Una de las campañas con las que la oficina de farmacia puede abrir la temporada es la de la salud cardiovascular, aprovechando que el 29 de septiembre es el Día Mundial del Corazón. Y para prepararla, la consultora Asefarma celebró ayer una formación on line con las principales claves que deben estar presentes para captar la atención del cliente y ayudarle a mejorar su calidad de vida y su estado de salud.
Bajo el título Cuidado cardiovascular desde la oficina de farmacia, la encargada de impartir la charla ha sido Isabel Morales, farmacéutica y consultora en Asefarma, que ha comenzado con una serie de consejos para la preparación de la campaña. “Lo primero es definir a qué tipo de clientes va a ir dirigida. En este caso sería interesante enfocarse en personas con mayor riesgo, como hombres de más de 40 años o mujeres de más de 50 años”, ha indicado.
Pero también se puede acotar a grupos poblacionales con peores índices, como aquellos con antecedentes familiares, obesidad, tensión alta, diabetes o con hábitos poco saludables, como una mala alimentación, sedentarismo o adicción al tabaco. “Es en estos casos en los que se debe hacer un mayor hincapié durante la campaña y ofrecerles, si es posible, servicios que puedan ayudar a mejorar su situación”, ha comentado Morales.
Entre estos servicios para controlar el riesgo cardiovascular se incluyen el seguimiento de la tensión arterial, de colesterol y triglicéridos, de peso, de glucemia y también servicios de nutrición, de deshabituación tabáquica y de seguimiento farmacoterapéutico.
Como guía, se deben utilizar cuestionarios realizados a los pacientes y las tablas del sistema Score (Systematic Coronary Risk Estimation) que permiten calcular el riesgo de enfermedad cardiovascular en los siguientes 10 años. Y derivar al especialista médico en aquellos casos con peores niveles.
La gestión del espacio
Al mismo tiempo, se puede aprovechar la campaña para poner a la vista productos relacionados: adelgazantes, dietéticos, productos de ayuda para dejar de fumar, etc. La especialista de Asefarma ha recomendado, además, intentar diseñar la campaña de la mano con alguna compañía proveedora que pueda facilitar ciertos materiales promocionales para llamar la atención del cliente.
“Nuestra campaña debe estar perfectamente visible en zonas como el escaparate, el mostrador, los lineales y, por supuesto, en la zona de atención personalizada, donde se puede citar y hablar con los pacientes de una manera individual”. A todo ello ha de añadirse la difusión en redes sociales, blogs, email o cualquier otra herramienta digital que utilice la farmacia.
Otra opción promocional que suele funcionar es la entrega de folletos informativos del nuevo servicio de atención cardiovascular. “Se puede invitar al paciente a realizar un circuito saludable gratuito durante la campaña, con una serie de mediciones gratis concertando una cita previa”, propuso Morales. A través de este servicio se tomarán los datos del paciente y se le creará una ficha para realizar un seguimiento progresivo de sus niveles, fomentando por un lado un mejor control de su salud y, por otro, su paso paulatino por el establecimiento.
En el plan de acción se debe tener también en cuenta la formación de todo el equipo de trabajo de la farmacia. Y valorar la organización de animaciones promovidas por la farmacia para concienciar e impartir consejos de salud a sus participantes: talleres, carreras populares, charlas, etc. Una estrategia en la que es posible coordinarse con los centros de atención primaria y contar con la colaboración de asociaciones de pacientes.
Objetivos
Según Morales, campañas de este tipo tienen una serie de objetivos muy claros. Para empezar, han de ofrecer al paciente una visión de la farmacia como espacio de salud y potenciar el papel asistencial del farmacéutico, dos características que aumentan la fidelidad del cliente con su farmacia habitual. También ha de ser útil para dar a conocer los servicios que ofrece el establecimiento y para posicionar la marca de la farmacia. Sobre todo como establecimiento preocupado por la prevención y el cuidado de la salud de sus pacientes.
Por otra parte, han de crear un marco de colaboración entre el médico de Atención Primaria y el farmacéutico, a través de acciones coordinadas y conjuntas. Por ejemplo, haciendo coincidir la campaña de la farmacia con talleres en el centro de salud relacionados con la mejora de la salud cardiovascular: nutrición, deshabituación tabáquica, hábitos saludables, etc.
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