El pasado 9 de septiembre tuvo lugar, en el Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem), el acto oficial de toma de posesión como presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (Cgcom) del doctor Tomás Cobo Castro. En mi despedida, pude destacar no solo el hecho incontestable de que la vida pasa como corriente desbocada, sino también que durante este tiempo hemos afrontado múltiples dificultades que quisiera centrar en tres grandes momentos.
El primero ha sido la llamada crisis de la colegiación universal, y la subsiguiente necesidad del control de la profesión por parte de la misma profesión, desde la responsabilidad y el compromiso. Este problema sigue estando hoy en un limbo legislativo sin resolver
El segundo momento se corresponde con la mayor crisis económico-financiera que hemos conocido, y que puso en riesgo no solo a nuestro modelo sanitario y al propio Sistema Nacional de Salud (SNS), sino que afectó gravemente a las políticas de recursos humanos.
Y el tercero es, claro, la crisis covid-19, en la que todavía estamos inmersos. Una pandemia como nunca habíamos imaginado ni previsto, y que ha dejado a 115 compañeros y compañeras en el camino, a los cuales quiero honrar su memoria.
Ante estos importantes y complicados retos, quisiera resaltar aquellas acciones que nos han permitido poder afrontarlos, haciendo de la dificultad oportunidad. Esas acciones se resumen en varios principios.
Caminar juntos. Cuando hemos caminado juntos, no solo hemos sido más y hemos llegado más lejos, sino que nos hemos hecho más creíbles y referentes. En este punto quisiera destacar no solo los múltiples posicionamientos y declaraciones, sino la constitución del Foro de la Profesión Médica (que he tenido el honor de presidir en estos últimos años) en busca de una sola voz profesional.
"Me llevo el orgullo y la satisfacción de haber puesto cara y voz a la profesión"
Los valores del profesionalismo médico. Se puede decir, sin temor, que cuanto peor ha estado la situación más hemos sacado a pasear los valores del profesionalismo médico. Esto es lo que el profesor José Ramón Repullo denomina "hacer medicina y profesión médica a contracorriente".
Quisiera destacar, además, la actualización del concepto de profesionalismo médico, que tiene como máximo valor el anteponer el interés del paciente por encima de cualquier otro interés, y siempre desde el compromiso con la excelencia profesional, la eficiencia en el uso de los recursos, la acción colaborativa con otras profesiones y la compasión. En esa línea van también acciones como la renovación del Código de Deontología Médica de la OMC y la Validación Periódica de la Colegiación (VPC)-Recertificación de las competencias profesionales.
Además, todas nuestras acciones y estrategias deben hacerse en clave de ciudadanía, y eso enlaza con otro principio: estar comprometidos con la sociedad y el médico. Aquí se enmarcan iniciativas como la solicitud de que la relación médico-paciente se considere Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, la defensa de nuestro modelo sanitario y del SNS, el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (Paime) y la reivindicación unánime de que la profesión médica sea considerada de riesgo.
Pero, como dijo Kierkegaard, "la vida puede ser comprendida mirando hacia atrás, pero ha de ser vivida mirando hacia adelante", y ahora toca apoyar al nuevo equipo de dirección del Cgcom en los grandes retos actuales.
Me llevo el orgullo y la satisfacción de haber puesto cara y voz a la profesión médica. Ni las dificultades de gestión en un entorno complejo, ni las noches de escaso sueño, ni la frente arrugada por los problemas superan al honor de haber representado a la profesión a nivel nacional e internacional.
A todos, absolutamente a todos, gracias de corazón.
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