sábado, 2 de octubre de 2021

El sistema MIR, cerca de tocar techo

MIR
nuriamonso
Sáb, 02/10/2021 - 08:00
En marcha un nuevo estudio de necesidades de médicos
Una pareja de electores MIR posa durante el primer día de elección de plazas MIR de 2020 (Foto: Luis Camacho)
Una pareja de electores MIR posa durante el primer día de elección de plazas MIR de 2020 (Foto: Luis Camacho)

El sistema MIR está muy cerca de ocupar toda su capacidad docente actual, según datos facilitados por el Ministerio de Sanidad, que ya está estudiando las necesidades de especialistas para el periodo 2021-2035. Un estudio en el que algunas especialidades, como Rehabilitación o Medicina Interna, creen que deberían tenerse en cuenta los efectos de la pandemia de covid-19, si bien la mayoría no tiene clara su repercusión.

En la actualidad hay 11.706 plazas acreditadas para la formación sanitaria especializada. Este número cambia continuamente, pues se acreditan nuevas unidades docentes o plazas de formación y a veces se producen desacreditaciones. Anualmente se abre un periodo de solicitudes de acreditación, por lo que previsiblemente aumentarán las plazas acreditadas antes de que se apruebe la convocatoria 2022/23”, apunta Sanidad. De las 46 especialidades MIR, 31 (incluyendo las multidisciplinares) están por encima del 90% de su capacidad docente actual si nos guiamos por la oferta MIR de 2022.

Comparativa de plazas ofertadas en 2022, plazas acreditadas y porcentaje de ocupación
Comparativa de plazas ofertadas en 2022, plazas acreditadas y porcentaje de ocupación

El Ministerio de Sanidad ya ha iniciado un estudio sobre las necesidades de especialistas médicos para el periodo 2021-2035. El último, de 2018, señalaba que el déficit de médicos estaba globalmente en un 2,9% y que en una década superaría el 12%, aunque la situación dependía de las especialidades. Pero el análisis partía de la hipótesis de que los incrementos en la oferta MIR se iban a mantener estables y la realidad es que desde entonces la oferta ha crecido en 1.600 plazas solo contando las especialidades médicas, sobre todo en Medicina de Familia, Interna y Pediatría.

“La oferta de plazas responde a las necesidades de especialistas y tiene en cuenta la capacidad docente y los recursos financieros”, apuntan fuentes de Sanidad. No obstante, afirman que  “una situación excepcional como una pandemia no debería generar cambios considerables en la oferta”.

En cambio, Beatriz González, una de las autoras de los estudios de necesidades de especialistas, argumenta que, a falta de una revisión sistemática de la evidencia, la necesidad de plazas depende, entre otros factores, de la morbilidad. “En la medida en que es una enfermedad infecciosa emergente que posiblemente termine por convertirse en endémica, requerirá recursos humanos especializados, médicos y enfermeras con determinados perfiles como en Salud Pública, Medicina de Familia, especialistas en Enfermedades Infecciosas, internistas…

Muchos profesionales no tienen claro el efecto real y critican que, en general, las necesidades de especialistas están claras desde hace tiempo y los incrementos de plazas son insuficientes.

“No he visto que la covid haya sido un elemento discriminador en la oferta 2022. Lo que se ha visto es que necesitamos de todo. El problema de recursos humanos viene de largo”, observa Luis Landín, presidente del Consejo Nacional de Especialidades. “Incluso si se pensara en aumentar las plazas para rellenar plantillas, si no cambian las condiciones laborales, la gente seguirá huyendo de ciertos destinos”. 

Sobre la oferta MIR de este año, fuentes de la Consejería de Sanidad de Andalucía indican que en las reuniones previas a la aprobación de la oferta MIR "no se centró el debate por el covid. Únicamente se habló de la iniciativa del Ministerio en hacer un estudio a nivel nacional de las necesidades de profesionales para ir adecuando la oferta nacional". Creen que el aumento de plazas se centrará en primaria y las especialidades quirúrgicas, si bien "la potenciación de los sistemas de vigilancia epidemiológica, de salud pública y de prevención de riesgos laborales hace que sigamos centrándonos en dimensionar la formación a las necesidades profesionales futuras en Medicina Preventiva y salud laboral, aunque en Andalucía ya habíamos iniciado el crecimiento en la oferta previa a la pandemia".

Por su parte, fuentes de la Consejería de Sanidad de Castilla y León señalan que la pandemia "ha evidenciado el papel fundamental de determinados profesionales sanitarios, como es el caso de los enfermeros y los médicos de determinadas especialidades", por lo que la covid y las jubilaciones se han tenido en cuenta a la hora de elaborar la oferta de plazas.

