosclerótica se detecta habitualmente en estadios avanzados, cuando ya ha causado daño, como un infarto de miocardio, un accidente cerebrovascular u otros eventos cardiovasculares. El pronóstico de las personas cambia radicalmente si han presentado alguno de estos eventos clínicos, por lo que la detección precoz de la patología que produce dichos eventos (aterosclerosis) es vital para mejorar la cantidad y calidad de años de vida de la población.

Ahora, el hallazgo del grupo del CNIC permite clasificar mejor el riesgo cardiovascular de los pacientes no diabéticos o con o sin una posible prediabetes.

En este sentido, apunta Rosselló, “el uso de la hemoglobina glicosilada resultó particularmente relevante en aquellos participantes con bajo riesgo, mientras que su asociación con la enfermedad aterosclerótica en los individuos que ya tenían un riesgo moderado, por la presencia de otros factores de riesgo cardiovascular, fue menos evidente”.

Biomarcador de masas

Los autores concluyen que “este hecho, convierte a la hemoglobina glicosilada en un biomarcador de masas, ya que su principal aplicación se ubica en el estrato de sujetos de menor riesgo, donde se concentra la inmensa mayoría de la población general, y donde, en términos absolutos, se producen el mayor número de muertes cardiovasculares”.

El trabajo es fruto del esfuerzo de un equipo multidisciplinar que incluye médicos, biólogos, estadísticos, bioinformáticos, enfermería y otros muchos profesionales que, junto con la colaboración de los participantes del Banco Santander, hacen posible el estudio PESA.

El estudio ha recibido fondos del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII, PI15/ 02019, PI17/00590, PI20/00819) y el European Regional Development Fund (ERDF) A way to make Europe y ha contado con investigadores del CIBER de Enfermedades CardioVasculares (CiberCV).

El uso rutinario de la hemoglobina glicosilada en personas no diabéticas ayuda a identificar aquellos pacientes con mayor enfermedad aterosclerótica. Off Redacción Endocrinología Medicina Familiar y Comunitaria Atención Primaria Enfermería Familiar y Comunitaria Off

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