martes, 3 de octubre de 2023

Avances y retos en el manejo del linfoma

Hematología y Hemoterapia
cristinareal
Mié, 04/10/2023 - 08:00
'Diana', la revista de las Terapias Avanzadas
Raul Córdoba, jefe asociado de Hematología y coordinador de la Unidad de Linfomas de la Fundación Jiménez Díaz, de Madrid.
Raul Córdoba, jefe asociado de Hematología y coordinador de la Unidad de Linfomas de la Fundación Jiménez Díaz, de Madrid.

Los linfomas no Hodgkin son los sextos tumores más frecuentes en el ser humano. En la actualidad se reconocen más de 60 subtipos diferentes de linfomas gracias a la integración de las características clínicas, histológicas, fenotípicas, genéticas y moleculares. Esto ha hecho que cada vez sepamos más sobre la biología de la enfermedad y podamos diseñar estrategias de tratamiento específicas para muchos de estos linfomas.

Tradicionalmente, estos cánceres hematológicos eran tratados con esquemas de quimioterapia. En la actualidad, nuevas estrategias basadas en anticuerpos monoclonales o inmunoterapia y terapias moleculares dirigidas han cambiado tanto la forma de tratar a estos pacientes como el pronóstico de estas neoplasias hematológicas. Algunos tipos de linfomas pueden ser curados con esquemas de quimioterapia pero, en ocasiones, cuando recaen o son resistentes a las terapias, apenas disponemos de alternativas terapéuticas que puedan ofrecer una nueva opción de curación y de supervivencia a largo plazo de estos pacientes.

La aparición de la terapia celular con linfocitos CAR-T ha supuesto una revolución tanto en el tratamiento como en el pronóstico de algunos pacientes con linfomas en recaída; concretamente, los pacientes con linfoma B difuso de células grandes (LBDCG) han visto cambiar el curso clínico de su enfermedad y su pronóstico más allá de una segunda recaída cuando son tratados con estas terapias. Por ello es muy importante identificar qué paciente se va a beneficiar de este tipo de terapia con linfocitos CAR-T para ser remitido de una forma lo más precoz posible al centro que pueda administrar esta terapia.

Los linfocitos CAR-T han revolucionado el tratamiento y pronóstico de pacientes con linfoma en recaída

Existen centros designados por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas para poder administrar estas terapias avanzadas, lo cual dificulta en muchas ocasiones el acceso a ellas de los pacientes. En comunidades autónomas uniprovinciales es sencillo que un paciente pueda ser remitido de un centro a otro, pero en las más extensas muchos pacientes rechazan ser derivados a hospitales de otra provincia para recibir estas terapias. En el plan de terapias avanzadas se contempló el coste de la terapia y de todos los gastos asociados al tratamiento, pero no se tuvieron en cuenta los gastos no sanitarios asociados que debe de asumir el paciente, como, por ejemplo, la residencia lejos de su domicilio en los primeros meses de recibir el tratamiento. Este soporte social deberá ser tenido en cuenta en futuras mejoras de los planes de terapias avanzadas.

España es, además, un país que sufre retrasos en el acceso de las terapias avanzadas en neoplasias hematológicas. Existe la aprobación por parte de las autoridades sanitarias europeas del uso de CAR-T en segunda línea en pacientes con LBDCG y también en pacientes con linfoma de células del manto en recaída o refractario. En este momento, los pacientes españoles con estos linfomas no pueden ser tratados con estas terapias dentro del Sistema Nacional de Salud, lo que supone un problema de acceso y de equidad con respecto a los de otros países de nuestro entorno. Uno de los principales retos que tiene España es no descolgarse del resto de los países europeos en el acceso a cualquier tipo de terapia innovadora, entre las que se encuentran las terapias avanzadas con linfocitos CAR-T. La inversión en terapias innovadoras con el potencial curativo que ofrecen los linfocitos CAR-T es, sin duda, una opción fármaco-eficiente a medio y largo plazo.

El futuro al que nos encaminamos pasa por un abordaje multidisciplinar de todos los pacientes con cánceres hematológicos. Una integración entre profesionales sanitarios, no solo en el mismo centro sino también intercentros, permitirá mejores cuidados de salud verdaderamente centrados en el paciente. No debemos olvidar que los médicos no tratamos enfermedades; tratamos a personas que tienen enfermedades. Por ello, además de conocer y caracterizar hasta el más mínimo detalle las características biológicas y genéticas de la enfermedad, también debemos de conocer las características de cada paciente para así poder hacer una verdadera medicina individualizada.

Diana Off Raul Córdoba. Jefe Asociado de Hematología y Coordinador de la Unidad de Linfomas de la Fundación Jiménez Díaz. Farmacia Hospitalaria Profesión Off

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