No obstante, "existe una situación delicada en materia de recursos humanos más allá de la pandemia. Por ello estamos trabajando en la acreditación de nuevas plazas para el próximo año, aunque es un proceso muy lento y por eso se ha reiterado la convocatoria de un MIR extraordinario. Y no sólo eso, también se había solicitado al Ministerio la acreditación de 60 plazas más de distintas especialidades (entre ellas Medicina Familiar y Comunitaria o Pediatría), petición que finalmente no se ha admitido. Consideramos que esta acreditación de plazas es esencial para dar respuesta no sólo a las necesidades de especialistas, sino para seguir contando con un sistema sanitario fuerte que dé respuesta a situaciones como la vivida con el Sars-CoV-2".

Covid persistente

El presidente de la Sociedad Española de Cardiología, Ángel Cequier, resume los motivos por los que no es fácil responder a la pregunta de cómo influirá la pandemia en la oferta formativa del futuro: “Desde un punto de vista muy general, un incremento de plazas por la covid debería estar en relación con qué escenario asistencial va a quedar y si la covid persistente puede plantear la necesidad de un perfil diferente de especialistas. Aún es pronto para diseñar esta posible estrategia futura en detalle”.

No cree que la covid vaya a influir en las necesidades de cardiólogos en el futuro, lo que no significa que no se necesiten más: “La propuesta anual de oferta de plazas no alcanza el aumento de la necesidad que estimamos que se va a producir en los próximos años, independientemente de la covid”. Entre las causas, Cequier destaca el incremento de la prevalencia de las enfermedades cardiovasculares, el desarrollo de unidades especializadas, el déficit en hospitales comarcales y de nivel 2 y el manejo de las enfermedades cardíacas de base genética y  las cardiopatías congénitas de los adultos.

Domingo Sánchez, representante nacional de MIR de la Organización Médica Colegial, comparte que aún falta información sobre los efectos de la pandemia. “Desde luego, sería interesante hacer este análisis post-covid de las especialidades. A lo mejor nos damos cuenta de que sí hacen falta más, pero el mecanismo de producción es lento, a cuatro o cinco años vista”.

Se confiesa escéptico, criticando que la política de recursos humanos sanitarios es errática desde hace años: “Quien toma las decisiones sobre la oferta MIR no hace análisis tan profundos. A la hora de acreditar las plazas, si el centro tiene capacidad formativa, se acreditan, y si tiene capacidad presupuestaria, se dotan de presupuesto, sin más planificación a largo plazo, que para mí es uno de los problemas que hay”.

Desde el último estudio de necesidades, en 2018, la oferta ha crecido en 1.600 plazas sólo contando las especialidades médicas, sobre todo en Familia, Interna y Pediatría

En Medicina Física y Rehabilitación sí ven el efecto pandémico. “La especialidad tiene una importante carencia de médicos desde hace años y es posible que se vea incrementada por las personas a quienes la covid haya dejado secuelas irreversibles que produzcan discapacidad, que puede ser crónica y requerir valoración de por vida”, explica Susana Moraleda, presidenta de la Comisión Nacional de Medicina Física y Rehabilitación. “Si se ofertaran todas las plazas acreditadas, el sistema podría absorberlas, pero posiblemente no sería suficiente para cubrir la necesidad de especialistas”.

Cuidados intensivos

Álvaro Castellanos, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias,  y Juan Carlos Montejo, presidente de la Comisión Nacional de Medicina Intensiva, explican que “la pandemia ha demostrado que las plantillas de Intensiva están muy ajustadas para satisfacer la demanda. La gestión de personal para afrontar la covid se ha basado en un sobreesfuerzo de los profesionales”. 

Aunque el número de ingresos por covid debería mantenerse en cifras bajas, la posible aparición de nuevas variantes les obliga a seguir en alerta. Asimismo, algunas de las ampliaciones de las UCI seguirían siendo necesarias por la reactivación de la actividad quirúrgica y la complejidad de los pacientes que ingresan es cada vez mayor. 

“Las unidades post-covid se crearon con la idea de que fueran temporales, pero no sabemos el final de esta historia”, advierte Joaquim Gea, director del comité de grado de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. “Hay muchos pacientes con alteraciones funcionales pero no muy limitados en su vida diaria y luego hay un subgrupo, mucho más pequeño, con secuelas permanentes”.

Más allá de la covid, opina que “el sistema había ido a potenciar la atención al crónico con envejecimiento y eso es lógico, pero debería tener también previsiones para resolver las situaciones agudas con riesgo vital, porque no nos podemos permitir improvisar”. Por otra parte, se han creado en casi todos los hospitales unidades de semicríticos respiratorios que sirven para evitar que el paciente llegue a la UCI. “Tienen que dotarlas de estructuras más estables, porque las posibilidades de que haya nuevas entidades como el coronavirus son altas”.

