viernes, 13 de enero de 2023

Actualización 2022 del diccionario académico: ¿qué hay de nuevo? (y II)

Fernando Navarro
Fernando Navarro
Vie, 13/01/2023 - 10:23
Vocablos novedosos
Voces como aminoglucósido, biopsiar, telecirugía y viagra siguen fuera del diccionario académico.
Voces como aminoglucósido, biopsiar, telecirugía y viagra siguen fuera del diccionario académico.

Cuando hablo de novedades incorporadas al Diccionario de la lengua española (DLE) en esta versión 23.6 del pasado mes de diciembre, no solo me refiero a palabras sueltas, sino también a formas complejas como cerdo vietnamita, comercio electrónico, energía termosolar, gafas nasales (o gafas de oxígeno), inteligencia de datos, líquido sinovial, minería de datos, motor de búsqueda, músculo isquiotibial, obsolescencia programada, placa de Petri y vida útil. Según voy tecleando, imagino la sorpresa del médico: ¿gafas nasales, líquido sinovial, músculo isquiotibial y placa de Petri son términos novedosos recién admitidos por la RAE en ¡diciembre de 2022!? ¡Pero si llevamos usándolos desde hace generaciones!

Y sí, ciertamente, en lo tocante a los lenguajes de especialidad ―como es el caso del lenguaje médico―, la RAE no se caracteriza por su rapidez a la hora de incorporar al diccionario normativo los términos que pasan a ser de uso común. En esta actualización 23.6, incluso dejando fuera las simples variantes acentuales (como anámnesis, micrótomo y triada, que apenas revisten carácter de novedad, puesto que en el diccionario figuraban ya ‘anamnesis’, ‘microtomo’ y ‘tríada’), podemos comprobar cómo la mayor parte de las incorporaciones del ámbito biomédico son términos bien conocidos y muy usados desde antiguo: álgico, amibiasis, angiotensina, anósmico, anteversión, anticoagulación, anticoagular, antiestrogénico, antiestrógeno, araquidónico, bariatría (y bariatra), birracial, cardioversión, cetoacidosis, cortisol, cromoterapia, esfigmomanómetro, exéresis, fitopatógeno, giardia, giardiasis, glicerol, glifosato, haplotipo, heredabilidad, hipergonadismo, hiperinmune, hiperoxemia, hipertérmico, hipervolemia, hipoactividad, hipoactivo, hipodermis, hipoestesia, hipoplasia, hipotensivo, hipotrofia (e hipotrófico), hipoventilación, hipoxemia, histeroscopia (e histeroscopio), homocisteína, homogenización, homogenizar, imago, inmunofluorescencia, isquiotibial, lidocaína, mamitis, manometría, melanocito, miocardiopatía, mioclonía (o mioclonia), mioclónico, monodosis, mosaicismo, nanociencia, nanomedicina, nanométrico, neurocientífico, nosocomial, periodontal, precanceroso, preprandial, proteinuria, provitamina, quimerismo, reductasa, saciante, sobreesfuerzo (o sobresfuerzo), supercentenario, tamoxifeno, teratogénesis, teratogenia, tosido, traccionar, tricíclico, unidosis, ventilatorio, volemia, xenobiótico, xilocaína.

El goteo de anglicismos prosigue, como desde hace cuarenta años, imparable: llegan al diccionario académico en esta ocasión anglicismos médicos como depleción e incidentaloma. Lo cual no quiere decir, por supuesto, que deban usarse por fuerza; seguimos disponiendo ―hoy como ayer― de alternativas más claras y acordes con el genio de nuestra lengua. En inglés, depletion es un término correctamente formado a partir del verbo to deplete (disminuir); en español, en cambio, donde no tenemos un verbo *depletar*, considero preferible seguir hablando de ‘disminución’, ‘reducción’, ‘pérdida’ o ‘agotamiento’. Y si en inglés califican de incidental a lo que es casual o fortuito, parece lógico que al hallazgo casual de una masa tumoral al hacer una radiografía, una ecografía, una TAC o una resonancia magnética por otro motivo cualquiera lo llamemos incidentaloma en inglés, pero ‘casualoma’ o ‘fortuitoma’ en español, por mucho que la RAE ―y es una lástima― no registre aún estos tecnicismos, y sí el anglicismo flagrante. Otros dos anglicismos que nos llegan con la versión 23.6 son dildo (consolador) y el verbo revisitar (revisar, reconsiderar, replantearse).

