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Has dormido mal. Le estás dando vueltas a una discusión que has tenido con tu pareja. Están haciendo obras al lado de la biblioteca y no hay forma de concentrarse. O, simplemente, hoy te distraes con el vuelo de una mosca y apenas has leído dos párrafos de tus apuntes de Estadística, de los que, por otro lado, estás hasta las narices. A todos los candidatos MIR, EIR y FIR les ha pasado más de una vez que han perdido días de repaso. Una situación que puede ser especialmente estresante en la última etapa de estudio.
Antonio Martín, director del claustro de profesores de CTO Medicina, señala que "la preparación para el MIR es tan larga en el tiempo que pueden aparecer situaciones puntuales e individuales que limitan el plan ideal de estudio. Pero estas situaciones deben ser valoradas como parte de la normalidad en la preparación del examen. Y nuestro deber es hacer ver a los alumnos que no pasa nada porque algo interrumpa la dinámica de estudio en esta recta final. El trabajo ya está hecho".
"Siempre parece que a los demás les cunde más y estudian más horas, pero días malos va a tener todo el mundo"
Ana Marina Maldonado, R1 de Medicina de Familia en Granada y socia de la Semfyc, aconseja a los aspirantes MIR, EIR y FIR 2022 tener paciencia. "Hay días que son malos, tienes que asumir que ese día no estudias y ya está, no pasa nada. Siempre parece que a los demás les cunde más y estudian más horas, pero días malos va a tener todo el mundo, porque la gente tiene familia, una vida, pasan cosas...".
¿Repasar o no repasar? Ésa es la cuestión
Eventos especiales, imprevistos, enfermedades o, simplemente, el cansancio y la tensión acumulados durante meses pueden jugar una mala pasada al aspirante. Y con tanto que estudiar, ¿vale la pena intentar recuperar ese tiempo perdido? ¿Y si altera completamente el calendario de preparación?
"Lo primero que hay que plantearse es si ese día de repaso era fundamental", aconseja Luis Nieto, vocal MIR de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). "Con esto me refiero a que a veces un descanso a tiempo es una victoria y, como en todo buen entrenamiento, ya sea físico o mental, el descanso es una parte fundamental. En cambio, repasarse una asignatura menor que llevamos bien o un tema que preguntan poquísimo es mucho menos eficiente. Si no es así, a veces es mejor descansar ese día malo y retomarlo el día que nos correspondía descansar por calendario".
"Es mejor repasarlo en la siguiente vuelta o dejarlo para mirar las cosas más importantes del tema tras el simulacro"
"Sea la razón que sea, es importante saber organizar el tiempo y nuestro calendario de estudio, teniendo en cuenta qué temas hemos dejado de estudiar e intentando añadirlos temas de forma paulatina a los siguientes días de preparación", afirma Vanessa Vento, vocal MIR de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). No obstante, matiza que "muchas veces incluso haciendo ese esfuerzo no podremos cubrirlo todo y en ese punto no hay que desesperar, es mejor centrarse en los fallos o en las asignaturas que se lleven peor y que tengan más peso en el examen".
"Mi consejo es que mejor que se tomen el día sin preocuparse. Son muchos días de estudio y por un día que no lo hagan, no va pasar nada", opina Manuel De Mergelina, R1 de Medicina de Familia en Cuenca. Sugiere a los candidatos que "luego continúen con el plan previamente establecido y que no intenten recuperar. Supone un doble trabajo, un agobio extra y un estrés que puede ser totalmente perjudicial".
En su opinión, "es mejor pasarlo por alto y repasarlo en la siguiente vuelta, o bien, cuando toque el simulacro de esa semana, usarlo para repasar las cosas más importantes de ese tema. Pero no hay darle importancia porque es mucha materia, son muchos días y todo tenemos situaciones personales o días que nos cunden menos. Si vas contando cada uno de esos días perdidos, se forma una bola que es difícil de superar psicológicamente".
Problemas en la fase final
¿Y si con el cansancio acumulado, con las fiestas navideñas, etc., se nos acumulan los días perdidos en la fase final? Lo importante, explican las academias, es centrarse en las materias que más se preguntan y recordar en que el aspirante lleva un recorrido de meses.
Jesús Corres, director académico de PROMIR, explica que la metodología de inteligencia artificial de la plataforma, diseñada para priorizar y repasar aquellos temas más importantes y los que el alumno lleve peor, permite la adaptación a cada situación "para no perder aspectos fundamentales de la preparación".
"Repasarse una asignatura menor que llevamos bien o que preguntan poquísimo es mucho menos eficiente que descansar"
No obstante, recuerda que "hay que confiar en todo el trabajo realizado hasta la fecha. En PROMIR, en esta fase final apostamos por el contenido esencial cara al examen y también por lo que el alumno ha hecho, enfocando y priorizando su estudio a lo que todavía necesita consolidar".
En caso de llevar retraso en la preparación, siempre se evalúa qué materias son las que faltan por estudiar, señalan desde el equipo académico de AMIR: "Siempre es preferible dejar por estudiar materias con pocas preguntas en el examen de los últimos años a aquellas que sistemáticamente suponen 10-15 preguntas del examen de cada año".
Claramente a un mes del MIR no hay tanto margen de maniobra. "Una vez empiecen la fase de repaso final el día 10 de enero, deberán ceñirse al programa de estudio. Ahí las asignaturas están ordenadas de menor a mayor importancia para el examen. Por eso no deben retrasar a mañana lo que debían haber estudiado hoy, ya que esto implicaría quitar tiempo de estudio de una asignatura más importante".
"En términos generales, hay que orientar al alumno al estudio de las asignaturas que clásicamente son más preguntadas en el MIR", reitera Martín, de CTO Medicina. No obstante, "nuestro trabajo más difícil no es hacer un plan de estudio alternativo, sino convencer al alumno de que no pasa nada por haber perdido puntualmente algún día de estudio".
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