jueves, 29 de julio de 2021

Martínez-Astorquiza: "No se puede confundir una mala praxis médica con violencia obstétrica"

Política y Normativa
soledadvalle
Jue, 29/07/2021 - 13:06
Presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO)
La propuesta del Ministerio de Igualdad de incluir la violencia obstétrica dentro de la ley del aborto como un delito de violencia de género ha levantado las alarmas entre los médicos.
La propuesta del Ministerio de Igualdad de incluir la violencia obstétrica dentro de la ley del aborto como un delito de violencia de género ha levantado las alarmas entre los médicos.

Entre los profesionales sanitarios que atienden los partos han saltado todas las alarmas. El Ministerio de Igualdad plantea una reforma de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo, la llamada ley del aborto, para introducir el término de violencia obstétrica como un delito de violencia de género. 

Violencia obstétrica. Un término que el presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), Txantón Martínez-Astorquiza, rechaza de lleno y así lleva denunciándolo toda su vida profesional.

Martínez-Astorquiza habla en nombre de los obstetras de toda España: "Nos parece un término totalmente desacertado. Injusto para los profesionales que trabajamos en los partos y, además, es que no existe esa violencia obstétrica. Puede haber una mala praxis. Puede que las cosas se hagan bien o mal, puede haber una falta de comunicación con la mujer...".

Afirma que "en todos los hospitales españoles se respeta a la mujer. Se respeta su opinión y, si se puede, se mantienen los planes de parto. Pero, en algunas ocasiones, para preservar el bienestar materno y fetal, hay que utilizar un fórceps, una ventosa, hacer una episiotomía, etcétera. Pero todos los profesionales en toda España estamos luchando por bajar las tasas de cesáreas, no hacer episiotomías... Nosotros estamos mentalizados de todo eso y la SEGO, de manera especial". 

txanton-martinez-astorquiza

La Obstetricia y Ginecología es de las especialidades médicas que más reclamaciones de pacientes tiene. Por lo tanto, Martínez- Astorquiza conoce bien las demandas de pacientes por una supuesta mala praxis que deriva en un daño, que es por el que se reclama. Sin embargo, con la modificación legal que se pretende el delito es hacer la episiotomía o utilizar los fórceps.

El facultativo recuerda que en la actualidad la mujer representa el 95% de los obstetras en España

Con la citada reforma se puede dar la situación de que "hagas una episiotomía a una mujer, porque, como médico que estás atendiendo al parto, entiendes que es necesaria y luego te denuncian y se convierte en un delito. Esto es algo totalmente desproporcionado e injusto y que no respeta el trabajo de los médicos de los últimos años, en su esfuerzo por mejorar la atención al parto".

El facultativo recuerda que en la actualidad la mujer representa el 95% de los obstetras en España, de modo que, según dice, esa denominada violencia no tendría las características, a priori, de ser de género. Pero más allá de detalles, Martínez-Astorquiza expresa la indignación de los obstetras y de todos los sanitarios que atienden a los partos que, tras conseguir unas cifras de supervivencia perinatal de las mejores del mundo, entre otros datos de mejora, se les recompensa con un cuestionamiento de su trabajo de esta naturaleza

Siempre hay campo de mejora

"Podemos hablar de reducir las inducciones al parto, las episiotomías, las cesáreas, pero nunca puede ser en el ámbito de la Medicina Legal. No se puede convertir una actividad médica en un delito. Paremos ya de llamarlo violencia", reitera. 

Pregunta: ¿El Ministerio de Igualdad ha consultado a la SEGO para llevar a cabo esta reforma?

Respuesta: A mi, no. Y soy el presidente de la SEGO. 

P.: Ni a nadie de la Sociedad...

R.: El Ministerio ha pedido gente a la SEGO para que participe en las reuniones, pero hasta ahora no hemos tenido ninguna reunión.

La profesión ha dado un paso al frente

En todo caso, antes que la citada reforma avance en su tramitación, la profesión médica ha dado un paso al frente. El pasado 12 de julio, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) advertía del citado cambio legal en un comunicado. 

"Ante las informaciones referentes a la modificación de la Ley del Aborto y, dentro de ella, la legislación de la denominada violencia obstétrica (entendida como aquella ejercida por un profesional a su paciente durante el proceso reproductivo) como una modalidad de violencia de género, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) aclara que este concepto no se ajusta a la realidad de la asistencia al embarazo, parto y posparto en nuestro país y criminaliza las actuaciones de profesionales que trabajan bajo los principios del rigor científico y la ética médica", apuntaron.

Irene Montero, ministra de Igualdad.

La SEGO también lanzó un comunicado al respecto hace una semana. En ese documento han reconocido como "inapropiado, tendencioso e injusto el término “violencia obstétrica” por su significado jurídico doloso, como intención de causar daño, ánimo de lesionar, empleo de fuerza o amenazas, tipificable penalmente, que debemos rechazar por completo. No debe confundirse en modo alguno la praxis inadecuada con las expectativas de parto no cumplidas. Sin embargo, es un término que ha permitido poner de manifiesto las experiencias desagradables de muchas mujeres y posicionarlo en el debate público".

Además, en el documento la Sociedad científica se pone "a disposición de las autoridades sanitarias para prestar su asesoramiento y alcanzar una praxis de excelencia con seguridad jurídica para profesionales y pacientes".

La Sociedad Catalana de Obstetricia y Ginecología (SCOG) y el Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña (CCMC) también han emitido un posicionamiento al respecto en el que muestran su preocupación "por los efectos que pueda tener sobre los profesionales una eventual asimilación de la llamada violencia obstétrica con la violencia de género". Esta asimilación puede "implicar la criminalización de profesionales bajo normas previstas para situaciones dolosas que no son específicas de la actuación profesional".

"Los procedimientos punibles por mala praxis ya tienen previstos sus propios mecanismos reguladores y sancionadores"

En este sentido, la sociedad y el consejo de Cataluña recuerdan que "los procedimientos punibles por mala praxis ya tienen previstos sus propios mecanismos reguladores y sancionadores, tanto desde la perspectiva disciplinaria, por incumplimiento de las normas profesionales o deontológicas, como desde la perspectiva de la responsabilidad civil o penal". 

Sin embargo, tanto la SCOG como el CCMC asumen el término de violencia obstétrica en su comunicado, aunque reconocen que "genera rechazo en la mayoría de los profesionales de la salud, en la medida en que sugiere intencionalidad y voluntad de ejercer violencia hacia las mujeres". Y, por tanto, aseguran que "los profesionales perciben que se cuestiona su profesionalidad cuando el objetivo de todo profesional es velar por la salud y el bienestar de las personas que asiste". 

Pero advierten que, a pesar del rechazo de este término "ha sido reconocido internacionalmente por Naciones Unidad y la Comisión Europea". De este modo, aseguran que "conviene, pues, superar el rechazo que el término provoca de inicio para captar su significado real y ser capaces de entrar en el debate de las cuestiones de fondo". 

En todo caso y hasta donde ha podido saber este diario, la citada reforma de la ley del aborto todavía no ha echado a andar y, en todo caso, los expertos consultados creen que no se materializaría hasta finales de año. 

El presidente de la SEGO ve un ataque a los profesionales la reforma a la ley del aborto del Ministerio de Igualdad para incluir la violencia obstétrica como un delito de violencia de género. Off Soledad Valle Amaro. Política y Normativa Política y Normativa Política y Normativa Política y Normativa Off

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1 comentario:

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