La pandemia de la covid-19 ha provocado un empeoramiento de la adherencia terapéutica de los pacientes crónicos. Estos datos son preocupantes sobre todo teniendo en cuenta que la adherencia ya era baja de por sí. Así, se estima que entre un 20% y un 50% de los crónicos no son adherentes, lo que supone un problema de salud pública de grandes dimensiones.
Con el objetivo de revertir esta situación, entidades públicas y privadas se han puesto manos a la obra para desarrollar iniciativas y estrategias que cambien las conductas de los pacientes respecto al cumplimiento de sus tratamientos.
Los mejores proyectos en este ámbito son premiados por el Grupo OAT y presentados en las Jornadas Científicas de Adherencia, que se han celebrado este martes, y que buscan poner en común las mejores experiencias y sus resultados de modo que puedan servir de ejemplo para otras instituciones.
Las iniciativas reconocidas con el premio extraordinario en su tercera y cuarta edición han sido para el programa Adherencia en receta electrónica como medida indirecta de adecuación terapéutica, desarrollado por la Junta de Castilla y León, y el Documento de consenso sobre el uso de los Sistemas Personalizados de Dosificación (SPD), desarrollado conjuntamente por la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar, y Comunitaria (Sefac) y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
Adherencia mediante receta electrónica
El proyecto premiado en la tercera edición ha sido la iniciativa puesta en marcha por la Consejería de Sanidad castellanoleonesa, que ha utilizado la receta electrónica como la herramienta de estudio y puesta en marcha de estrategias en aquellos pacientes en los que fuera necesario.
"Para medir la magnitud del problema hemos utilizado la receta electrónica porque es una herramienta que utiliza la población y a la que tiene acceso el profesional sanitario", ha explicado Judit Ceruelo, jefe de Servicio de Información y Evaluación Farmacéutica de la gerencia regional de Salud de esta Comunidad Autónoma.
“En ella tenemos la medicación prescrita, la posología y las retiradas que hace el paciente de la farmacia de sus medicamentos”, ha asegurado. “Asumiendo que todo lo que retira de la botica lo toma hemos estimado el grado de adherencia de cada paciente”. Además, se volcaron esos datos al sistema de información de la farmacia para estimar los datos de adherencia global del paciente con el fin de identificar a aquellos con más problemas de adherencia y establecer estrategias de cambio.
El resultado de estas acciones, ha hecho que el profesional sanitario pudiera ver, cada vez que atiende a un paciente, el valor de adherencia de cada una de las prescripciones y pueda valorarlas en su conjunto. “Este valor se calcula cada vez que se hace una dispensación de modo que está siempre actualizado”, ha explicado Ceruelo.
Según Ceruelo, este dato ha permitido revisar prescripciones que se perpetúan de forma inadecuada, pautas erróneas o que no se ajustan a las recomendaciones, planes terapéuticos no adecuados, incidencias en la conciliación asociadas a las transiciones asistenciales y faltas de adherencia.
En general, de los 237.000 pacientes y más de un millón de recetas analizados, un 23% tenían una adherencia pro medio menor al 70%, que se considera inadecuada, y de ellos un 10% con menos de un 50% de adherencia. A partir de ahí, se ha hecho un informe accesible para los médicos de manera que puedan identificar a los pacientes de su cupo con valores subóptimos de adherencia.
Uso del SPD en la farmacia y en la consulta
En lo que respecta al documento de consenso sobre el SPD, las encargadas de presentar el proyecto han sido Adela Martín, responsable del Área de Ayuda a la investigación, de Sefac, y Laura Aliaga, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y coordinadora del Grupo de Trabajo Gestión del Medicamento, inercia Clínica y Seguridad del Paciente de Semergen.
El objetivo del proyecto, en el que ha colaborado para su desarrollo la Fundación Viatris, se ha centrado en mejorar la adherencia en atención primaria (AP) y protocolizar el uso de los SPD entre los profesionales sanitarios de AP: médicos, farmacia y enfermería.
Como punto de partida, ambas entidades realizaron un análisis del uso de esta herramienta en el ámbito de AP. Los datos apuntaron que el 95% de los farmacéuticos lo conocen y se han formado y certificado en su uso. De ellos el 75%, además, lo están realizando en la farmacia. En el caso de los médicos, más del 57% no los conocía. Del resto, el 95,5% considera que es un servicio y una herramienta muy útil para identificar el nivel de adherencia y la gestión de su consulta
A partir de ahí, elaboraron un documento de consenso para potenciar un uso adecuado del SPD que se presentó en las consejerías de salud para conseguir su difusión entre médicos y farmacéuticos. En ese sentido, otro objetivo buscado era encontrar nuevas maneras de colaboración entre ambos colectivos para mejorar la falta de adherencia.
Según Aliaga, con este proyecto se ha conseguido desarrollar un trabajo conjunto que es fundamental e imprescindible para médicos y farmacéuticos. No obstante, quiso recalcar que los sistemas de salud tienen el reto de diseñar e implementar herramientas que mejoren la adherencia y ponerlas al alcance de todos los profesionales de la salud, incluyendo a todos los farmacéuticos porque se están implicados en el tratamiento de forma activa.
En el caso del SPD, falta por valorar quién debe asumir el gasto o la inversión de este servicio que, a día de hoy, está sufragando bien el paciente bien el farmacéutico.
Programas de apoyo a pacientes
En las IX Jornada Científica de Adherencia del Grupo OAT también se han presentado dos programas de apoyo a pacientes para mejorar su adherencia al tratamiento, uno para una enfermedad rara minoritaria, como la hipertensión pulmonar arterial, y el otro para patologías muy prevalentes, como las cardiovasculares.
El primero, conocido como EdúcaTre, lo ha puesto en marcha por AOP Orphan Pharmaceuticals Iberia, y, como ha presentado Uriel García, director médico de la compañía, está orientado a educar, apoyar y acompañar a estos pacientes y a sus cuidadores en el proceso terapéutico.
Para ello, ofrece formación e información sobre la hipertensión pulmonar arterial y el tratamiento con la bomba de perfusión y favorece la estrecha relación entre el profesional sanitario y el paciente. El objetivo último es fomentar la autonomía del paciente para su autoadministración del tratamiento y mejorar su adherencia terapéutica.
El segundo programa educacional denominado activaTUsalud, fue presentado por Jorge Enrique Sáenz, director médico de Viatris en España, la compañía que lo ha puesto en marcha. Este proyecto se basa, tal como ha detalaldo, en “generar en los dos actores del acto médico una comunicación mejor a través de un grupo de coaches en adherencia”.
A partir de este programa, el profesional sanitario, a través de tres o cuatro preguntas, podrá motivar al paciente para que tome conciencia sobre su salud. El programa consta de una parte formativa interactiva para los profesionales sanitarios, de las diferentes regiones, para incrementar la adherencia y prevención secundaria en enfermedad cardiovascular. Entre los módulos formativos para los médicos se incluye formación en habilidades de comunicación, en transmisión de decisiones difíciles, modelos reales de pacientes, manejo de pacientes complejos, etcétera para generar valor en la relación con el paciente.
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