sábado, 3 de octubre de 2020

Prevención de infecciones, alimentación y gestión del dolor, bases de la AF en el paciente oncohematológico

Autocuidado
gemasuarez
Sáb, 03/10/2020 - 17:00
Conocer la realidad
paciente con cáncer
Un estudio revela que el 60% de los especialistas consultados informó de que la actividad clínica oncológica se redujo en el pico de la pandemia.

Como explica la Asociación Española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia (AEAL), la oncohematología es la parte de la hematología relacionada con los procesos oncológicos que se originan en los órganos encargados de formar la sangre y en los ganglios linfáticos. Pertenecen a esta especialidad los linfomas, las leucemias, el mieloma, los síndromes mielodisplásicos y los síndromes mieloproliferativos.

"Conocer las características diferenciales entre un mieloma, linfoma y leucemia, las causas, síntomas, tipos, pruebas diagnósticas, estadiaje, tratamientos, tipos de trasplante y complicaciones" es de gran valor para el farmacéutico a la hora de asesorar a este tipo de enfermos, que necesitan lo mejor de este profesión para mejorar su calidad de vida. Así lo cree que Rosalía Gozalo, vocal de Dermofarmacia del COF de Madrid, institución que ha firmado un acuerdo de colaboración con AEAL, con el fin de impulsar la formación y la información de sus colegiados y asociados, así como el apoyo profesional a los pacientes afectados por linfomas, mielomas, leucemias, síndromes mielodisplásicos y enfermedades mieloproliferativas crónicas.

No es la primera vez que el COF de la capital fija su atención en este colectivo, de hecho, en 2019 el pueso en marcha programa formativo, OncoFarmaCofm, en el que el farmacéutico se puso en la piel del paciente oncológico y donde fue invitado a sentirse parte activa del proceso y a responder a las demandas de un paciente que confía plenamente en él.

Diagnóstico y tratamientos

Según Gozalo, existen diferentes pruebas diagnósticas en función de la patología que se quiera descartar o confirmar y que es importante conocer en la farmacia, entre ellas, "estudios por imagen -radiografía de tórax, tomografía axial computarizada (TAC), evaluación por PET-, imágenes por resonancia magnética, ecografías (ultrasonido), gammagrafías, así como pruebas de laboratorio específicas, como citometrias de flujo, estudios genéticos, aspirados y biopsias".

Esa variedad de pruebas también se traslada a los tratamientos, que varían "para cada una de las patologías y tipos, así como para los distintos estadios (precoces, avanzados y recaídas)". Así, destaca la quimioterapia, trasplantes de medula ósea, alogénicos y autólogos y radioterapia, entre otros.

Según Gozalo, el útil que el farmacéutico conozca e informe de los efectos secundarios a largo plazo de estas terapias, "pues pueden durar meses o años después de terminado el tratamiento, como la fatiga, y otros más tardíos, como problemas médicos que no aparecen hasta años después de finalizados los tratamientos, como las enfermedades cardiacas , problemas de fertilidad, tiroideos, en los huesos, de crecimiento y aprendizaje en los niños", aclara.

Prevenir infecciones

La experta hace hincapié en la prevención sobre todo frente a las infecciones. "Las infecciones son algo común, ya que tanto la enfermedad como los tratamientos pueden afectar la capacidad del organismo para combatirlas", argumenta. Entre los consejos que puede dar a pie de mostrador, menciona algunos, como evitar los espacios cerrados, como autobuses o trenes; visitas de familiares que presenten síntomas de resfriados, gripe u otras infecciones, como sarampión, varicela o herpes; instaurar hábitos higiénico–dietéticos para evitar bacterias estomacales, y si se convive con animales que estén vacunados y desparasitados. Y subraya algo fundamental: vigilar síntomas como temperatura alta, diarrea, dolor, erupción cutánea. Todo en consonancia "con los mensajes aportados por el especialista", insiste.

Medidas no farmacológicas

La atención farmacéutica también contempla ofrecer consejos sobre medidas no farmacológicas que tienen que ver con "la alimentación y la nutrición, la gestión del  dolor y de la fatiga, la importancia de evitar infecciones, de la actividad física y ejercicio, del cansancio y del descanso y de los cuidados emocionales que ayuden a sobrellevar el diagnostico, la depresión, la ansiedad", afirma la vocal del COF de Madrid.

Asimismo se pueden dar recomendaciones dietéticas específicas sobre "xerostomía, náuseas y vómitos, mucositis, estreñimiento, diarrea, anorexia, disgeusia, disfagia, neutropenia…, así como la utilización de suplementos nutricionales y atención nutricional en el domicilio (cuidado de las sondas…)".

En el caso de que los pacientes pierdan el apetito, que es habitual, desde AEAL recomiendan "comer poco pero frecuentemente, con una dieta rica en fruta fresca o verduras puede ayudar; intentar planificar las comidas para los momentos en los que generalmente tenga hambre. Por ejemplo, desayunar más copiosamente y cenar cantidades más reducidas si suele tener más hambre por las mañanas". Y añaden beber siempre mucho líquido, "especialmente en aquellos días en los que se tenga menos apetito o incluso cuando no apetezca comer".

Respecto a los suplementos, la asociación advierte de que no se debe tomar vitamina C en grandes dosis (más de 500 mg al día), ya que podría producir daño renal. "Algunos suplementos -añade- se pueden tomar con seguridad, pero es mejor evitar cualquier remedio indicado para aumentar la respuesta del sistema inmunológico, como la equinácea, dado que podrían tener un efecto adverso en pacientes con mieloma".

Consejos frente al dolor

En el caso del dolor, entre las recomendaciones que aporta AEAL son:

  • Toma analgésicos de forma regular según lo haya prescritos por el médico. Intenta que el dolor no sea demasiado antes de tomarlos, ya que su efectividad en ese caso se verá reducida.
  • Ser sincero con el médico respecto al dolor que se siente. "No se debe aguantar como un valiente".
  • Aprender a relajarse. La meditación, visualización o las diferentes técnicas de relajación pueden ser de utilidad para mitigar el dolor.
  • No preocuparse en exceso, ya que la ansiedad o el estrés pueden hacer que el dolor resulte más intenso. 
  • El masaje es muy útil para aliviar el dolor y conseguir relajarse.
  • Buscar actividades que alejen la mente del dolor, como ver la televisión, una película, escuchar música o charlar con un amigo.
  • Recurrir al frío-calor con botellas de agua caliente y hielo. Se envuelven en toallas siempre antes de ponerlas en contacto con la piel. Puede proporcionar un alivio meramente temporal y también es posible alternar entre frío y calor.
  • La manera de sentarse o tumbarse puede afectar e incrementar la sensación de dolor.
Conocer tipos de enfermedades, tratamientos y efectos secundarios de las terapias facilita una atención más completa del farmacéutico a este colectivo. Off Gema Suárez Mellado Farmacia Comunitaria Off

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