sábado, 10 de junio de 2023

Médicos residentes de AP rotan un día en una botica y alucinan

Profesión
gemasuarez
Dom, 11/06/2023 - 08:00
Colaboración
Baltasar Pons, farmacéutico comunitario en Llucmajor, Mallorca, y Gabriel Lliteras, coordinador de tutores de residentes del centro de salud Migjorn, en la misma localidad.
Baltasar Pons, farmacéutico comunitario en Llucmajor, Mallorca, y Gabriel Lliteras, coordinador de tutores de residentes del centro de salud Migjorn, en la misma localidad.

¿Cómo? ¿Qué hay médicos de familia residentes que pasan un día de su formación especializada en una farmacia comunitaria? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué consiguen con esto?

Por increíble y raro que parezca, sí, esto ha sucedido y ya son más de cuarenta los médicos residentes de familia que han rotado por una farmacia comunitaria para conocer cómo trabajan sus profesionales.

Pero vayamos por partes. Esta historia comienza en Llucmajor, Mallorca. En concreto, en el centro de salud de Migjorn y en una de las farmacias comunitarias, la de Baltasar Pons. Un día, en una conversación entre Pons y Gabriel Lliteras, coordinador de tutores de residentes del centro de salud, Lliteras propuso que los médicos de tercer año que realizan el rotatorio rural que dura entre dos y tres meses pasaran un día por la farmacia de Pons para que se dieran cuenta de los problemas a los que tienen que hacer frente los boticarios cuando dispensan a través de receta electrónica y que, en ocasiones, son generados por errores en la prescripción, como explica a este medio Pons.

"En la receta electrónica está la parte de prescripción que tienen ellos, con el historial clínico del paciente, y la nuestra que es la de dispensación, cuando pasamos la tarjeta electrónica y nos sale lo que les podemos dispensar, y aquí es donde detectamos algunos errores, como, por ejemplo, que no han firmado o que la fecha está mal... También les mostramos que cuando recetan un medicamento nuevo nosotros no sabemos cuál es y que tenemos que ir a otro sitio a mirarlo. Por tanto, constatan que nuestra labor no es tan fácil. La verdad es que alucinan", explica el farmacéutico de Mallorca.

Darse cuenta de la otra cara de la receta electrónica y de esos pequeños fallos que cometen al prescribir es importante a juicio de Pons, porque muchos de esos errores implican pedir otra cita con el médico en el centro de salud con todo lo que eso supone de saturación. 

Pons: "Muchos errores de prescripción implican pedir otra cita con el médico"

En principio, la idea no tenía ninguna pretensión más allá que esta, según Pons; pero luego creció y, ya que estaban allí, los médicos residentes aprendían, además, cómo se trabaja en la farmacia comunitaria y qué servicios asistenciales prestan. "Al principio hubo un poco de desconcierto -reconoce Lliteras cuando se lo propuso a los futuros médicos especialistas-, pero, al poder ver cómo trabajan en la farmacia y qué posibilidades ofrece el programa de receta electrónica a nivel de farmacia, que es algo distinto del que se utiliza a nivel médico, la rotación por la oficina de farmacia ya resulta un clásico de los residentes que rotan en nuestro centro de salud".

Cerradas las primeras bocas abiertas de asombro, Lliteras afirma que incluso "algún residente ha pedido repetir algún día". Y es que, como apunta, esta rotación les permite "conocer la realidad de sus pacientes a nivel de calle" y han visto, como así se lo han transmitido, que no todos los pacientes van al centro de salud, pero sí acuden a la farmacia, "pudiendo ser, en muchas ocasiones, el lugar de cribado de muchas enfermedades", defiende el coordinador de tutores, quien añade: "Ya que han visto que desde las oficinas de farmacia se actúa como agentes de salud, pudiendo repasar con el paciente cómo toma los medicamentos, sus posibles interacciones y efectos secundarios, si éstos existieran".

