miércoles, 26 de agosto de 2020

Un estudio del Sant Joan de Déu modera el riesgo de abrir los coles

Medicina Preventiva y Salud Pública
soledadvalle
Mié, 26/08/2020 - 16:22
Covid-19
Toma de muestras para realizar pruebas de detección del Covid-19 a un niño.
Toma de muestras para realizar pruebas de detección del Covid-19 a un niño.(Foto: Sant Joan de Déu).

La plataforma Kids Corona que el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona puso en marcha el pasado mes de abril sigue dando respuestas para conocer mejor cuál es la incidencia, afectación y capacidad de transmisión de la COVID-19 en niños y embarazadas. Después de hacer públicos el pasado mes de junio los resultados preliminares sobre la capacidad de los niños para contagiarse y la sintomatología entre la población pediátrica, ahora ya puede aportar datos sobre cuál es su capacidad de transmisión de la enfermedad.

Para responder a esta cuestión, el Hospital Sant Joan de Déu ha llevado a cabo durante cinco semanas un estudio de investigación en 22 campamentos de verano del área de Barcelona recogiendo de forma sistemática muestras de 1.905 participantes que han desarrollado sus actividades en un entorno de convivencia similar al de una escuela. Aparte, también se han estudiado otros grupos de convivencia de otros campamentos en los que uno de los niños o el monitor habían sido diagnosticados de COVID-19.

Se trata de uno de los estudios más amplios que se han realizado a nivel internacional para responder a la pregunta: ¿Cómo transmiten los niños el Coronavirus SARS-CoV-2 a otros menores o a adultos?.

La mayor parte de los niños no han transmitido ninguna infección

Durante las cinco semanas, el trabajo de investigación ha identificado un total de 39 casos índice (de nueva aparición): 30 niños y 9 monitores. Los 30 casos pediátricos han tenido contacto con 253 niños y niñas durante los campamentos (pertenecientes a sus grupos estables de convivencia), 12 de los cuales (4,7%) han sido contagiados (positivos secundarios), lo que representa un número básico de reproducción local (R0) del 0,3. Esta tasa es casi seis veces más baja que la que presentaba, en el momento de hacerse el estudio, la población general (1,7 a 2) en las áreas donde estaban ubicados los campamentos, medida por el número básico de reproducción (R0).

La mayor parte de los casos índice pediátricos (22) detectados no han transmitido ninguna infección en los campamentos. Cinco casos índice lo han transmitido a un contacto, dos a dos contactos y uno a tres contactos.

Entorno similar al colegio

Las actividades se han desarrollado en un entorno similar al de una escuela, implementando medidas básicas de contención de riesgo: lavado de manos frecuente, grupos burbuja reducidos, uso de mascarilla y actividades principalmente al aire libre.

En cuanto a las edades de los niños analizados, cabe decir que, en el presente estudio, los más pequeños (menores de 12 años) han mostrado la misma capacidad de transmisión de la enfermedad que los mayores (de 13 a 17 años).

Los grupos burbuja se han demostrado eficaces para contener la transmisión

"La distribución de niños y niñas en grupos burbuja, tal como se ha hecho en los campamentos de verano, se ha mostrado eficaz para contener la transmisión de la infección, para facilitar la trazabilidad de los contactos y para permitir la cuarentena selectiva", apunta la investigadora principal del estudio, Iolanda Jordan, y añade: "esto no excluye que un sistema con grupos más grandes no pueda funcionar correctamente".

Igualmente, destaca que el hecho de lavarse las manos de forma protocolizada cinco o más veces al día se ha asociado a una disminución en la transmisión de enfermedad.

Finalmente, el estudio muestra que existe una alta correlación entre la incidencia de la infección en la población general y el número de casos índice detectados en los centros de la misma zona, lo que demuestra que los participantes en actividades de verano no han sido grandes transmisores de la enfermedad y que el cribado proactivo en áreas de alta incidencia puede ser muy efectivo.

"Nuestro trabajo, en definitiva, lo que hace es dar pistas para abrir las escuelas en septiembre de una forma segura y controlada", dice una de las investigadoras

En cuanto a las pruebas que se han hecho a los participantes en estos campamentos, se destaca que los tests PCR en saliva son fiables y mejor aceptados que las pruebas nasofaríngeas.

Este hecho es especialmente relevante para las personas a las que se les debe repetir a menudo la prueba y especialmente para los niños.

