domingo, 30 de mayo de 2021

"Alternar vacunas resultaría, en principio, ventajoso"

Microbiología y Enfermedades Infecciosas
raquelserrano
Dom, 30/05/2021 - 08:30
Luis Enjuanes, director del Laboratorio de Coronavirus del CNB
Luis Enjuanes, director del Laboratorio de Coronavirus del CNB, y 'padre' de una de las vacunas españolas contra el SARS-CoV-2. FOTO: José Luis Pindado.
Luis Enjuanes, director del Laboratorio de Coronavirus del CNB, y 'padre' de una de las vacunas españolas contra el SARS-CoV-2. FOTO: José Luis Pindado.

Aunque nació hace 75 años en el Mediterráneo, bien podría ser la figura que se veía por la llanura manchega. Por fisonomía y porque desde hace casi año y medio lucha contra un gigante que ha parado y asolado el mundo, el SARS-CoV-2, y para el que su equipo desarrolla una de las tres vacunas españolas que podrían estar disponibles a medio plazo.

El profesor Luis Enjuanes, decano de la Virología española, ha dedicado su vida científica a estudiar los virus, y especialmente los coronavirus, en su laboratorio del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), del CSIC. Acaba de ser nombrado miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, una de las mayores distinciones internacionales en el ámbito científico, y de la que también forman parte un selecto número, nueve para ser exactos, de españoles. “Ya era miembro de la Academia norteamericana de Microbiología, pero esta es una  ‘academia de academias’ fundada en el siglo XIX, lo que es relevante”. 

PREGUNTA. ¿Por qué no se impulsa más la ciencia en nuestro país?
RESPUESTA. Independientemente de este nombramiento, está claro y fuera de toda discusión que en España hay muchísimo talento científico y en muchas especialidades, tanto en las universidades españolas como en el CSIC y como en empresas particulares. Cuando los españoles salen al exterior, los logros que consiguen son muy relevantes pero en España tampoco se es consciente del elevado nivel de las publicaciones de nuestros laboratorios de investigación. Nosotros mismos, a pesar de que estamos más cerca, nos sorprendemos. Evidentemente, sería muy necesario –y esto es ya un tópico muy repetido- que la inversión del 1,2% del PIB en investigación se  suba al 2%. El Gobierno actual parece muy convencido y con el propósito de hacerlo en un plazo de tres años. La ciencia española lo notaría porque es casi duplicar la inversión actual.  Y es extraordinariamente necesario porque en los últimos años no sólo no ha subido sino que ha disminuido en torno a un 30%. 

P. Si en vez de reducciones hubiera habido más inversión, ¿la actual situación pandémica sería más favorable?
R. Sí. Ante una situación sanitaria de estas magnitudes no se puede improvisar el conocimiento ni tampoco las instalaciones que, como ahora, tienen que ser de alta seguridad. No se soluciona una emergencia poniendo varios miles de millones de euros encima de la mesa en un momento determinado porque el conocimiento necesita tiempo; ampliar los laboratorios precisa tiempo, sobre todo si son muy especializados, como los de nivel 3 de seguridad biológica.

En nuestro caso, y por citar un ejemplo que conozco bien, nuestro laboratorio llevaba 35 años trabajando con coronavirus y ya entonces teníamos las instalaciones adecuadas. Si no, ahora no podríamos haber trabajado. Si no hubieran existido el CNB o el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA), ahora parte también del CSIC,  entre otros, no hubiéramos podido hacer el trabajo actual porque se requieren niveles de alta seguridad. 

P. Lleva 35 años estudiando coronavirus. ¿Imaginaba entonces que llegaría un miembro de esta familia que convulsionaría el mundo? 
R. Empecé muy pronto con coronavirus humanos y de animales, concretamente el que afecta a los cerdos porque, en ese momento, era importante para nuestro país desde el punto de vista de la alimentación y de la economía. Pero también quería trabajar con el coronavirus 229 humano que produce resfriados y algunos problemas médicos que no son de máxima trascendencia. La fortuna es que nos pusimos a trabajar en esta área, que condujo a la formación de un equipo sólido y a forzar a que se hicieran unas instalaciones de alta seguridad biológica. Nos ha encontrado en una buena situación para trabajar con estos virus patógenos para el hombre. 

P. ¿Qué tiene de especial el SARS-CoV-2 con respecto a otros coronavirus?
R. Todos los virus tienen su propia personalidad y sus analogías. Conocidos, hasta el momento, hay siete coronavirus humanos. Cuatro están atenuados y los otros tres son virulentos; tienen una identidad de secuencia bastante alta, pero cada uno tiene su propia personalidad, que es muy distinta.

Solamente si hablamos de la proporción de mortalidad que cada uno induce, vemos que el SARS-1 del año 2002 da un 10% de promedio. El MERS coronavirus, un 37%, lo que supone que a una de cada tres personas que infecta la mata. Es una cifra muy importante, pero afortunadamente se transmite muy mal. Con el 219, el problema es que ha infectado a 170 millones de personas, ha causado la muerte de más de tres millones y está causando una pandemia que veremos cuánto tiempo va durar. Esperemos que no sea demasiado por la acción de las vacunas.

Este coronavirus, aunque no tenga un mayor porcentaje de mortalidad es, en principio, mucho más peligroso por su facilidad de transmisión y por el enorme número de patologías distintas que puede originar. A diferencia de otros, que básicamente infectan al tracto respiratorio, puede afectar a cualquier órgano vital o cualquier sistema  del cuerpo humano. Eso no pasaba con el SARS-1 del 2002. No quiero decir palabras gruesas; lo definiré como un ‘enemigo importante y peculiar’ porque, además de ser capaz de producir más de 50 patologías, el 14% de las personas que lo sufren y se recuperan presentan secuelas. 

