domingo, 28 de febrero de 2021

El 'daño colateral' de la covid en nuestro esqueleto

Cirugía Ortopédica y Traumatología
soniamoreno
Dom, 28/02/2021 - 08:00
Teletrabajo y falta de movilidad, detrás de lesiones musculoesqueléticas
Mujer estirándose frente a una ventana.
Los trastornos musculoesqueléticos, impacto de la falta de movilidad por los confinamientos.

A finales del pasado marzo, se calcula que más de 3,4 mil millones de personas en 84 países fueron confinadas en sus hogares, lo que potencialmente se traduce en muchos millones de trabajadores expuestos temporalmente al teletrabajo. Según una estimación, la cantidad de estadounidenses que trabajaron  desde casa se incrementó a más de 80 millones (en 2017, fue de 3,7 millones).

Estos datos, aportados por José Tabuenca, jefe del servicio de Traumatología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, ilustran el amplio porcentaje de personas que, con este brusco cambio del entorno laboral (normalmente, sin la preparación necesaria) pueden acabar desarrollando problemas traumatológicos. Detrás de ellos suele estar una inadecuada adaptación de las ubicaciones a las medidas ergonómicas (altura del ordenador, tipo de silla) y una importante limitación de la movilidad sobrevenida por el confinamiento, que ha eliminado de la vida diaria rutinas como caminar o subir escaleras.  

El número de personas que acuden a una consulta por teletrabajo se ha incrementado de forma muy elevada, "no cuantificada, ya que antes de la pandemia no recogíamos cuantas personas teletrabajaban”, apunta Tabuenca.

Entre las lesiones musculoesqueléticas asociadas a teletrabajar más frecuentes, y bien conocidas desde hace años, el traumatólogo enumera, por grupos musculares, las contracturas en columna; tendinitis y pérdida de movilidad en hombros (“hombro congelado”); epicondilitis en el codo (lo que también se conoce como codo del tenista);  tendinitis de dedos de la mano o muñeca; trocanteritis o contracturas en los glúteos medios, dolor femoropatelar (condromalacia) en rodillas.

Para evitar la aparición de lesiones, Tabuenca recomienda “vestirse para trabajar, pasear un rato antes de comenzar como si fuéramos al trabajo e intentar respetar en lo posible las medidas ergonómicas de nuestros centros de trabajo domiciliarios. También ayuda andar mientras hablamos por teléfono en casa y no permanecer sentado durante largos periodos de tiempo”.

La recuperación tras el implante de prótesis

Continuando con el impacto de la falta de movilidad por los confinamientos, un capítulo aparte merecen los pacientes que han sido sometidos al implante de una prótesis (cadera o rodilla): “Las recuperaciones están siendo más lentas que en la época pre-covid”, asegura Tabuenca.

“Aquí hablamos de pacientes intervenidos los meses previos al decreto de estado de alarma. Hay que recordar que durante la pandemia de covid-19 se dejó de operar a más del 90% de los pacientes que precisaban una prótesis de cadera o de rodilla, que también está teniendo sus consecuencias”, matiza el especialista.

A los pacientes que son intervenidos de una prótesis de cadera se les recomienda un programa formal de actividades sin supervisión, “ya que se ha demostrado que es igual  de eficaz que una fisioterapia supervisada. Sin embargo, ciertos pacientes con una función independiente inadecuada pueden seguir beneficiándose de la fisioterapia supervisada. En ambos casos, el estado de alarma les afectó. En el primer caso, ante la imposibilidad de salir a pasear para recuperar la funcionalidad de la cadera o de la rodilla y en el segundo caso al cerrarse todos los centros de rehabilitación”.

No obstante, puesto que el cierre ha sido temporal,  “el resultado al año de la cirugía ha sido satisfactorio en  la mayoría de los casos”, concluye.

Deportistas domiciliarios

José Tabuenca, jefe del servicio de Traumatología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid
José Tabuenca, jefe del servicio de Traumatología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid

El Servicio de Traumatología también ha observado la llegada a las consultas de deportistas domiciliarios: “Antes del confinamiento realizaban actividad física en el exterior, cambiaron al interior durante el confinamiento y, en muchas ocasiones, siguen realizándolo en casa. No han vuelto a los gimnasios, porque aún les da respeto y realizan tablas de Cross-Fit o Tabata siguiendo videotutoriales que en la mayoría de las ocasiones no están adaptados a su estado físico o que realizan sin el material adecuado (usando de litros de leche como pesas o cubos de agua) o en entornos mucho más reducidos. Es frecuente que estas personas efectúen una actividad más agresiva de la que hacían previamente y no sigan el proceso de calentamiento, fortalecimiento, entrenamiento intenso y estiramientos”, analiza Tabuenca que observa en este grupo de pacientes lesiones musculares, generalmente en los músculos grandes del cuerpo, como isquiotibiales o cuádriceps en los miembros inferiores; también es común la lesión de hombro.

Y junto a ese grupo de deportistas, los mayores que realizaban una actividad física ligera de mantenimiento y que por el confinamiento han dejado de hacerla para permanecer la mayor parte del día en su casa también pueden sufrir un empeoramiento muscular. “Pese a que caminen dentro de sus domicilios, no lo hacen de forma suficiente. Este parón les ha causado más atrofia, menor capacidad para movilizar grupos musculares y un incremento de caídas. Este grupo nos llega a consulta refiriendo problemas para caminar y dolores indefinidos. En muchos casos nos resulta complicado medir el grado de atrofia porque no tenemos sus valores previos de movilidad. También hemos observado en este grupo problemas nutricionales”.

Parestesias en covid

Sobre eventuales efectos directos de la infección por el SARS-CoV-2 en los trastornos asociados al teletrabajo, Tabuenca comenta a DM que “la presencia de parestesias periféricas, es decir, la sensación anormal de cosquilleo, calor o frío en las manos como lo que ocurre en los afectados de un síndrome túnel carpiano está pobremente descrito en la literatura. En un estudio realizado en el Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Universitario Infanta Leonor de Vallecas (Madrid) se objetivo parestesias en un 35% de los pacientes afectos de covid. La mayoría de las parestesias afectaban a miembros superiores, en concreto a la mano. La clínica descrita fue similar a la cínica del síndrome del túnel del carpo, lo que podría ser un empeoramiento de una patología subyacente previa. En ningún caso se apreció déficit motor asociado a la clínica de parestesias. Pero, como comentan los autores, la valoración telefónica es muy limitada para sacar una conclusión clara. En nuestro Servicio no hemos objetivado un aumento significativo de cirugías de túnel del carpo secundarios a infección por SARS-CoV-2”.

La reducción general de la movilidad y el trabajo en casa (normalmente con poco fundamento ergonómico) están pasando factura a nuestro sistema locomotor coronavirus Off Sonia Moreno Cirugía Ortopédica y Traumatología Off

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