La farmacia hospitalaria ha incrementado, en los últimos años, su labor docente, su papel investigador y asistencial y su presencia en las distintas unidades clínicas. Son algunas de las conclusiones que se desprenden del Libro Blanco de la Farmacia Hospitalaria 2020, un informe elaborado por la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), que muestra una amplia radiografía sobre cómo ha sido el avance profesional de 2014 a 2018. Este documento, que actualiza los datos del anterior (publicado en 2015), ha sido elaborado a partir de una encuesta realizada a 200 hospitales públicos y privados de todo el territorio nacional con datos sobre infraestructuras, recursos y actividad.
“En líneas generales, se ha percibido un crecimiento en todas las áreas de actuación y en toda la cartera de servicios”, explica a este periódico Montserrat Pérez Encinas, coordinadora del informe, miembro de la SEFH y jefa del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Fundación Alcorcón (Madrid). “Este crecimiento se debe a la convicción que hay sobre el potencial que tiene la farmacia hospitalaria”, asegura.
Entre los datos de ámbito más general, el informe refleja que cada servicio de farmacia hospitalaria cuenta de media con 5,3 facultativos especialistas de área, siendo este dato mayor en los centros públicos (7,3) que en los privados (2,3).
Junto a esto, tal y como explica Pérez Encinas, el informe recoge cómo se ha potenciado el rol del farmacéutico en las distintas unidades clínicas del hospital: “Se mantiene la presencia que ya teníamos en unidades como Oncología, Urgencias, Geriatría, Cuidados Intensivos y Programas de Optimización de Uso de Antibióticos (PROA); y se ha integrado al farmacéutico en otras, como Neumología, Neurología, Reumatología y Digestivo”.
Iniciativa propia
Las áreas de Investigación y Docencia son, sin duda, dos campos en los que se ha crecido de manera notable. En la primera, no sólo se ha duplicado la presencia del farmacéutico en los distintos grupos de trabajo de interés profesional, sino que además se ha potenciado la labor investigadora que nace del propio servicio de farmacia. “En los tres últimos años, los servicios de farmacia han sido los promotores de 248 estudios y ensayos clínicos; cuatro de ellos en el ámbito internacional”, subraya Pérez Encinas.
También se ha percibido un aumento del 35% con respecto a los datos de 2014 en el número de especialistas que cuenta con el título de Doctor. De media, cada servicio de farmacia cuenta con 1,3 doctores, con mayor representación en los hospitales de titularidad pública. Además, con respecto al informe anterior, también se muestra un crecimiento del 38% en la cifra de farmacéuticos que cuentan con la certificación BPS (Board of Pharmacy Specialties).
En el ámbito formativo, se revela un aumento tanto de los convenios con universidades para docencia de prácticas tuteladas, como de los trabajos de fin de Grado (TFG) que se realizan en los servicios de farmacia.
Normas de calidad
En lo que respecta a calidad y acreditación, el informe apunta que más de la mitad de los servicios cuentan con una norma de calidad, siendo la más extendida la Norma de la Serie ISO 9000, que está presente en un 75,1% de los hospitales acreditados. Sin embargo, es destacable el incremento que ha habido en la acreditación del Modelo Joint Commission (de la que disponen un 10,9% de los centros acreditados), que se ha duplicado con respecto a los datos de 2014.
Dentro de la actividad por grupos de pacientes, junto al paciente ingresado, ha crecido la atención al ambulante, y muy especialmente al externo. De hecho, los servicios de farmacia atendieron en 2018 a 986.410 pacientes externos (927.740 en el ámbito público y 58.670 en el privado). “En cuatro años, hemos pasado de atender a 750.000 pacientes externos a rondar casi el millón”, destaca la coordinadora del informe.
Esta mayor atención al externo se extrapola a las cifras del gasto farmacéutico hospitalario: en los centros públicos, en 2018, el paciente externo copó un 44,2% de ese gasto; en el caso de los privados, la cifra fue de un 20,5%.
El informe también revela que se ha potenciado el área de fabricación de medicamentos, tanto estériles como no estériles. “Ha crecido el número de formas que se elaboran, destacando especialmente algunas como las oftálmicas y los medicamentos biológicos”, confirma Pérez Encinas.
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