Farmacia gran vía 51, en Madrid, es fruto del traslado en febrero de la botica de Jesús Fernández, su titular. “La ubicación original estaba en un local de 50 m2 en dos plantas, que impedía dar el servicio que el usuario de la Gran Vía requería".
Durante cien años la primera farmacia realizó una gran labor en la zona, pero el desarrollo turístico, comercial y de ocio del centro de Madrid exigía un local mejor: Farmacia Gran Vía 51 tiene 220 m2 en dos plantas, de los cuales 85 se destinan a espacio de atención al cliente.
“Antes del traslado, el especialista en geolocalización Geofarma determinó que se necesitaba un espacio más grande para exponer un mayor número de productos y ofrecer servicios, algo impensable para las oficinas de la zona debido a sus reducidas dimensiones”, explica Fernández.
De hecho, esta botica -que emplea a 5 farmacéuticos y 7 auxiliares multilingües- también se diferencia de otras de la zona porque incorpora los últimos avances tecnológicos, como un robot dispensador, pantalla quiosco en zona de ventas, pantallas dispensadoras en mostrador, máquina de efectivo, pantalla led en escaparate y wifi gratuito para clientes; así como la venta por internet o el click and collect que tanto demandan los usuarios.
Si no estás satisfecho...
Sin dejar de ser una farmacia clásica para dispensación de medicamentos de prescripción, Gran Vía 51 está especializada en solucionar los problemas de salud y necesidades de belleza y bienestar del cliente.
“Conseguimos cualquier producto disponible en el mercado en un plazo máximo de 4 horas. Nos gustaría remarcar, además, la garantía de calidad que ofrecemos, salvo con medicamentos: si el cliente no está satisfecho, se le devuelve el dinero”, asegura Fernández.
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