Déficit "crónico" de personal, 14 profesionales eventuales que han dimitido desde mayo, "cartas de auxilio", miles de reclamaciones "no atendidas" por la dirección del hospital ni la Consejería de Sanidad... El servicio de Urgencias del Hospital Infanta Sofía ha reventado por unas costuras que, según sus profesionales, ya no soportan más tensión. A partir del 28 de octubre, los urgenciólogos del centro están convocados a una huelga indefinida por el sindicato Amyts. Tres días antes, el 25, la sanidad madrileña tiene convocada otra huelga en urgencias, esta en primaria y en respuesta al plan de la consejería de reordenación de estos servicios en el primer nivel.
Sobre el papel, el servicio de Urgencias del Infanta Sofía tiene 32 contratos estructurales en su plantilla y 9 contratos adicionales solo para guardias. Los profesionales aseguran que esa plantilla ha permanecido prácticamente invariable desde la apertura del hospital en 2008, pero entonces (apostilla el sindicato Amyts) la población asignada al centro era de 269.249 habitantes y ahora ha pasado a 333.756, repartidos entre 54 municipios de la zona norte de la Comunidad de Madrid. Según Amyts, en estos 14 años, los facultativos adjuntos de Urgencias han pasado de 28 a los 32 actuales, "y esas 4 contrataciones se hicieron en la pandemia".
La referencia de Amyts es el Infanta Leonor, el centro gemelo del Infanta Sofía dentro del plan de expansión hospitalaria auspiciado en su día por Esperanza Aguirre: con menos población asignada (312.000 habitantes), el Infanta Leonor tiene más presupuesto (205 millones frente a los 172 del Infanta Sofía), más facultativos totales en el centro (534 frente a 384) y más plantilla estructural en su servicio de Urgencias: 55 contratos estructurales, 23 más que los del Infanta Sofía.
El Infanta Leonor, con menos población asignada, tiene 23 médicos adjuntos más en Urgencias
Y eso, además, son las cifras teóricas. Los números que manejan los profesionales del centro dibujan un panorama aún más desolador: de los 32 contratos estructurales, 2 trabajan en hospitalización a domicilio, 5 están actualmente de baja y 7 de esos profesionales están exentos de guardias. Además, de los 9 contratos teóricos de guardia, desde hace más de tres años hay uno menos y, de los 8 restantes, dos están cubriendo bajas. "Por si fuera poco, la coordinadora de Urgencias dimitió ayer mismo, de forma que, a la falta crónica de efectivos, se suman ahora las dificultades organizativas", afirma Itziar Fortuny, urgencióloga y delegada de Amyts en el hospital.
La dimisión de la coordinadora es solo el último eslabón de la cadena de abandonos que ha sufrido el servicio en los últimos meses. Según el sindicato convocante de la huelga, mayoritario entre los médicos de Madrid, entre noviembre de 2021 y junio de 2022 se fueron 9 profesionales "con destino a otros servicios de Urgencias de la comunidad con mejores condiciones laborales" y, desde el pasado mes de agosto, a esa cascada de dimisiones se sumaron 5 profesionales más: es decir, 14 en menos de un año. "Y esto, claro, es la pescadilla que se muerde la cola: cuanto menos personal, más estrés acumulado y más abandonos y bajas", resume Fortuny.
Según la delegada de Amyts, "si la carencia de personal ya era severísima en comparación con otros servicios de urgencias de la comunidad, desde antes del verano la situación es inasumible, con el agravante de que nosotros atendemos en muchos casos a pacientes inestables, cuya vida depende en ocasiones de nuestra actuación. Si uno está extenuado, es evidente que la calidad puede resentirse".
"Si se cae un avión, vamos sin que nos llamen, pero no cada fin de semana, por un déficit estructural"
La carencia de personal que denuncian los profesionales se traduce, según Fortuny, en que los facultativos del servicio de Urgencias se vean obligados a hacer entre 5 y 9 guardias al mes, "y a trabajar hasta 2 y 3 fines de semana mensualmente, cuando lo normal, en otros hospitales, es hacer un fin de semana al mes". El problema añadido, recuerda la delegada de Amyts en el hospital, es que las guardias de Urgencias son de 24 horas, "una atención continuada sin parar. No estamos pendientes de los avisos ocasionales del busca, sino de una puerta por la que no deja de entrar gente".
Fuentes del Hospital Infanta Sofía aseguran que la plantilla estructural del servicio está formada por 34 facultativos, más 11 contratos de guardias, y que la atención se presta con "normalidad", con unos 17 ingresos a primera hora de la mañana. La delegada de Amyts replica que "no sé de dónde sacan esas cifras, porque nosotros, que estamos a diario en el servicio, no vemos a esa gente por ningún lado". En cuanto a la afluencia de pacientes, asegura que los 17 ingresos que cita el hospital "son solo una foto fija de una hora concreta, que, además, no tiene en cuenta el volumen de pacientes que hay a esa misma hora en la sala de espera o en las ambulancias". Según Fortuny, el volumen de urgencias atendidas a diario está entre 350 y 400.
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