miércoles, 29 de septiembre de 2021

Un dispositivo transcatéter repara la válvula 'olvidada' sin intervenir a corazón abierto

Cirugía Cardiovascular
carmenfernandez
Mié, 29/09/2021 - 11:11
Innovación
El Hospital de sant Pau de Barcelona está probando el nuevo dispositivo. Foto: Edwards Lifesciences
El Hospital de sant Pau de Barcelona está probando el nuevo dispositivo. Foto: Edwards Lifesciences

El Hospital de Sant Pau de Barcelona ha usado con éxito en 21 pacientes un innovador dispositivo transcatéter para reparar la válvula olvidada sin necesidad de intervenir a corazón abierto; se trata del Sistema de reparación valvular transcatéter Edwards PASCALTM, de Edwards Lifesciences.

Está diseñado para pacientes que sufren de regurgitación de la válvula tricúspide, un tipo común de valvulopatía. La prevalencia de valvulopatía aumenta significativamente a partir de los 60 años, afectando a más del 13% de las personas mayores de 75 años. La enfermedad condiciona notablemente la calidad de vida de los pacientes y puede, incluso, ser potencialmente mortal si no se trata.

informa el Sant Pau de que la válvula tricúspide es compleja, frágil y difícil de tratar. Sólo el 1% de pacientes son elegibles para la cirugía tradicional. Y que este tratamiento transcatéter, que es mínimamente invasivo, es una nueva opción para pacientes que sufren esta grave enfermedad. Las terapias transcatéter mínimamente invasivas permiten una recuperación más rápida, reducen la duración de la estancia hospitalaria y posibilitan que los pacientes vuelvan a su vida normal más rápidamente.

El hospital barcelonés ​​ha sido uno de los primeros en realizar una reparación transcatéter de la válvula tricúspide, con el Sistema de reparación PASCAL, a pacientes con insuficiencia tricúspide. Este procedimiento mínimamente invasivo tiene como objetivo reparar la válvula dañada y, por tanto, mejorar el pronóstico y calidad de vida del paciente. El centro es pionero en la introducción a la práctica clínica de los dispositivos transcatéter en España y es el que acumula más experiencia en este tipo de intervenciones.

Aunque se describe como la válvula olvidada, la regurgitación de la válvula tricúspide es una enfermedad común entre la población general. Es una forma de valvulopatía cardíaca causada por la disfunción de la válvula tricúspide, que puede provocar daños irreversibles y graves consecuencias para la salud y la calidad de vida de los pacientes. La prevalencia de valvulopatía cardíaca aumenta significativamente a partir de los 60 años, afectando a más del 13% de las personas mayores de 75 años.

La reparación transcatéter de la válvula tricúspide no requiere detener el corazón ni hacer una incisión en el tórax. El procedimiento se realiza con una pequeña incisión en la ingle a través de la cual se inserta un catéter largo y delgado, que se introduce hasta el corazón para reparar la válvula. Una vez aquí, la reparación se realiza mediante la implantación de un dispositivo que sujeta suavemente las valvas de la válvula, llena el área del orificio regurgitando y reduce la fuga de sangre en dirección contraria a través de la válvula tricúspide .

En palabras del Dr. Dabit Arzamendi, cardiólogo de la Unidad de Hemodinámica del Servicio de Cardiología del Hospital de Sant Pau: "La válvula tricúspide, conocida como la válvula olvidada, sigue siendo un verdadero desafío. Es frágil, compleja y de difícil acceso y pocas opciones de tratamiento a pesar de la carga de la enfermedad. Se necesitan más alternativas y este nuevo tratamiento transcatéter de reparación de válvulas representa una nueva esperanza para pacientes que sufren esta seria patología".

Una patología con síntoma equívocos

Aunque no siempre se muestran claramente los síntomas, la insuficiencia o regurgitación tricúspide presenta unos signos notables como cansancio, aumento de peso, venas yugulares distendidas, dolor abdominal superior o agrandamiento del hígado y del bazo, entre otros. Los síntomas de la enfermedad de las válvulas cardíacas son equívocos y, a menudo, se asocian erróneamente con el envejecimiento por lo que los pacientes no informan al respecto.

Como consecuencia, la enfermedad a menudo se diagnostica en fase avanzada. Un indicador claro de la valvulopatía puede ser la detección de un soplo cardiaco, lo que pasa después de la auscultación con un fonendoscopio, en este caso, el paciente debe ser remitido a un cardiólogo que le hará un examen adicional a través de un ecocardiograma para confirmar el diagnóstico.

Por último, un equipo de profesionales en cardiología decidirá la opción de tratamiento más adecuada basándose en directrices científicas y según el perfil del paciente.

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