Según Iolanda Jordan, "nuestro trabajo, en definitiva, lo que hace es dar pistas para abrir las escuelas en septiembre de una forma segura y controlada, aplicando medidas como las que se han implementado en los campamentos de verano, es decir, con grupos burbuja, utilización de mascarilla y lavado de manos frecuente". Además, afirma que "de esta manera, se conseguirá mantener la transmisión de la infección a niveles muy bajos y garantizar el funcionamiento normal de la mayoría de las escuelas".

Por su parte, la consellera de Salud, Alba Vergés, ha puesto en valor la importancia de estudios de investigación como éste, ya que en el actual contexto de ausencia de evidencias científicas suficientes, es muy relevante para responder las preguntas que la epidemia provoca constantemente. "Estamos construyendo las evidencias y el estudio puede aportar ideas para la toma rigurosa de decisiones", dijo Vergés antes de reiterar la importancia de garantizar el derecho pedagógico y emocional de los niños con el retorno a las escuelas en las mejores condiciones de seguridad posibles.

Limitaciones del estudio

Los investigadores ponen de manifiesto que este trabajo de investigación cuenta con algunas limitaciones a la hora de extrapolar sus resultados. Destacan que el seguimiento se ha hecho en un tiempo reducido (cinco semanas) y que los resultados provienen de pruebas PCR, pero que aún están pendientes de los test serológicos que podrían provocar alguna variación. También se ha realizado un seguimiento clínico a los contactos para detectar posibles falsos negativos.

Del mismo modo, hay que tener en cuenta que la mayor parte de las actividades de los campamentos se han hecho al aire libre y con grupos pequeños, de forma que los resultados no son directamente extrapolables en otras condiciones.

Estudios anteriores sobre la Covid-19

Durante los pasados meses de abril y mayo, los investigadores de la plataforma Kids Corona investigaron sobre la incidencia y afectación de la Covid-19 en niños y embarazadas. Estudiaron 411 familias con un total de 724 niños en las que al menos uno de los progenitores había sufrido la enfermedad.

Además, analizaron los casos de niños y niñas atendidos en el Hospital Sant Joan de Déu con un diagnóstico confirmado de Covid-19 o síntomas compatibles con esta enfermedad, así como las embarazadas atendidas en Sant Joan de Déu y en los hospitales de Sant Pau y Clínic.

Las pruebas serológicas que se hicieron en estos hogares permitieron a los investigadores descubrir que un 17,5% de los niños que han convivido con un padre o madre enfermo de Covid-19 también ha contraído el virus. Es un porcentaje muy parecido al que se ha identificado en los adultos que han estado en contacto con un conviviente infectado (18,9%).

Esto llevó a los investigadores a concluir que los niños se infectan igual que los adultos cuando están expuestos a una fuente de infección. Pero la enfermedad se manifiesta mucho más leve en los niños y niñas que en los adultos, ya que más del 99% de los menores no mostraban síntomas o estos eran poco importantes.

Además, los investigadores analizaron 874 embarazadas y concluyeron que las gestantes infectadas durante el primer trimestre (54 mujeres) tuvieron cuadros más leves, con un 70% de mujeres asintomáticas y 30% con síntomas leves. En las embarazadas infectadas durante el tercer trimestre (71 mujeres), en cambio, hubo menos casos asintomáticos (52%), con un 43,5% de síntomas leves y 4,5% con neumonía.

Donaciones que han hecho posible los estudios

Todos los estudios impulsados por la plataforma Kids Corona han sido posibles gracias a la financiación de la sociedad civil.

Cabe destacar la donación de 500.000 euros que ha aportado la Fundación Barça, a partir de una beca de la Stavros Niarchos Foundation, y que se enmarca en la alianza a largo plazo que estas instituciones iniciaron con el proyecto del SJD Pediatric Cancer Center Barcelona y que se vuelve a poner de manifiesto con la plataforma Kids Corona.

Igualmente, hay que destacar la aportación de 200.000 euros de Banco Santander. El proyecto también ha contado con la ayuda de la Fundació Privada Nou Mil.leni, Villa Reyes, Fundación Carmen y Maria José Godó, e Inmobiliaria Colonial, entre otras entidades.

Los niños presentan una tasa de contagio hasta seis veces inferior a la de la población general. coronavirus Off Redacción. Pediatría Política y Normativa Off

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