La digitalización en la oficina de farmacia es un proceso tan impactante como imparable, ya que brinda grandes ventajas para mejorar la gestión del negocio, la relación con los clientes-pacientes y empoderar al profesional farmacéutico, según los tres expertos que participarán en la mesa El futuro ya está aquí. Renovarse o morir. La digitalización de las farmacias, que se celebrará en Infarma 2024.
Para el ponente Francisco Javier Iniesta, farmacéutico especializado en estrategia digital y fundador de Farmaceando, la digitalización en el ámbito farmacéutico “se perfila como una revolución centrada en la humanización de la atención sanitaria”.
Aunque algunos pudieran pensar lo contrario, que deshumaniza, porque se pierde el contacto directo interpersonal por las pantallas, Iniesta defiende que las nuevas tecnologías hay que utilizarlas para, precisamente, fortalecer ese contacto y centrarse en lo importante. “Si tú delegas todo lo que no aporta valor como profesional sanitario en la farmacia en las nuevas tecnologías, tienes más tiempo para dedicarte a lo realmente importante que es el paciente”. Se está refiriendo, por ejemplo, a la automatización de procesos, que no solo incrementa la eficiencia, “sino que también reduce la posibilidad de errores”.
En esta línea se expresa Marta Carro, directora de Marketing de Green Corness y compañera de mesa de Iniesta, quien dice que automatizar procesos “rutinarios” reporta “efectividad en el día a día”.
Teresa Pueyo, CEO y fundadora de Superlativa -empresa centrada en el asesoramiento digital-, menciona en concreto procesos tediosos y que consumen mucho tiempo, como la gestión de inventarios”. Aquí la automatización y digitalización son una gran ventaja. Al final, dice, se logra “mejorar la experiencia del cliente, pues se pueden ofrecer servicios más rápidos y personalizados”.
Las redes sociales permiten al profesional interactuar con los usuarios, lo que fortalece la relación farmacéutico-paciente
Por ello, defiende que la digitalización en la farmacia no es una tendencia, “sino una necesidad emergente que ofrece múltiples oportunidades”.
Según Iniesta, la digitalización “va más allá de la mera adopción de la tecnología; se trata de redefinir la experiencia de salud a través del prisma de la accesibilidad, la personalización y el empoderamiento del paciente”.
Accesibilidad mejorada
Sobre el primer concepto, Iniesta habla de “accesibilidad mejorada”, ya que “la digitalización permite que los servicios farmacéuticos profesionales trasciendan las limitaciones físicas” del mostrador, de manera que se puede ofrecer asesoramiento y atención a cualquier hora y desde cualquier lugar”. A su juicio, esto resulta crucial para “personas que viven en zonas aisladas o que tienen restricciones de movilidad”.
Esa accesibilidad que fomenta la digitalización también se convierte, en palabras de Marta Carro, directora de Marketing de Green Corness, en una herramienta de notoriedad con un gran alcance, “que permite captar nuevos clientes de forma orgánica”.
Iniesta subraya también que la tecnología facilita una atención mucho más personalizada, ya que facilita una comprensión más profunda de las necesidades y preferencias individuales de los usuarios. Además, facilita “ajustar los tratamientos y los consejos de salud de una manera más precisa y efectiva”.
Este enfoque, según Carro, “fideliza a los clientes y mejora, incluso, la repetición de compra al tener herramientas de contacto directo”.
Paciente empoderado
En cuanto al empoderamiento del paciente o usuario, el fundador de Farmaceando considera que, al proporcionar recursos educativos digitales, “se fomenta una mayor participación del paciente en la gestión de su propia salud, promoviendo una relación más equitativa entre el profesional y el paciente”.
Para Pueyo, la digitalización amplía el acceso a la información sobre salud y bienestar y “facilita la educación del paciente y el autocuidado”. Además, la integración de plataformas on line y la presencia en redes sociales abren nuevos canales de comunicación y venta, lo que “permite a las farmacias llegar a un público más amplio, ofrecer asesoramiento personalizado a distancia y, en última instancia, incrementar sus ventas”.
Por este argumentario, Iniesta defiende que la digitalización en la farmacia representa una oportunidad “para reforzar el papel del profesional sanitario como un pilar clave en la atención al paciente, mediante el uso de tecnologías que facilitan una mayor cercanía, entendimiento y eficacia en el cuidado de la salud”.
Este enfoque no solo mejora la calidad de la atención, “sino que también prepara al sector farmacéutico para enfrentar los desafíos futuros con resiliencia e innovación”.
Para Pueyo, en el momento actual que vivimos, donde la salud se ha convertido en una prioridad para todos, la digitalización ofrece la oportunidad de implementar soluciones innovadoras como consultas virtuales, seguimiento de tratamientos a través de app y servicios de entrega a domicilio, “respondiendo, así, a las necesidades de un consumidor cada vez más exigente, digitalizado y consciente de su propia salud”.
Pero para conseguir todas las ventajas descrita, es necesario realizar la digitalización siguiendo unos pasos.
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