La V edición de las Jornadas de Talento y Creatividad en la Atención Farmacéutica, organizada por la Sociedad Española de Farmacoterapia y Atención Farmacéutica (Sefaf) e Ilaphar (Ibero Latin American Journal of Health System Pharmacy/RevOFIL), celebrada ayer jueves puso de manifiesto que los farmacéuticos de hospital deben aprovechar su transversalidad y liderazgo en el campo del medicamento para liderar los avances y procesos tecnológicos que se implanten en su ámbito, además de aprovechar esos procesos para “acercarse” al paciente y visibilizar su trabajo.
En una de las mesas celebradas en el marco de la jornada el moderador, Enrique Soler, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Arnau de Vilanova, de Valencia, planteó la cuestión de si el futuro del farmacéutico de hospital pasa por ser más técnico o transversal. A este planteamiento, Raúl Ferrando Piqueres, jefe de Servicio de Farmacia del Hospital General Universitario de Castellón y presidente de la Sociedad Valenciana de Farmacia Hospitalaria (SVFH), señaló que pasa por ser “técnicamente transversales”. Para Juan Carlos Pérez Pons, del Servicio de Farmacia del Hospital Arnau de Vilanova-Lliria, es importante que exista un “equilibrio” entre ambos campos para ser parte de forma real y efectiva “de equipos transversales y multidisciplinares”, además de llevar esa transversalidad fuera del propio hospital, compartiendo conocimientos con otros centros y servicios. Con ese enfoque, según Javier García Pellicer, jefe de Sección del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario y Politécnico La Fe, de Valencia, se pueden “liderar cambios y revoluciones”, haciendo que su labor sea “difícilmente sustituible tecnológicamente o por otros colectivos profesionales”.
Los expertos han coincidido en que la formación actual es bastante adecuada para un contexto laboral extenso y transversal, incluyendo la debida preparación y reciclaje en aspectos relacionados con nuevas tecnologías, robotización, automatización... Sin embargo, la “ultraespecialización” debe ser parte de “una formación específica y posterior a la residencia”, ha señalado García Pellicer. Para Ferrando Piqueres, “no tiene ningún sentido especializar al residente”, ya que beneficia precisamente de una “formación transversal”, mientras que Pérez Pons también ha enfatizado la importancia de que, dentro de los sistemas organizativos de los servicios de Farmacia, se pueda potenciar la formación con “con compañeros expertos” en las diversas áreas, coincidiendo con lo expresado también por Ferrando Piqueres.
Manejo de la incertidumbre
Para Pons, la tecnología permite “gestionar mejor la incertidumbre”, como ocurre con los algoritmos, pero también hizo hincapié en que los farmacéuticos de hospital saben y están acostumbrados “a manejarla”. En cualquier caso, aunque se potencia en aspectos como la validación farmacéutica, la gestión de logística del medicamento..., la realidad es que el papel del farmacéutico seguirá siendo clave. Según Pons, a modo de ejemplo, “disponemos de la experiencia con el manejo y la interpretación de los datos”, lo cual siempre será fundamental para “validar las interpretaciones” tecnológicas. Ferrando apuntó que siempre van a tener "que liderar el entorno del medicamento” y que, en caso de que haya aportaciones tecnológicas, estas pueden ser especialmente positivas si permite “liberar” al farmacéutico de un trabajo para “acercarse” más al paciente. En su opinión, compartida por el resto de ponentes, “uno de los grandes retos de la profesión es hacernos más visibles para el paciente, que es quien nos tiene que reclamar”. En palabras de García Pellicer, es necesario “más contacto con el paciente y que nos conozca”.
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