Lliteras: "Rotar por farmacia permite a los residentes conocer la realidad de sus pacientes a nivel de calle"

Para hacer las cosas bien y que todos los residentes recibieran la misma formación, Pons cuenta a CF que entre dos médicos y él realizaron un protocolo con los contenidos formativos. 

"Todos los que han venido están encantados", enfatiza Pons. "Y lo que más les sorprende cuando pasan por aquí -continúa- son los servicios farmacéuticos que ofrecemos. No tienen idea de que miramos colesterol, el perfil lipídico, que hacemos electros con el móvil... Se sorprenden mucho cuando les enseño la máquina para hacer sistemas personalizados de dosificación (SPD), y que uso un coxímetro como herramienta para ayudar a los pacientes a dejar de fumar... Son cosas que les complementa a ellos como médicos".

El farmacéutico relata que, además, algunos residentes incluso han hecho un SPD de prueba e incluso una fórmula magistral. "Les enseño que cuando no encuentran una crema que le vaya bien a un paciente pueden pedirnos una fórmula con la base que ellos elijan en función del tipo de piel... Para ellos es un mundo y cuando yo les doy todas estas ideas ven que tienen más opciones". 

La amplia y desconocida oferta de los OTC

Pero Pons da más formación. Así, les muestra la amplia oferta de medicamentos no sujetos a prescripción médica que se dispensan en farmacia. "Otra cosa que les encanta es conocer todos los tratamientos disponibles. Ellos solo conocen lo que está en receta electrónica, pero nosotros les enseñamos los probióticos, por ejemplo, y las otras opciones para hemorroides, varices, infecciones de oído, fitoterapia, complementos alimenticios y suplementos... Son cosas que desconocen porque nadie se lo ha enseñado en la carrera. Este repaso de todos los OTC les encanta".  

Pons pone en valor que también con algún residente han resuelto casos clínicos. 

Más comunicación

Lliteras asegura que, a nivel local, estas rotaciones les han permitido tener "un feedback fluido con la oficina de farmacia, sobre todo en los últimos meses donde ha habido un gran desabastecimiento de determinados fármacos".

También subraya que la experiencia contribuye a mejorar las relaciones entre los médicos y farmacéuticos. En este sentido, Pons afirma que estos residentes que tienen 23 y 24 años "cuando les toque trabajar en un centro de salud verán todo lo que la farmacia puede ayudarles y complementarles en su día a día". Es más, cree que "al final, con esto, ganas confianza con el médico. La gente se queja mucho porque no pueden hablar con los médicos y estas cosas fomentan la relación". 

La voz del residente

El balance, por tanto, es muy positivo y, en estos dos años que llevan trabajando de esta manera, han rotado por la farmacia más de cuarenta residentes. 

Alba Robles, médico residente que ha rotado por la farmacia de Baltasar Pons, en las puertas de la botica.
Alba Robles, médico residente que ha rotado por la farmacia de Baltasar Pons, en las puertas de la botica.

Pero quién mejor que una residente para constatar lo que dicen Pons y Lliteras. Para Alba Robles, residente de Medicina de Familia de tercer año, "la rotación por farmacia ha sido muy beneficiosa y enriquecedora, ya que desconocemos la función que hace la farmacia, que va más allá de únicamente proporcionar los medicamentos que nosotros prescribimos. Es un mundo mucho más amplio que he tenido la suerte de poder conocer".

En su caso, ha podido comprobar en primera persona todo lo que hacen los farmacéuticos. Y lo cuenta a este medio con asombro: "Hacen prevención de hipertensión arterial y controles de glucemia en pacientes diabéticos y no diabéticos con un dispositivo; también miden el perfil lipídico (colesterol, triglicéridos) con una máquina mediante una punción de sangre capilar sin necesidad de hacer una analítica; usan un aparato para el estudio antropométrico dirigido a pacientes con sobrepeso u obesidad que quieran tener un buen índice de masa corporal, y tienen un dermoanalizador y un dermatoscopio para individualizar el consejo y dar la crema que mejor se adapta a la piel de cada persona. Asimismo, en el laboratorio pueden elaborar fórmulas magistrales con las que cuales podemos prescribir medicamentos a medida. Por ejemplo, ahora que está muy en boga la sarna, si nos vamos a los medicamentos convencionales, únicamente tienen en pomada y crema, pero para una buena aplicación por todo el cuerpo sería mejor una loción o ungüento para que se distribuya mejor. Por eso, si lo conocemos, podemos prescribir una fórmula así y que la farmacia la prepare. Estas cosas si no las conocemos no las pedimos. Por eso haber ido a la farmacia me ha permitido ampliar los conocimientos".  