Los efectos de la pandemia en la futura oferta de plazas MIR dependerán en parte de las secuelas de los pacientes infectados y los casos de covid persistente

Juan Antonio Vargas, presidente de la Comisión Nacional de Medicina Interna, cree que “la pandemia ha dejado clara la necesidad de contar con plantillas adecuadas, en las que los internistas han tenido un papel destacado. Para dar una opinión bien fundamentada deberíamos tener la previsión de jubilaciones de los próximos años, de la que no disponemos. Pero si se ofertasen menos plazas de las acreditadas, penalizaría a hospitales más pequeños o periféricos”. 

Además, cree que se debe estabilizar a los internistas con contratos de refuerzo dado el número de pacientes con covid persistente (entre un 10-30% de los infectados). Estos necesitarán atención multidisciplinar, que debería estar liderada por Interna, defiende.

El aumento de plazas MIR debe hacerse analizando bien los recursos, señalan varias fuentes. Por ejemplo, José Miguel Cisneros, portavoz y expresidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, dice que se está solicitando la acreditación de nuevos centros y plazas, “pero hay que tener mucho cuidado con que se haga en centros con una plantilla estructural suficiente para formar residentes, no basada en aumentos coyunturales por la pandemia”. 

Asegura que actualmente no hay especialistas disponibles en las bolsas de trabajo de Microbiología. Por otro lado, “lo que sí debemos aprender es que las guardias de Microbiología son esenciales y para ello será necesario mantener el número de plazas actual o aumentarlo ligeramente. Como esto no ocurra, una vez controlada la covid, puede haber un número importante de especialistas con dificultades para encontrar empleo”. 

En cuanto a Enfermedades Infecciosas, “a diferencia del resto de países europeos, la especialidad aún no ha sido reconocida en España, una situación anacrónica e injustificable con graves consecuencias para la salud de los ciudadanos”.

Calidad formativa

Sheila Justo, secretaria de MIR del sindicato CESM, recuerda que los diferentes estudios demográficos sobre los profesionales “indican que somos una población envejecida, así que habría que ver a cuántos MIR hace falta formar, pero también mejorar las condiciones laborales, para asegurarnos de que siguen quedándose en España, y analizar la calidad de la formación de los nuevos especialistas”. 

Sostiene que, “a pesar de que tenemos buena fama en la formación MIR, la auditoría docente se ha vuelto un mero trámite. Si hay necesidad, habrá que aumentar las plazas, pero en base a un criterio de calidad, y si falla la herramienta para medirla objetivamente...”.

La Comisión de Medicina de Familia planteó “una oferta de todas las plazas acreditadas, condicionados por la previsión de jubilación de los tutores y la actual sobrecarga y desgaste de los profesionales”, argumenta su presidenta, Ana Arbáizar. “La pandemia ha puesto aún más en evidencia la necesidad de mejoras en el SNS. La precariedad y necesidad de recambio de profesionales se ha incrementado con la covid, lo que dificulta el incremento de la oferta”.

Sheila Justo (CESM): "Habría que ver a cuántos MIR hace falta formar, pero también mejorar las condiciones laborales y analizar la calidad de la formación de los nuevos especialistas”

A pesar del aumento de plazas de Familia en los últimos años, “faltaría analizar la situación laboral de los jóvenes, si de verdad forman parte de primaria. No tenemos capacidad de incremento y nos preocupa la falta de recursos para garantizar la formación de calidad para los MIR en su perfil asistencial, docente e investigador”.

José Augusto García Navarro, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, asegura que las plazas de especialista están muy por debajo de las necesidades crecientes de la población, una situación que se ha puesto de manifiesto con la pandemia: “Sería necesario formar al menos tres veces más MIR en Geriatría y probablemente al menos duplicar el número de servicios acreditados”. También apuesta por incrementar el número de enfermeras geriátricas y especialistas en psicogeriatría por la prevalencia cada vez mayor de trastornos de salud mental en los mayores.

Imma Caballé, presidenta de la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio, dice que “las necesidades de nuevos profesionales y la insuficiencia de plazas de formación ya se habían constatado antes de la covid. Hay que revisar la situación con urgencia, pues en los próximos 5 años va a jubilarse un porcentaje muy elevado de los profesionales del laboratorio. Las nuevas plazas de formación pueden absorberse, pero hace falta dotarlas de los recursos necesarios”. 

La mayoría de especialidades MIR ofertan para 2022 más del 90% de sus plazas acreditadas. Sanidad ya ha puesto en marcha un nuevo estudio de necesidades hasta 2035. coronavirus Off Nuria Monsó. Madrid Profesión MIR MIR MIR MIR MIR MIR MIR MIR Off

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