domingo, 31 de octubre de 2021

Ajustar asiento, aparataje y la posición del paciente evita lesiones en los oftalmólogos

Autocuidado
saradomingo
Dom, 31/10/2021 - 08:00
Síntomas musculoesqueléticos
No hay suficiente formación para prevenir estos problemas. (Ilustración: Miguel Santamarina)
No hay suficiente formación para prevenir estos problemas. (Ilustración: Miguel Santamarina)

Más de la mitad de los oftalmólogos (el 52%) tiene o ha tenido síntomas musculoesqueléticos y más del 15% sufre una limitación leve o moderada en su trabajo. Concretamente, el 39% padece dolor lumbar; el 33%, dolor cervical, y otro 33%, dolor en extremidades superiores. Estos son los datos de una revisión realizada por Antonio Moreno Valladares, especialista en Oftalmología del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete.

Una protrusión discal llevó al autor a realizar esta revisión. Moreno lamenta que no exista suficiente formación sobre cómo prevenir este tipo de problemas: “A los médicos nos enseñan a operar y a tratar a pacientes, pero no a evitar nuestras propias lesiones. Los residentes tienen que aprender más sobre los factores de riesgo que pueden desencadenarlas”. 

Los oftalmólogos deberían hacer descansos cada dos horas, estiramientos y ejercicio físico

Los oftalmólogos tienen causas propias que desencadenan estos problemas, entre ellas, realizar tareas repetitivas en circunstancias estresantes, el trabajo de alta precisión motora y la corta distancia de enfoque, los largos períodos de tiempo que pasan sin cambiar de posición y las posturas de torsión y curvado de la espalda. 

Ver más de cien pacientes a la semana se asocia con dolor cervical, por ejemplo, y llevar a cabo más de cuatro cirugías en ese mismo período de tiempo, con dolor lumbar

Existen también factores biométricos. Así, los especialistas muy altos tienen tendencia a padecer dolores lumbares mientras que los muy bajos, a contracturas cervicales.

Moreno Valladares describe cuáles son los siete pecados capitales que suelen cometer los oftalmólogos y ofrece unas recomendaciones para evitar futuras lesiones. El primero es no sentarse correctamente. “Hay que mantener una posición neutral en todo momento, apoyar los pies y repartir el peso, para lo que lo mejor es que la espalda y la cadera tengan una postura en L. El asiento debe tener siempre respaldo”. 

No ajustar la altura de la lámpara y no rectificar la altura del paciente son otros dos fallos frecuentes. “Esto sucede porque vamos muy rápido y no merece la pena dedicar  tres o cuatro minutos a hacer estos ajuste, porque después vemos muchos pacientes. Al final, acabamos estando muchas horas en una mala posición”. Por ello, su consejo es tomar un tiempo para ajustar cada puesto de trabajo: primero el asiento, después el aparataje (la altura de la mesa) y, por último, el paciente: “Hay que adaptar el paciente a ti, no tú al paciente”.

Es relativamente fácil también mantener posturas forzadas sostenidas. Hay que evitarlas, lo mismo que las de torsión, extensión y flexión: “Si tienes una lente en la mano mucho tiempo puede dar lugar a tendinitis, y si operas con los codos en el aire puede haber dolor en muñecas. Hay que buscar apoyos”.

No tener el material al alcance, malas condiciones de iluminación y no descansar son los tres errores restantes. Moreno recomienda descansar cada dos horas y realizar estiramientos de columna, así como practicar ejercicio físico que refuerce la musculatura abdominal y dorsal, lo que contribuye a evitar problemas de espalda.

Es importante mantener siempre una posición neutral para que el profesional prevenga dolores lumbares, cervicales y en las extremidades superiores. Off María R. Lagoa Autocuidado Autocuidado Off

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