La especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias tendrá una duración "mínima" de 4 años y compartirá dos de esos años de formación con la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, lo que implicará, entre otras cosas, "la actualización en la formación de esta última especialidad.
El Ministerio de Sanidad, actualmente en funciones, ha sometido hoy a información pública uno de los proyectos de real decreto más anunciados y sucesivamente postergados de los últimos años, el que regulará la formación de los especialistas en Urgencias y Emergencias, algo que se preveía inminente (ésta vez sí) desde que el pasado 6 de junio el departamento que dirige José Manuel Miñones abriera una consulta previa sobre la oportunidad de la futura norma, sin entrar en su contenido. Ahora sí, el proyecto publicado hoy contiene lo mollar de la futura especialidad, y todas las partes interesadas tienen hasta el 28 de septiembre para remitir alegaciones y sugerencias al texto.
Como la propia Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) preveía, la formación MIR de la nueva especialidad tendrá una duración de 4 años, aunque el proyecto dice que esa será la duración "mínima", sin concretar más. Lo que sí está muy claro es que el 50% de ese periodo formativo (2 de los 4 años) los compartirá con una de las especialidades más reacias a la creación del nuevo título, la de Medicina Familiar y Comunitaria, que verá modificado su programa MIR. "Los nuevos programas formativos de las especialidades de Urgencias y Emergencias y Medicina Familiar y Comunitaria se elaborarán conforme a lo establecido en el artículo 21 de la LOPS". Literal.
Las competencias del periodo de formación común que compartirán ambas especialidades se elaborarán -puntualiza Sanidad- por una comisión específica integrada por 2 representantes de cada especialidad, elegidos entre los miembros de sus respectivas comisiones nacionales. Están, pues, condenados a entenderse. El proyecto ministerial también estipula, por cierto, como es preceptivo, la creación de la nueva Comisión Nacional de Medicina de Urgencias.
Y otra cosa muy importante, que, visto el tradicional enfrentamiento (al menos institucional) entre representantes de Urgencias y Familia y la obligación que tienen ahora de entenderse, suena a premio de consolación: los futuros urgenciólogos y los médicos de Familia que acrediten al menos 5 años de experiencia en sus respectivas especialidades podrán titularse en la otra cursando sólo 2 de los 4 años que duran sus respectivos MIR y aprobando "una prueba de evaluación de la competencia en el campo de la nueva especialidad". En definitiva, una suerte de vía alternativa de titulación para ambos colectivos.
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