"Este coronavirus, aunque no tenga mayor porcentaje de mortalidad es, en principio, mucho más peligroso: se transmite fácilmente, afecta a cualquier órgano y origina muchas patologías y secuelas"

P. La vacuna que desarrolla su equipo empezará los ensayos en modelo animal en las próximas semanas. ¿Para cuándo en humanos? 
R. Empezaremos los ensayos en ratones en las próximas semanas, análisis que nos pueden llevar entre dos y tres meses. La Agencia Española de Medicamentos ha mostrado su preferencia para que también se realicen ensayos en hámsteres, que sufren la patología, aunque no mueren por la infección. Pasados esos meses, lo lógico es ir a un animal superior como los monos macacos. Este proceso nos llevará casi lo que queda de 2021, aunque esperamos, no obstante, empezar antes de fin de año los ensayos clínicos en personas de nivel I, II y III. 

P. Inmunidad, esterilizante y una sola dosis son las tres ‘palabras mágicas’ de la vacuna en la que trabaja su grupo. Llegados a este punto, y cumplidos todos los requisitos de seguridad y eficacia, ¿considera que está España preparada para su producción?
R. La idea es esa; que otorgue inmunidad de mayor nivel, que no precise dos dosis y que el virus sea neutralizado en las mucosas de entrada. No obstante, trabajamos en dos variantes: una que se administra intranasalmente, y que es por la que apostamos, pero también con otra intramuscular por si existieran restricciones con las agencias reguladoras de medicamentos.

En cuanto a la capacidad para producirla, considero que sí. Sin duda se podrían fabricar en España porque, desde hace mucho tiempo, hay fábricas de vacunas pero que preferentemente estaban dirigidas hacia el mundo de la sanidad animal. Estas ya trabajaban con la normativa para medicamentos GMP (Good Manufacturing Practices) y la diferencia entre que trabajen con normas GMP para animales o para humanos es muy poca. Varias fábricas españolas se han adaptado y están listas para fabricar vacunas para humanos. De hecho, las están produciendo ya. Lo que desconozco son las cifras para decir si, llegado el caso, serían suficientes o no para una importante demanda de vacunas. 

P. ¿Se podrá combinar su vacuna con las de adenovirus y de ARNm que se administran actualmente?
R. Lo que podemos predecir en este momento es que cualquier vacuna es compatible con cualquier otra; es decir, si como se prevé necesitaremos una reinmunización anual, porque este virus ha venido para quedarse, en principio, y según lo que sabemos hasta ahora, no habría ningún inconveniente en vacunarse un año con una vacuna y al siguiente con otra, ya esté basada en ARNm, en adenovirus o en los vectores que desarrolla nuestro grupo o los de Mariano Esteban y  Vicente Larraga, también del CSIC.

'A priori', no es que se anticipa a algún problema sino que todo lo que anticipamos ahora es que es más conveniente: si este año te inmunizas con una vacuna basada en un adenovirus, el año que viene si te vacunas con la misma tienes una respuesta inmune contra el vector, lo que significa que no va a prender tan bien como si te vacunaran con otra basada en ARNm o con la nuestra, por ejemplo, basada en un derivado de un coronavirus.

En principio, resultaría más ventajoso para conseguir que la segunda vacuna no sea rechazada debido a que te has sensibilizado con un adenovirus o un poxvirus, según el caso. Importante es también que si ahora te vacunas con AstraZeneca, por ejemplo, que está basada en adenovirus de monos macacos, al año siguiente sería mejor, si se quiere seguir con adenovirus, hacerlo con  un serotipo humano: el adenovirus 5, y al siguiente año, hacerlo con el adenovirus 26. Otro ejemplo: si te has inmunizado con un adenovirus se puede pasar a una vacuna basada en ARNm. Por tanto, ir alternando las formulaciones no puede ser más que ventajoso. 

"Lo que podemos predecir ahora es que cualquier vacuna es compatible con cualquier otra. No habría inconveniente en vacunarse un año con una y al siguiente con otra"

P. Usted ya está vacunado. ¿Se pondrá la desarrollada por su equipo?
R. Hombre, cuando salga sí, por supuesto. Pero, en este momento, no hay que esperar y si a uno le dan la oportunidad de vacunarse hay que vacunarse, con la que le ofrezcan y que esté aprobada por las agencias reguladoras del medicamento. 

P.  Aparcó la jubilación por la irrupción del coronavirus. ¿Esperará a que acabe la pandemia? 
R. La pandemia no se acabará nunca del todo. Se atenuará, la controlaremos..., pero sí, cuando veamos unas condiciones bastante seguras para la población, será el momento de dejar paso a nuestros colaboradores, de una calidad excelente -algunos llevan entre 22 y 26 años trabajando conmigo- y, por supuesto, también a los más jóvenes que están realmente bien formados. 

P. ¿Cuál será entonces su ocupación principal?
R. Tengo muchos proyectos... Por simplificar; escribiré algo relacionado con virus, desde luego, pero también me gusta mucho la fotografía, la pintura -tanto española como de otros países-, pero sobre todo la pintura rápida. 

P. Cuesta trabajo verle alejado y desvinculado de los laboratorios.
R. Seguro que estaré muy cercano de ellos y, a la vez, en contacto con la naturaleza, que es algo muy bueno para la salud. 

Conoce, desde hace 35 años, a los coronavirus. Ahora, intenta eliminar a un familiar, el SARS-CoV-2, con una de las vacunas españolas en desarrollo. Sigue aprendiendo cada día y con el conocimiento actual sugiere que, ‘a priori’, combinar distintas vacunas “no puede ser más que ventajoso”. coronavirus Off Raquel Serrano Inmunología Investigación Farmacología Off

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