Aprecio asimismo la influencia del inglés big (grande) en macrodatos, admitido ahora por la RAE para los big data del inglés o datos masivos (que entran también como forma compleja en esta versión 23.6). Si, como he explicado aquí mismo, estos datos masivos no son en realidad más grandes ni de mayor tamaño que los datos corrientes y molientes, sino más abundantes o numerosos, lo propio sería decir en español ‘miriadatos’ (griego μυρία myría: innumerables, muy numerosos), aunque la RAE no reconozca aún el neologismo.

Para expresar relación con la traducción y los traductores, sigue fuera del diccionario el adjetivo ‘traductoril’, pero entran sendas nuevas acepciones de traductor y traslaticio (sobre este último planea la larga sombra del inglés translation, traducción). Una vez más, la eterna duda: ¿llega esta nueva acepción de ‘translaticio’ al diccionario académico porque los hablantes han dado en usarla con frecuencia suficiente y la RAE se limita a dar fe de tal uso, o más bien porque ha contado con un padrino dentro de la casa? Lo primero no parece, a juzgar por la irrisoria frecuencia de aparición de esta nueva acepción de ‘traslaticio’ en los corpus CORDE y CREA de referencia. Lo segundo parece más, a juzgar por el hecho de que Javier Marías, traductor excelso, académico de la Española y anglófilo empedernido, hizo en vida gala de su empeño por conseguir que ‘traslaticio’ llegara al DLE; y en España, como sabemos, «el que tiene padrino se bautiza, y el que no, se queda moro».

Son legión las palabras de uso común que siguen pendientes de ingresar en el diccionario académico; sin ánimo ninguno de exhaustividad, y echando mano tan solo de algunas de las que más oigo en mi entorno, todas las siguientes: batamanta, bioterrorismo, brasería, brillibrilli, cafeinómano, cani, ciberataque, ciberestafa, ciberseminario, copipegar, crocs, cuatroojos, dana, desvirtualizar, electrolinera, farlopa, feminazi, fresquíbiris, gólem, guasapear, guglear, heteropatriarcado, internético, legitimizar, macadamia, macrogranja, magufo, metadato, mullidez, multiverso, musealizar, oscarizado, pasmina, perroflauta, pichafloja, pipicán, pitufo, porfa, postapocalíptico, preboda, precalentar, racializado, ramen, raruno, SOS, teletrabajar, tiktok, transfobia, trastataranieto, trívial, ultraprocesado, viejuno, vintage, wasabi, yutubero, yuyu.

No digamos ya, claro está, si vuelvo los ojos hacia mi lenguaje de especialidad. No acabo de entender por qué ‘farmacocinética’ está en el DLE desde el año 2001 y ‘farmacodinámica’, en cambio, sigue esperando fuera. O por qué han entrado en esta última actualización la lidocaína y el tamoxifeno mientras siguen fuera aminoglucósido, glucocorticoide, nolotil, omeprazol, ventolín y viagra. Como siguen fuera también tantas otras palabras que veo usar un día sí y otro también dentro y fuera de nuestros hospitales, consultorios y salas de espera; sin necesidad de rebuscar mucho: ambulanciero, antienvejecimiento, antihipertensor, antivacunas, bifidobacteria, biofarmacéutico, biopsiar, biosimilar, bloqueante, cardioprotector, cardiosaludable, centro de salud, ciatalgia, citotóxico, cuentitis, disfunción eréctil, ensayo clínico, epigenoma, exitus, exploración clínica, gestágeno, hemoterapia, hidroalcohólico, hiperdistensión, hiperpigmentado, hipovolémico, implantología, inmunomodulador, interleucina, intramedular, intraoperatorio, macrólido, marcador tumoral, microrrotura, multiorgánico, murino, neumocócico, neuroplasticidad, neurorrehabilitación, nocebo, osmolaridad, osteosíntesis, ovodonación, oximetría, parada cardiorrespiratoria, policontusionado, polimedicar, politraumatizado, pulsioximetría (y pulsioxímetro), piercing, politerapia, posvacunal, preadolescente, prepandémico, psicosexual, quimioterápico, radiofármaco, reanálisis, retinoide, sociosanitario, subunidad, tarjeta sanitaria, telecirugía, umami, unicompartimental, UVI móvil, videoconsulta.

Nunca llueve a gusto de todos, en fin, y sé bien que no es nada fácil compilar un diccionario de la lengua general que satisfaga a todos. Doy la enhorabuena, pues, al Instituto de Lexicografía de la RAE y a los académicos de la Española y de la Asale por la labor desarrollada en 2022. ¡Que el año 2023 sea igual de productivo, si no más!

Fernando A. Navarro

Anticoagular, cardioversión, gafas nasales, melanocito, placa de Petri y tamoxifeno, entre las nuevas incorporaciones al diccionario; también deleción, dildo e incidentaloma. Off Fernando A. Navarro Off

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