Después de la gran cita de los exámenes MIR, FIR y EIR, celebrados el pasado 27 de marzo, han llegado las notas provisionales, y a falta de la lista definitiva de resultados, se abre un nuevo horizonte para todos aquellos que han superado la nota de corte: la elección de plaza.
Sanidad ha confirmado que la elección de especialidad se mantendrá telemática al igual que el año pasado, a pesar de que la plataforma FSE unida mantiene la demanda de una asignación presencial.
Pero mientras, los opositores deben pensar en la gran decisión: ¿qué especialidad elegir? La elección marcará su futuro, y aunque los médicos podrán elegir entre 44 especialidades, mientras que los farmacéuticos y enfermeros sólo tienen 6 alternativas, las motivaciones de cada uno de ellos son similares.
Los profesionales en formación sanitaria especialidad dan las claves para esta importante decisión.
¿Vocación o salidas profesionales?
"Lo primero es la vocación, aquello que más le guste a cada opositor", aseguran desde MIRCoach, agencia de coaching especializada en el estudiante que se prepara el examen MIR. Aconsejan elegir lo que más guste, ya que la medicina es muy amplia y cuenta con muchas subdisciplinas. "Por suerte en Medicina no hay demasiado paro y al final, tarde o temprano, todo el mundo acaba encontrando trabajo, por lo que ese no es un factor determinante para elegir especialidad".
Desde Ifses, academia especializada en opositores que se presentan al EIR, opinan igual: "El enfoque debe ser mayormente vocacional, elegir la especialidad en función del área que más te gustaría ejercer es seguro la decisión más acertada". Sin embargo, apuntan que la toma de la decisión es multifactorial, donde entra aspectos personales y otros factores externos como la unidad docente, el área de trabajo, el número de residentes, las experiencias previas, la cercanía del lugar de residencia, las rotaciones internas y externas, las guardias, el ambiente laboral... Desde esta academia recomiendan hacer un listado previo de preferencias para valorar todos estos aspectos y acudir a las jornadas de puertas abiertas para residentes, así como utilizar las redes sociales para ponerse en contacto con residentes, y preguntarles sus experiencias durante la especialidad. "Aprovechad este tipo de oportunidades".
"Algunos se moverán por la especialidad y otros por el hospital o por la ciudad. Lo ideal es que pongan todo en una balanza y se comience a hacer un listado de preferencias, apuntan desde la academia GoFIR, especializada en la formación para el examen FIR.
Otros factores por los que se guían los opositores, según apuntan desde la MIRCoach, es la calidad de vida y la capacidad adquisitiva que se puede conseguir con cada especialidad. Ciertas especialidades pueden permitir tener consulta privada donde realmente se puede ganar dinero respecto a otras. "Nosotros no nos metemos ahí, cada persona es un mundo y tiene que decidir por sí misma. Nosotros siempre recomendamos, sobre todo, que elijan en función de su vocación". Además, "algunas especialidades gozan de mejor calidad de vida y otras menos, por lo que también hay que tenerlo en cuenta".
"Es importante buscar el equilibrio", entre vocación y salidas profesionales comentan desde Ifses. "Lo conveniente es conocer previamente qué se hace durante la especialidad porque a veces tenemos desconocimientos o prejuicios que nos impiden saber que es lo correcto". En GoFIR creen que "si una persona tiene una vocación muy fuerte hacia una especialidad en concreto debe seguir esa corazonada, puesto que seguro se convertirá en un experto o experta en la materia".
La personalidad del individuo también condiciona la elección de plaza, ya que en función de cómo sea encajará mejor en una especialidad que en otra. "Hay especialidades que piden ser una persona muy resolutiva, otras precisan de personas muy analíticas, que les guste mucho pensar, mientras otras son más prácticas, por ejemplo, las quirúrgicas, y son más de buscar un perfil más resolutivo", dicen desde MIRCoach. A la hora de hacer guardias también hay que tener en cuenta la personalidad, ya que en ciertas especialidades como pueden ser cardiología, medicina intensiva o anestesia hay que estar muy atento a los pacientes críticos, mientras que en otras las guardias son más tranquilas. "A grandes rasgos, podríamos decir que tendríamos dos tipos de personalidades, personas que les gusta en mayor medida la acción y las personas que les gusta algo más tranquilo y razonado", apuntan.
"La personalidad es una característica innata del profesional, pero influye mucho lo que haya vivido o en los campos de la enfermería que haya practicado o ejercido. Una persona que vive con pasión su trabajo , hará lo que le gusta y lo ejercerá con pasión", dicen desde Ifses. "Más que en la elección de la especialidad como tal, sobre todo la personalidad influye en el hecho de ser residente y futuro especialista", apuntan desde la academia FIR.
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