Las infecciones fúngicas no son las más frecuentes, pero tienen una alta morbimortalidad. Como ocurre con los antimicrobianos en general, actualmente, los hongos han desarrollado mecanismos de resistencia ante los antifúngicos de uso habitual, lo que ha motivado que haya varios tratamientos nuevos en investigación.
En el congreso de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), que ha finalizado hoy en Santiago de Compostela, se han presentado sus características y mecanismos de acción. Algunos ya están en fases avanzadas de ensayo clínico y los resultados invitan al optimismo. Son activos frente a las resistencias y pueden cubrir hongos que no tienen tratamiento eficaz.
Dentro de las infecciones oportunistas hospitalarias, las causadas por hongos filamentosos como el aspergillus y levaduras, como la cándida, tienen un impacto muy significativo en los pacientes. Hace unas pocas décadas, la mortalidad por aspergillus se situaba entre el 80% y el 90%, reduciéndose al 40% de hoy en día, mientras que por candidemia ha disminuido del 35-40% al 20-25%. Aunque la mejora es notable, es evidente que los datos demuestran que el problema que causan estas infecciones continúa siendo grave.
La candidemia afecta sobre todo a pacientes ingresados en las unidades de críticos y el aspergillus a enfermos inmunodeprimidos. "No son muchas infecciones, pero siguen teniendo una alta mortalidad. Desde el año 2003 aparecen antifúngicos que nos han permitido mejorar mucho y ahora volvemos a estar en una fase con cuatro o cinco nuevos muy interesantes", ha explicado Miguel Salavert, jefe de Sección de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia.
La aparición en el 2003 y en las décadas siguientes de voriconazol, posaconazol e isavuconazol consiguió que la familia de los azoles tuviera un espectro mayor con el consiguiente efecto positivo en la reducción de la mortalidad. También salieron al mercado otras familias de candinas con buenos resultados: caspofungina, micafungina y anidulafungina.
Mecanismos de resistencias
No obstante, en los últimos años se han generado mecanismos de resistencia a los tratamientos habituales y han surgido especies multirresistentes, como la cándida c. auris. Los nuevos antifúngicos buscan respuestas a estas situaciones.
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