No es nueva la posición de la Federación Internacional Farmacéutica (FIP, por sus siglas en inglés) de apostar por la participación activa del farmacéutico en los planes de inmunización contra la covid-19 para lograr una vacunación masiva. De hecho, este periódico ya se ha hecho eco tanto de valoraciones individuales como de posicionamientos oficiales de la FIP que abogan porque tanto los profesionales del sector como las farmacias comunitarias jueguen un mayor papel en este terreno.
Pues bien, esta semana la FIP ha dado un paso más con la puesta en marcha de una herramienta de gestión dirigida a los diferentes ministerios de Sanidad y legisladores de los distintos países. Con ella, busca las mejorar estrategias nacionales ya implantadas y ayudar a crear los marcos regulatorios necesarios para combatir la pandemia a través de programas de vacunación dirigidos por farmacéuticos.
La herramienta en sí está configurada a modo de organigrama (checklist) en el que se recogen las distintas situaciones y funciones que podrían asumir los farmacéuticos dentro de los planes de vacunación, así como los requisitos normativos y reglamentarios que deberían establecerse para que dichas funciones puedan ser llevadas a cabo. Se trata, según explican desde la FIP, de "una herramienta de autoevaluación" que "ayudará a identificar fortalezas y áreas de mejora".
Diferentes áreas de actuación
En lo que respecta a las funciones ligadas al proceso de inmunización en sí, la herramienta recoge, entre otras, la administración de vacunas (dentro y fuera de la oficina de farmacia), la formación acreditada, el acceso a información y la recogida de datos. Pero va más allá. También aborda otras capacitaciones que van orientadas, no solo a incrementar las tasas de vacunación, sino también a optimizar la atención asistencial durante la pandemia: realización de pruebas de detección del virus, educación en Salud Pública, labores de información a la población, renovación de prescripciones a pacientes crónicos, prescripción de tratamientos para síntomas menores, etc.
A través del checklist, la Administración nacional pertinente puede evaluar en qué estado se encuentra cada una de esas capacitaciones del farmacéutico en su país, qué prioridad supone cada capacitación, qué nivel de riesgo conlleva no incluirla y qué tiempo estimado precisa cada cambio normativo que se quiera introducir. Su finalidad última es sacar el máximo partido a todas estas capacitaciones en pro de combatir la pandemia.
"Como profesionales de la salud altamente accesibles, ubicados en comunidades pequeñas y grandes de todo el mundo, los farmacéuticos pueden contribuir enormemente a la salud pública y controlar las pandemias. Varios países han reconocido el valor de aprovechar el potencial de la profesión farmacéutica a través de programas de vacunación basados en la farmacia, pero podrían hacerlo muchos más ", defiende Ronald Guse, presidente del Foro de Reguladores Profesionales de la FIP.
Además de esto, desde la FIP señalan que esta herramienta ha sido confeccionada a partir de experiencias profesionales "en países donde la vacunación y las pruebas en farmacias se han introducido y reglamentado con éxito"; por lo que más allá de ser una herramienta exhaustiva, busca servir de "apoyo".
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/2OftAV6
No hay comentarios:
Publicar un comentario