Pregunta: ¿Se imagina usted la cantidad de enemigos que se está echando encima con ese objetivo: que suban los impuestos del tabaco?
Respuesta: Sí, pero no me importa, porque pienso en la cantidad de vidas que se salvarían. Aproximadamente 63.000 personas mueren al año en España por consumo de tabaco.
Mónica Pérez-Ríos, coordinadora del grupo de Tabaquismo de la Sociedad Española de Epidemiología y profesora de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Santiago de Compostela, apunta los numerosos estudios que existen sobre el aumento del precio del tabaco y la reducción del consumo.
Asegura que en España hay margen para aumentar el precio de la cajetilla de tabaco, pero también advierte de que "debe subirse a todos los derivados del tabaco. Porque el tabaco de liar sigue con una fiscalidad muy baja que se ve en el precio".
P.: ¿Cuál es la relación entre el aumento de la fiscalidad y la reducción del consumo?
R.: Con un 10% de aumento, se disminuye un 4% el consumo de tabaco.
P.: Pero en España ya se ha producido ese aumento significativo del precio. Ahora una cajetilla de 20 cigarrillos cuesta 5,50 euros, de media, cuando hace quince años estaba en la mitad, 2,50 euros.
R.: Sí, pero seguimos con precios por debajo de nuestros vecinos. Por debajo del precio de Francia, donde cuesta 11,23 euros, Irlanda, con 16,5 euros, Reino Unido, con 14,98 euros, o Estados Unidos que cuesta 9 euros la cajetilla de 20 cigarrillos.
P.: Mire, esta subida de impuestos que usted reclama para el tabaco se produjo en las bebidas azucaras y no funcionó. En 2021 pasaron del 10% al 21% y el efecto "no fue significativo", de acuerdo con el estudio en profundidad que hizo ESADE.
R.: Bueno, sobre las bebidas azucaradas no me atrevería a hablar, porque no es un ámbito que controle, aunque creo que el consumo de azúcar va a presentar un problema muy pronto.
Pero, el tabaco juega en una división totalmente diferente a las bebidas azucaradas. Es una droga, legalizada, pero una droga. Hay que reducir su consumo y el aumento de la fiscalidad funciona. No es la única medida que se tendría que aplicar, claro.
P.: ¿Qué otras medidas plantearía?
R.: Para disminuir la prevalencia, morbilidad y mortalidad asociada al tabaco no hay una sola medida. Desde el punto de vista de la actuación de los profesionales sanitarios se puede hacer mucho. Para empezar tienen una labor ejemplarizadora muy importante. Y, de hecho, el número de sanitarios que fuman disminuye y lo estamos viendo. Entre los estudiantes del último año de medicina ha aumentado el número que deja el tabaco.
En estos días se ha celebrado en Madrid la novena edición de la Conferencia Europea de Tabaco y Salud, por donde han pasado todas la autoridades y sociedades científicas internacionales y nacionales con algo que decir sobre esta cuestión.
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