viernes, 10 de diciembre de 2021

Las enfermeras de urgencias tienen más probabilidades de suicidarse

Profesión
aliciaserrano
Vie, 10/12/2021 - 14:07
Salud Mental
Sanitarios en Urgencias esperando la llegada de una ambulancia. FOTO: Ariadna Creus y Àngel García (Banc Imatges Infermeres).
Sanitarios en Urgencias esperando la llegada de una ambulancia. FOTO: Ariadna Creus y Àngel García (Banc Imatges Infermeres).

“A pesar de que las enfermeras tienen tasas de mortalidad menores que la población general, si hablamos del problema del suicidio resulta que la tasa es mayor. Una revisión de la literatura científica sobre el tema demuestra que las enfermeras encabezan el ranking de suicidios, que se podrían evitar con una gestión efectiva, gestionando no solo sobre los usuarios, sino también de manera más eficiente sobre el personal de Enfermería”, explica a este periódico Francisco Megías-Lizancos, presidente de la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental (Aeesme).

Añade que dentro del colectivo enfermero, las enfermeras de urgencias y las oncológicas son las más afectadas, ya que está comprobado que las situaciones límites o extremas son las que dan lugar a mayor estrés en las personas. “Uno de los servicios en los que se pueden encontrar este tipo de escenarios son las Unidades de Urgencias y Emergencias, en donde a cada segundo puede ocurrir un evento en que se pone en juego la vida de las personas”.

En estos casos también tienen que ver los conflictos laborales no resueltos y los casos de burnout. Según una reciente encuesta elaborada por Satse a cerca de 14.000 enfermeras sobre su situación una vez superado lo peor de la pandemia, un 63% de estos profesionales considera que la pandemia ha empeorado sus condiciones laborales y profesionales, siendo su salud psicológica el aspecto que señalan en un mayor número.

De hecho, más del 80% de los profesionales encuestados asegura que los gestores sanitarios responsables de su situación no han atendido sus necesidades y demandas laborales, y un 97% entiende que el mayor reconocimiento obtenido por parte de la ciudadanía no ha venido acompañado de mejoras desde las diferentes administraciones.

La encuesta también recoge que se ha producido un empeoramiento en los últimos meses de las condiciones de trabajo, como indica un 52% de los encuestados, seguido de sus derechos relativos a vacaciones permisos y descansos (34%), plantillas (29%) y las condiciones en materia de seguridad laboral y personal (28%).

Estrategia de atención específica

Desde el Consejo General de Enfermería (CGE) han visto cómo se han ido agravando los problemas de salud mental desde el comienzo de la pandemia, y también que ha habido quienes, por primera vez, han experimentado los síntomas de la ansiedad, del estrés, la depresión… “Entre ellos nuestros propios profesionales, que han tenido que enfrentarse a una lucha sin precedentes”, explicaba hace unos días Pilar Fernández, directora del Instituto Superior de Formación Sanitaria ISFOS y vicepresidenta del CGE, durante un webinar dirigido a las enfermeras.

Durante el encuentro se puso sobre la mesa los problemas de salud mental e intentos de suicidio de los propios profesionales sanitarios. “El suicidio puede afectar a los profesionales sanitarios desde una doble vertiente: está el miedo al suicidio de uno de nuestros pacientes y el impacto que esto pueda tener en nosotros. Algo sobre lo que hay muy pocos estudios, pero los que hay hablan, sin duda, de un gran impacto”, señalaba Ana Isabel Gutiérrez Salegui, psicóloga general sanitaria y psicóloga forense de la Asociación Clara Campoamor y patrona de Psicólogos Sin Fronteras.

En la otra vertiente está lo que esta experta define como “el tabú de los tabúes”, referido al suicidio de los propios sanitarios. “Aunque es cierto que durante la pandemia hemos escuchado sobre esta casuística en Italia y algún caso esporádico en España, esto no es algo nuevo. Lamentablemente, las sanitarias son de las profesiones que tienen mayores tasas de suicidio. Hay factores individuales y laborales que son muy importantes de cara a prevenirlo. Es una realidad tremendamente oculta de la que nadie habla y que es hora de poner sobre la mesa”.

En su opinión, es necesario desarrollar una estrategia que permita prevenir el suicidio de los profesionales y aboga por la sensibilización y la información: “Si un sanitario tiene ideas suicidas, debe saber que no es algo excepcional, sino que le sucede también a otros compañeros. Ese es el primer paso para pedir ayuda”.

En ese segundo nivel, el de la ayuda, reconoce que “ante una salud mental colapsada” urge poner en marcha una estrategia de atención específica que facilite la atención de los sanitarios y, en su caso, atienda también la alerta de aquellos que sospechen que un compañero pueda estar teniendo problemas y necesite ayuda. También insiste en la necesidad de “despojarnos del mito de que necesitar ayuda menoscaba nuestro rol profesional, porque por encima de todos somos personas”.

También hay que recordar un estudio de la Universidad de Michigan que se publicó en la revista JAMA Psychiatry antes de la pandemia y que examinó el suicidio entre médicos y enfermeras, donde estas últimas tenían aproximadamente un 70% más de probabilidades que las médicas. Entre los enfermeros, sin embargo, el riesgo de suicidio no es mayor que el de la población masculina en general.

Estos números, no obstante, podrían ser aún más altos, ya que la pandemia ha hecho que la salud mental de los profesionales sanitarios -por su papel activo en la lucha frente al virus, la sobrecarga asistencial a la que se han visto sometidos y las condiciones en las que han tenido que trabajar- se haya visto gravemente afectada.

Según Aeesme, las enfermeras encabezan el ranking de suicidios dentro de las profesiones sanitarias, donde las de urgencias son las peor paradas. coronavirus Off Alicia Serrano Profesión Profesión Profesión Profesión Profesión Profesión Off

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