viernes, 26 de febrero de 2021

La diálisis peritoneal es segura y eficaz en trasplantados no renales

Trasplantes
Josezarate
Vie, 26/02/2021 - 15:34
La tasa de peritonitis es más baja que en dializados no trasplantados
Diálisis hospitalaria.
La diálisis domiciliaria puede ofrecerse a más trasplantados de lo que se hace hasta ahora.

La enfermedad renal crónica es una de las patologías con mayor riesgo de desarrollo en los pacientes trasplantados de órganos sólidos distintos al riñón, que pueden ser tratados, llegado el caso, mediante hemodiálisis o diálisis peritoneal, que se puede realizar en el domicilio del paciente.

La cuestión es que la diálisis peritoneal es una técnica hasta ahora no muy implantada, sobre todo en pacientes con un trasplante de órgano distinto al riñón, porque se temía una mayor incidencia de infecciones y de complicaciones en dicho subgrupo, explica Ana Cristina Andrade, de la Unidad de Gestión Clínica de Nefrología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

Su equipo ha presentado en el VI Congreso de la Sociedad Española de Trasplante un trabajo que muestra que los pacientes con un trasplante de órgano sólido en tratamiento de diálisis peritoneal no tienen mayor tasa de infecciones y otras complicaciones no infecciosas derivadas de la aplicación de esta técnica.

El estudio incluyó el análisis y seguimiento de receptores de trasplante de un órgano sólido que iniciaron diálisis peritoneal entre 2012 y 2019. En concreto, se incluyeron siete pacientes con trasplante cardiaco, dos con trasplante hepático y uno con un trasplante bipulmonar.

Andrade explica que hasta ahora se temía que la diálisis peritoneal en estos pacientes podía aumentar la probabilidad de infecciones u otras complicaciones, debido a que se encuentran en tratamiento con fármacos inmunosupresores para disminuir el riesgo de rechazo, “unido al hecho de utilizar y manipular un dispositivo externo como es el catéter conectado a la pared abdominal del paciente para llevar a cabo el procedimiento”.

Mayor desarrollo

Frente a esta hipótesis lo que han visto es que la tasa de peritonitis, principal complicación en los pacientes renales en diálisis peritoneal, es más baja en los trasplantados que en los no trasplantados en diálisis peritoneal, con una tasa de 0,1 episodios por paciente y año en el primer grupo frente a 0,5 en el segundo grupo. La diálisis peritoneal se perfila así como “una técnica domiciliaria eficaz y segura”, destaca Andrade, quien augura que es un procedimiento llamado a tener un mayor desarrollo, a medida que sus beneficios son conocidos tanto por los especialistas como por los pacientes.

“Es una técnica que puede ir ganando terreno en detrimento de la hemodiálisis si se la ofrecemos a los pacientes en los que pueda estar indicada y les entrenamos adecuadamente sobre cómo llevarla a cabo”.

En la misma línea Andrade destaca la importancia de que los especialistas que se encargan del seguimiento de los pacientes trasplantados de órgano sólido no renal deriven “de forma temprana a nuestras consultas a quienes presenten una enfermedad renal crónica para una valoración conjunta, y “de precisar una técnica de reemplazo renal, ofrecerles la diálisis peritoneal como una posibilidad, y en caso de aceptarla, programar su inicio con el entrenamiento previo oportuno”.

Según el estudio llevado a cabo en el HUCA los pacientes trasplantados de corazón son los que mejor toleran la diálisis peritoneal. En el caso de los trasplantados hepáticos en ocasiones puede no ser posible la indicación si presentan lesión en el peritoneo, por ser esta la membrana que se utiliza para realizar la diálisis.

Más fisiológica

Se calcula que un 20% de los pacientes trasplantados de órgano sólido distinto al riñón van a desarrollar enfermedad renal y de ellos un 30% van a necesitar diálisis, datos que avalan el interés de contar con una técnica eficaz y segura que los pacientes pueden realizar en su domicilio, “lo que evita visitas al hospital y aumenta su autonomía”.

Además, la diálisis peritoneal al realizarse de forma continua resulta más fisiológica para el organismo, con lo que disminuye el riesgo de aparición de cambios bruscos en la presión arterial, más frecuentes en el tratamiento con hemodiálisis, lo cual resulta un factor importante para preservar durante más tiempo la función renal residual y conservar así la capacidad del organismo de continuar eliminando toxinas.

Un estudio realizado por el Hospital Central de Asturias revela que puede ofrecerse con seguridad a pacientes trasplantados de órgano sólido no renal. Off Covadonga Díaz Off

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