sábado, 26 de febrero de 2022

Las secuelas en el cáncer de cabeza y cuello: una asignatura todavía por aprobar

raquelserrano
Sáb, 26/02/2022 - 08:00
Detección precoz, mejoras terapéuticas o selección de pacientes, deben avanzar
La cirugía robótica ha demostrado reducir secuelas en el cáncer de cabeza y cuello. FOTO: DM.
La cirugía robótica ha demostrado reducir secuelas en el cáncer de cabeza y cuello. FOTO: DM.

Las secuelas que sufren los pacientes con cáncer de cabeza y cuello (CCC) continúan siendo uno de los principales retos en esta área de la oncología, pese a los evidentes progresos que se han producido en los últimos años.

Prácticamente todas las personas que han tenido un tumor de este tipo sufren alguna secuela. Tumores muy incipientes en la laringe pueden derivar en un cambio en la voz o muy pequeños en la cavidad oral en dificultades para deglutir.

El camino para seguir avanzando no pasa solo por mejores tratamientos sino por una buena selección de los pacientes, la detección precoz y apoyar al enfermo con especialistas de soporte.

“No se producen las secuelas que había hace veinte años, no son las mismas pero todavía queda mucho que hacer”, asevera Beatriz Cirauqui, oncóloga y miembro de la junta directiva del Grupo Español de Tratamiento de Tumores de Cabeza y Cuello (TTCC), que está celebrando su congreso en Salamanca. 

La localización de estos tumores y las consecuencias de los tratamientos convierten las secuelas en uno de los principales problemas que deben salvar estos pacientes. “No es lo mismo que cuando el cáncer afecta a otros órganos, aquí afectan a la salud y a la estética, afecta mucho a la deglución, con lo que esto significa en un país como el nuestro en el que todo se celebra alrededor de la mesa”.

Esta situación puede abocar a los pacientes a aislarse y sufrir una depresión. Un dato que se ha dado a conocer durante el congreso es que la tasa de divorcio en cáncer de cabeza y cuello es superior al resto de enfermos de cáncer.

Abordajes menos agresivos 

A veces, según la oncóloga, es inevitable practicar cirugías mutilantes en la mandíbula o en la nariz, lo que condiciona el acto de comer por la boca y el paciente termina con una sonda en el estómago. O es forzosa una laringectomía y se ve con una traqueotomía de por vida. La radioterapia y la quimioterapia pueden provocar una mucositis o una sequedad crónica de boca o laringe.

Se han dado pasos muy importantes. La cirugía es menos agresiva: “Cirugías que antes eran abiertas y ahora se hacen a través de la boca o con un robot. O en la cavidad oral, en lugar de sacar todos los ganglios del cuello, se coge el ganglio centinela”, comenta  Cirauqui. Los avances en reconstrucción son también significativos mediante la microcirugía, utilizando, por ejemplo, hueso del peroné para rehacer la mandíbula. 

En radioterapia se hace una acotación más precisa de los volúmenes que hay que irradiar y los tratamientos sistémicos son menos agresivos.

Otra vía que se está explorando es evaluar el papel de la inmunoterapia previa a la cirugía porque hay evidencia de que esta terapia produce cambios en el tumor. También se planifican las cirugías guiadas por programas informáticos.

Colaboración médica y selección de pacientes 

Además, se presta mucho más atención a las secuelas. Existen unidades de soporte con equipos multidisciplinares formados por nutricionistas, geriatras, psiquiatras, psicólogos, asistentes sociales, rehabilitadores y educadores sociales, que ayudan a optimizar la recuperación y, por tanto, a paliar las secuelas. Hay consenso entre los especialistas sobre que esos grupos de soporte son una herramienta esencial en la lucha contra las secuelas.

Sin embargo, el objetivo de seguir mejorando sigue vigente. Además de alcanzar tratamientos cada vez más efectivos y menos agresivos, resulta necesario trabajar en la selección de pacientes. Existen ensayos para seleccionar los pacientes subsidiarios de cada tratamiento y decidir cuáles son los grupos que no necesitan tanto tratamiento como el que están recibiendo actualmente.

Un 30% de tumores de cabeza y cuello en el sur de Europa no tienen causa conocida, El retraso diagnóstico podría elevar la mortalidad por CCC en un 35%, La Covid-19, responsable indirecta del aumento de la mortalidad hasta en un 35% en cáncer de cabeza y cuello
Es el caso de los tumores orofaríngeos causados por el virus del papiloma humano (VPH), que tienen mejor pronóstico: “Se están haciendo estudios para
Las necesarias mejoras en los tratamientos han de acompañarse de una buena selección de pacientes, detección precoz y especialistas de soporte. Off María R. Lagoa/A Coruña Otorrinolaringología Cirugía Plástica Estética y Reparadora Medicina Física y Rehabilitación Endocrinología Farmacología Off

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