Robles: "Desconocemos la función que hace la farmacia"

Respecto a los errores de prescripción a los que se tienen que enfrentar los farmacéuticos en la dispensación, Robles reconoce que no era consciente, que los médicos solo dan al botón y prescriben, "pero en la farmacia vemos errores que cometemos en la práctica diaria, porque no manejamos determinados conceptos, como el precio". Y se explica: "Por ejemplo, hay medicamentos que en combinación son mucho más caros que de forma individual y en determinados pacientes con limitaciones económicas se le ajustaría mejor al presupuesto prescribirle los medicamentos por separado, aunque tenga que tomar más pastillas que uno que tenga que tomar todo junto". 

Asimismo, apunta otro problema: "A veces prescribimos un medicamento y no nos fijamos en el número de comprimidos o sobres que tienen. Un error típico es prescribir el Inmunorol para infección de orina y si no determinamos el número de sobres solo le dan uno, cuando necesitan dos para cumplir el tratamiento". 

Reconoce que, al principio, cuando se lo propusieron, le sorprendió "porque no pensaba que pudiera ser algo útil, por desconocimiento". Pero como "persona abierta a todo" que dice que es no tuvo ningún problema en ir a aprender. Y aprendió y mucho y por eso recomendaría esta rotación a quien pueda hacerla por varios motivos. "Porque vivimos un poco limitados y porque es muy importante el trabajo en equipo multidisciplinar y no solo con enfermería que la tenemos a mano en el centro de salud sino también con una farmacia. Y es que facilita mucho las cosas tener una farmacia de primera mano".

Problemas para extenderlo 

Según el médico, "sería bueno que se extendiera" y, como dice Pons, que tuviera un reconocimiento oficial, pero, de momento, "el coordinador de tutores incluye en su informe que estos residentes han rotado por una farmacia y luego ellos lo comunican al hospital donde hacen la siguiente rotación, pero no se eleva a nivel de créditos". 

Para que esto se extendiera y que la Consejería dijera que todos los residentes tienen que rotar por una farmacia de forma obligatoria, tendría que haber una suficiente masa crítica de farmacias que fueran realmente asistenciales y prestaran servicios profesionales farmacéuticos para recibir y atender de forma adecuada a los médicos. Y en esto, Lliteras y Pons coinciden en señalar que no todas las oficinas de farmacia funcionan igual. "Nosotros hemos tenido la suerte de poder trabajar con Baltasar, farmacéutico ampliamente conocido a nivel nacional por sus inquietudes e iniciativas". "Si les envía a una farmacia que solo dispensa no sirve de nada. Este es el problema para generalizar la experiencia", reconoce Pons. 

El farmacéutico confirma a CF que ha intentado escalarlo a más farmacias, siempre que reunieran los requisitos adecuados, "pero es complicado"; incluso lo ha intentado a través de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), "pero no acabó de cuajar", confiesa. También adelanta que le ha escrito el presidente del COF para ver si pueden hacer algo para pasarlo a otro nivel e incluso hablar con la Consejería. De momento, toca esperar. 

Gracias a esta experiencia impulsada por Baltasar Pons y Gabriel Lliteras, farmacéutico y médico de Mallorca, el facultativo aprende qué servicios presta y cómo se dispensa. Off Gema Suárez Mellado. Madrid Farmacia Comunitaria Medicina Familiar y Comunitaria Profesión Profesión Off

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