Atajar la infección de transmisión sexual más común, el VPH, y su principal enfermedad asociada, el cáncer de cérvix, es un objetivo realista. La Organización Mundial de la Salud (OMS) propugna la estrategia 90-70-90, con la que se espera lograr que en 2030 un 90% de niñas estén totalmente inmunizadas contra el VPH antes de cumplir los 15 años de edad, que el 70% de las mujeres examinadas mediante una prueba de alta precisión antes de los 35 y una vez más antes de los 45 años y que el 90% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de cuello uterino reciban tratamiento.
Para cumplir esos objetivos es precisa una implicación tanto de las autoridades sanitarias como de la población general, pues, como recuerda Jesús de la Fuente, jefe de Sección de Ginecología del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid y secretario de la Asociación Española Patología Cervical y Colposcopia (Aepcc), la infección por VPH “es cosa de todos, no distingue entre edad, ni entre género, ni entre orientación sexual. Si tienes relaciones sexuales, en algún momento te vas a enfrentar a él, y te puede producir una importante carga de enfermedad tanto física como emocional”. Más de un 80% de las personas sexualmente activas contraerán el VPH alguna vez en la vida.
El ginecólogo ha participado, junto a otros expertos, en la presentación de la iniciativa #ElVPHesCosaDeTodos impulsada por MSD para concienciar sobre el VPH y la importancia de su prevención. La campaña cuenta este año con 63 entidades avalistas y tiene lema Es el momento: haz spoiler del VPH; se lanza en el contexto del Día Internacional del VPH, que se conmemora el próximo sábado 4 de marzo.
Jesús de la Fuente ha desgranado algunas de las cifras que ilustran cómo el VPH, responsable de casi el 100% de los cánceres de cuello de útero, también se asocia a la práctica totalidad de las verrugas anogenitales;, el 90% de los casos de cáncer de ano; el 60% de cáncer de pene, y también está detrás de ciertos tipos de cáncer de orofaringe, incluyendo el de amígdala.
De ahí que la vacunación frente al VPH no sea solo cosa de niñas, como se ha subrayado en la presentación. Valentín Pineda Solas, pediatra del Hospital Universitario Parc Taulí y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) así lo ha recalcado: “Es indiscutible que para lograr eliminar los cánceres asociados al VPH se debe abordar esta infección de transmisión sexual sin distinción de género”. Por ello, desde el pasado diciembre, el calendario vacunal común en España, acordado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, incluye la inmunización a los adolescentes varones, ha apuntado el pediatra.
Y si la prevención de esta infección y los cánceres asociados no debe distinguir entre sexo, tampoco debe centrarse únicamente en una determinada edad. En ese sentido, De la Fuente ha recordado que en 2024 está prevista que se inicie -algunas comunidades autónomas ya han empezado con programas pilotos- la implantación progresiva del cribado poblacional del cáncer de cérvix en mujeres de 25 a 65 años. En concreto, con una citología cada tres años en mujeres de 25 a 34 años y test de detección de VPH de alto riesgo en mujeres de 35 a 65 años.
De esta forma, se busca mejorar la prevención del cáncer de cérvix, que en España se lleva realizando desde hace décadas mediante programas oportunistas, con la citología recomendada a mujeres de entre 25 y 65 años.
Junto a estas medidas, lo especialistas han abundado en la importancia de que la concienciación cale entre la sociedad. “Nuestro objetivo, como cada año, es contribuir a aumentar la información sobre esta infección de transmisión sexual, sus posibles consecuencias y cómo protegerse frente a ella”, ha afirmado Gonzalo Fernández, director médico del área de Vacunas de MSD en España.
El VPH, visto como un 'meme'
Mercedes Herrero Conde, ginecóloga y sexóloga en Grupo Gine4 de HM Hospitales y presidenta de la Asociación Sedisato, ha aportado el símil del meme para ayudar a transmitir a la población general lo que supone la infección el VPH. “El VPH es como el meme que nos llega al Whatsapp: la primera fase es que cualquier persona que tengamos en los contactos del móvil nos puede mandar un meme; cualquier persona con la que tengamos un contacto sexual nos puede infectar con el VPH. Aquí tenemos una opción de protección, que es el preservativo, pero no es absoluta”, ha matizado.
La segunda fase es que una vez que tenemos el meme en el Whatsapp, podemos decir guardar o no esa imagen en el teléfono. “Eso es lo que hace el cuerpo: puede guardar o no el virus e integrarlo en las células, y ahí es donde actúa la vacuna, que evita la integración del VPH en nuestras células”. La tercera fase sería borrar el meme de nuestro teléfono, algo que en nuestro organismo se podría asimilar a cuando el sistema inmune intenta eliminar el virus de nuestras células. Finalmente, cuando ya tenemos el móvil está muy lleno de información y empieza a funcionar mal, sería similar, en esta comparación, a cuando aparece enfermedad. “Contraer el virus no implica siempre enfermedad, pero qué importante es evitar ese riesgo”, ha resumido.
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