miércoles, 28 de agosto de 2024

Mpox: "Hay que ayudar en el foco; dejar de mirarnos el ombligo y mandar recursos a África"

Medicina Preventiva y Salud Pública
cristinaff@uni…
Mar, 27/08/2024 - 13:14
Emergencia sanitaria

El pasado 14 de agosto, saltaron las alarmas cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó, de nuevo, la emergencia sanitaria internacional por una explosión de casos de una nueva variante de la viruela del mono (renombrada como mpox) en África.

La rápida propagación del virus desde República Democrática del Congo, el epicentro de las infecciones, a sus países vecinos y el "riesgo de expansión internacional más allá de África" exigían la llamada a la acción global, en palabras del director del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Desde entonces, la comunidad internacional sigue de cerca la evolución del patógeno, cuya incidencia ha seguido al alza. ¿Podría replicarse la situación en Europa? ¿Estamos ante un nuevo covid? Los expertos subrayan que hay muchas cuestiones que nos alejan completamente de ese escenario: la evaluación que han realizado tanto el Centro de Control de Enfermedades europeo (ECDC) como el Ministerio de Sanidad señalan que el riesgo de transmisión del patógeno en nuestro entorno es bajo. Pero también hay algo claro: "No podemos bajar la guardia. Hay que vigilar, estar preparado e iniciar una acción coordinada de ayuda". Así lo asegura María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y microbióloga del Hospital de A Coruña. "A día de hoy, la situación es de alarma en África y de alerta en el resto del mundo", remarca.

Los últimos datos, actualizados por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de África, hablan de 20.720 casos en lo que va de año (3.331 casos confirmados y 17.389 casos sospechosos) y 582 muertes en 13 países. 

Datos insuficientes de África

Son las cifras oficiales, pero "probablemente hay un infradiagnóstico de los contagios reales", expone Tomás, quien añade que, en la misma línea, todavía hay pocas certezas sobre distintos aspectos epidemiológicos, los modos de transmisión, la morbilidad y la mortalidad asociadas a las nuevas infecciones. "Hay incertidumbre" por la insuficiencia de los datos aportados por África en cuanto a la detección y notificación de casos y su capacidad de laboratorio, señala también el último informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), publicado el pasado 22 de agosto, donde también se advierte de que "los conflictos en curso y los desafíos humanitarios" en la zona obstaculizan la puesta en marcha de medidas de control y aumentan el riesgo de propagación.

La futura introducción de casos importados en Europa (ya se ha detectado uno en Suecia) y en España es más que probable. Pero los expertos no creen que se vaya a replicar aquí ni la transmisión sostenida que se está viendo en África ni la severidad de la enfermedad. En primer lugar, porque el virus no es un completo desconocido. "Es la segunda vez que la OMS emite una emergencia de salud pública internacional por viruela del mono", recuerda Mar Faraco, secretaria de la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior (AMSE) y jefa de Servicio de Sanidad Exterior en Huelva.

En 2022 ya se produjo un brote fuera de África, con casi 100.000 afectados y cuya principal vía de transmisión fue la sexual, principalmente entre hombres que tienen sexo con hombres. En aquel brote el protagonista fue un virus de la viruela del mono correspondiente a la variante o clado IIb, históricamente asociado a África Occidental. Su expansión se pudo controlar gracias a una estrategia coordinada, una experiencia que, asegura la especialista, también ayudará ante este nuevo brote, pese a que existen diferencias a tener en cuenta.

Los contagios entre hombres que tienen sexo con hombres no parece ser la principal vía de transmisión en este brote, en el que también se está dando una gran afectación de niños. Además, los responsables del brote actual son virus de otra variante, el clado I, que hasta ahora solo se habían detectado en la zona de África central y en el pasado se han asociado con síntomas más graves y un peor pronóstico. La tasa de mortalidad del brote actual es alta, de casi el  3%, particularmente entre los menores.

De cualquier forma, los especialistas recuerdan que hay que tener en cuenta las circunstancias del continente africano para interpretar esos datos.

La influencia del entorno

Ni la situación socioeconómica, ni la fortaleza de los sistemas de salud, ni las circunstancias epidemiológicas son ajenas a la evolución del brote. "El entorno también influye", remarca Raúl Rivas, catedrático de Microbiología y director del grupo de Interacciones Microbianas de la Universidad de Salamanca. "Hay que tener en cuenta el impacto que tienen en África, en muchos casos en menores de 15 años, enfermedades como el VIH, la malaria y otros trastornos que debilitan el sistema inmunitario. Todo esto puede hacer que la infección actúe de manera más agresiva", apunta.  

La mpox, declarada emergencia de salud pública por la OMS, España tiene una reserva suficiente de vacunas para mpox y se podría ampliar, Mpox: completar la pauta de vacunación "es un desafío"
El acceso a la Sanidad que existe en países como la República Democrática del Congo también cumple un papel fundamental en la evolución del brote, aña
Distintos expertos creen que no se va a replicar aquí ni la transmisión que se da en África ni la severidad de la enfermedad, pero piden una actuación global para frenar el brote. Off Cristina G. Lucio Microbiología y Enfermedades Infecciosas Política y Normativa Enfermería Off

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