Menos de treinta días le han hecho falta a Joaquín Venegas, un farmacéutico comunitario español desplazado en Angola, para toparse de bruces con la cruda realidad y las penurias que soporta la población de este país para salir adelante. Este farmacéutico, que en su día a día trabaja en una botica en Sevilla, ha decidido dejar la comodidad de su farmacia y los lujos de un país desarrollado para ir a otro donde la salud es un privilegio y el hambre y la pobreza, una constante.
Solo se ha ido para estar un mes, pero se ha propuesto que su breve paso por el país angoleño sirva para mejorar en la medida de sus posibilidades la situación sanitaria de la población que es atendida en el Hospital de Nossa Senhora da Paz, en Cubal (Angola), donde está colaborando en el Servicio de Farmacia.
Este centro, regentado por las Hermanas de Santa Teresa de Jesús, cuenta con 160 camas y diversos bloques y secciones, siendo las más importantes las unidades que atienden a pacientes con tuberculosis y otras enfermedades infecciosas, como VIH. Asimismo, desarrolla una importante labor en el ámbito de la vacunación y las enfermedades infantiles.
Como no siempre se tiene la ocasión de contar con un profesional experto en el medicamento de tan alta cualificación, el trabajo de Venegas en este hospital es intenso y, sobre todo, muy variado. Como él mismo cuenta a CF, "los lunes y jueves son los días que más trabajo hay en la farmacia hospitalaria, pues se preparan todos los tratamientos de tuberculosis y los retrovirales de VIH, ya que es referente a nivel nacional en estas dos enfermedades, que tienen la misma prevalencia en todo el año, además de en paludismo, aunque esta es un poco más estacional y se multiplica por cinco en época de lluvia". También sirve los tratamientos más habituales a todos los pacientes internos y al servicio de Urgencias para las Consultas Externas.
Desabastecimientos
Pero esta labor no es fácil, porque se topa de lleno con un grave problema: el desabastecimiento de medicamentos. "Nunca podría imaginar que fuera tan inaccesible algunos medicamentos, como las morfinas, heparinas, insulinas, colirios, inyectables... Hasta afecta a fármacos que en España son muy comunes, como el ibuprofeno, el metamizol o la azitromicina, por no hablar de algunos fungibles, como las sondas nasogástricas o las urinarias. No hay rastro, no hay apenas en el país", lamenta.
A estas carencias hay que añadir las que afectan a los productos de alimentación infantil: "En el plan internacional de nutrición infantil se está trabajando en el abastecimiento de las leches de formulación F-75 y F-100, que se prescriben para la desnutrición severa, pero llegan a cuenta gotas y no satisfacen la demanda de la población infantil angoleña".
Tampoco tienen bombonas de oxígeno suficientes, pues son muy escasas, y "se necesitan tres horas en coche para poder traerlas y escoltados", dice.
"Son muchos los tratamientos de los que han oído hablar -continúa-, que nunca han visto pasar por sus estanterías", aunque las pidan cada mes a la dirección del hospital, que, a su vez, se remite a los almacenes que controla el Gobierno, "los cuales se encuentran con toda la problemática internacional africana".
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/3F0NPDi
No hay comentarios:
Publicar un comentario