Además de exigir que el Hospital Isabel Zendal tenga una plantilla propia, Satse Madrid también denuncia que este centro hospitalario debería decidir entre vacunar o atender a pacientes covid. Argumenta que los ingresos empiezan a incrementarse de forma exponencial y que la falta de plantilla enfermera estable (ayer había una enfermera con 30 pacientes a su cargo) hace que sea incompatible seguir vacunando y ofreciendo los cuidados que precisan los pacientes derivados de otros hospitales de la región.
“Ayer había más de 200 pacientes que precisaban cuidados de Enfermería, pero no se disponía de las enfermeras necesarias para atenderlos. Las enfermeras están continuamente cambiando de espacio. Unas veces vacunando y otras en las salas de hospitalización, muchas veces sin los permisos de acceso necesarios para moverse libremente por el hospital. Todo son trabas y dificultades para que puedan realizar su labor asistencial”, aseguran desde el sindicato enfermero.
La directora de Enfermería del Hospital enfermera Isabel Zendal, Verónica Real, lamenta “el hecho puntual” en el arranque de turno de ayer. “Se movieron enfermeras de otras unidades para solucionarlo lo antes posible”, asegura.
Reconoce, además, que con la llegada de la quinta ola junto con el disfrute de vacaciones de los profesionales, la complejidad de la modificación de los turnos es grande y que ello ocasiona cambios en la planificación de los recursos humanos que no siempre agradan.
“Hemos vuelto a reprogramar a gran parte de la plantilla, teniendo en cuenta que hay personal de baja y de vacaciones. Ello requiere un tiempo de adaptación, aunque estamos convencidos de que en breve todo estará organizado”, subraya Real.
¿Faltan enfermeras?
Desde Satse Madrid, no obstante, reiteran que la situación en el este centro hospitalario es cada vez más caótica: “Faltan enfermeras, las planillas (programación de trabajo de las enfermeras) se comunican tarde y se modifican constantemente por bajas o por la llegada de nuevos pacientes que precisan más enfermeras para atenderles, lo que hace que cada vez más sea difícil poder librar a pesar de que es imprescindible para unas profesionales que llevan más de 14 meses sin apenas descansos y soportando unos niveles de estrés muy elevados”.
En este aspecto, Real reconoce que la complejidad del Zendal “supone que se cambie la planificación del personal continuamente, ya que ahora puedes tener 300 pacientes y dentro de unos días solo 50, el dinamismo de este hospital hace que las planificaciones sean modificadas más de lo que nos gustaría… Entendemos el malestar de las enfermeras y procuramos planificar lo mejor posible pensando siempre en asegurar una correcta asistencia”.
Recuerda, además, que las ratios que maneja actualmente el centro no son nada desdeñables: una enfermera por cada 12 pacientes en hospitalización; una por cada dos en la UCI, y una por cada cuatro en la UCRI, "aunque bien es cierto que en este hospital, como en todos, hay situaciones concretas que pueden alterarlo".
“Las supervisoras de Enfermería están haciendo un trabajo excepcional para que esas ratios se cumplan al comenzar los turnos, incluso, si hace falta, moviendo personal de unas unidades a otras”.
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Política de renovación de contratos
Por su parte, Satse Madrid vuelve a denunciar la política de renovación de los contratos de las enfermeras “que fue tarde y mal, promoviendo y facilitando que se fueran de Madrid en busca de ofertas de empleo en otras comunidades que eran mejores retributivamente y de mayor duración a las ofrecidas en el Sermas”.
También recuerda que “los continuos vaivenes y la falta de una directriz clara sobre las decisiones a tomar, está provocando que profesionales con contrastada experiencia y años de ejercicio en el Sermas abandonen la profesión, no por falta de motivación sino por la necesidad de descansar tanto física como mentalmente y ante la desidia que observa en los gestores del Sermas que lo único que hacen es esperar para ver si la situación se soluciona por sí misma”, añaden desde el sindicato.
De hecho, según datos del Colegio de Enfermería de Madrid (Codem), desde 2020 el éxodo de enfermeras ha ido en aumento: en 2020 abandonaron la autonomía 1.343 profesionales (1.240 se fueron a otras provincias y 103 al extranjero), y desde enero de 2021 hasta el 7 de julio han emigrado 776 enfermeras a otras regiones y 56 se han ido fuera de España. En total se han ‘fugado’ 2.175 profesionales, lo que supone un 4,7% de los colegiados del Codem (46.104).
“Sobrecargar unos servicios para aliviar otros no es la solución ya que no se puede incrementar el número de pacientes a cargo de una enfermera, especialmente cuando se sabe que hacerlo pone en riesgo la seguridad del paciente, así como que se provoca el aumento del estrés, ya muy elevado, entre las enfermeras”, concluyen desde Satse Madrid.
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