Un problema eléctrico en la red de suministro complejo y que afectó a distintos elementos de alimentación. Esta es la causa de la caída que se produjo ayer durante la tarde y parte de la noche del sistema informático del Servicio Gallego de Salud (Sergas), según lo confirmado a DM por el consejero de Sanidad, Julio García Comesaña.
No funcionó durante seis horas, desde aproximadamente las seis de la tarde hasta pasada la medianoche. “Llama la atención que se tarde tanto tiempo, normalmente hay un sistema de rescate rápido”, lamentó el coordinador de Urgencias del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), José Manuel Fandiño. De hecho, el consejero gallego explicó que el Sergas cuenta con “sistemas redundantes”, que cubren las situaciones más desfavorables, “pero hoy (por ayer), dada la complejidad, esas redundancias no funcionaron como tenían que hacerlo y afectó a más servicios”.
En cuanto se cayó el sistema, los servicios centrales se pusieron en contacto con los directivos de guardia de todas las áreas a través de los gerentes y se activaron los planes de contingencia. Asimismo, se comunicaron con los colegios oficiales de farmacéuticos debido a la imposibilidad de realizar la receta electrónica.
Una vuelta al papel
Los profesionales de los centros de salud y los hospitales de toda Galicia se vieron abocados a regresar a un pasado analógico que casi estaba olvidado. Fue una vuelta al papel e incluso al informe oral de pruebas. Los médicos no pudieron consultar la historia clínica ni hacer recetas ni tramitar bajas laborales, incluso no pudieron consultar su correo electrónico. En urgencias no pudieron recibir el resultado de analíticas y radiología en soporte informático. Ni siquiera funcionó la web oficial del Sergas ni sus aplicaciones.
Todo ello provocó una ralentización del funcionamiento del sistema, lo que significó una acumulación importante de pacientes en las consultas de atención primaria y en las salas de urgencias, así como horas espera para que los pacientes obtuvieran la resolución de sus problemas.
“La labor del médico, la enfermera, el auxiliar, no cambia, al paciente lo atendemos igual, pero se enlentece todo el sistema, tanto en el hospital como en primaria”, comentó José Manuel Fandiño. Los historiales médicos están guardados y digitalizados, y los planes de contingencia marcan los pasos a seguir en situaciones de esta índole. No obstante, el impacto en el trabajo de los profesionales y en las esperas fue evidente. “La informática agiliza el trabajo. Al caerse, todos los servicios estamos trabajando con papel cuando ya casi no nos acordamos de cómo se hacía, esto significa tiempo”.
Medicina de batalla
Jesús Sueiro, portavoz de la sociedad científica de primaria Agamfec (Semfyc en Galicia), habló de medicina de batalla: “Sin apoyo de la historia clínica, sin poder emitir recetas, solicitar análisis o pruebas de imagen, la práctica clínica se transforma en medicina de batalla y una especie de servicio de urgencias de la era preinformática”.
Tanto Fandiño como Sueiro aludieron también a las consecuencias que este fallo informático tendrá hoy y los próximos días, ya que ayer en primaria se derivaron consultas para las siguientes jornadas y además habrá que digitalizar todos los actos médicos producidos durante las horas del apagón.
Durante la tarde y parte de la noche el engranaje sanitario gallego se enlenteció provocando horas de espera a los pacientes. Off María R. Lagoa. La Coruña Profesión Profesión Offvia Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/NHKoeGA
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