Enfermería quiere tener presencia activa en los ámbitos donde se toman las decisiones políticas. En los últimos años se han dado pasos en esa dirección pero aún queda mucho camino por recorrer. Una de las vías es la creación de direcciones generales de Cuidados, al frente de las cuales estén enfermeras. La profesión considera que el camino iniciado no tiene vuelta atrás y que el ritmo debe acelerarse.
Así han coincidido en señalarlo Diego Ayuso, secretario del Consejo General de Enfermería, y María del Carmen Sellan Soto, profesora titular de Enfermería de la Universidad Autónoma de Madrid, en el transcurso de una jornada titulada Las enfermeras en la industria de la salud. Resiliencia, innovación y transformación del sector, organizada por el Colegio de Enfermería de Cantabria y el Gobierno de dicha comunidad.
Ambos ponentes han destacado la importancia de las competencias, la formación y la responsabilidad de la Enfermería y han coincido en que, aunque la pandemia ha podido marcar un punto de inflexión, su visibilización por la sociedad es aún muy insuficiente.
Ayuso ha ofrecido algunos datos que demuestran la importancia de la profesión enfermera en España, un colectivo que integran 325.000 profesionales, “el grupo sanitario más numeroso si tenemos en cuenta que los médicos son unos 250.000”.
La pandemia ha servido para visibilizar también la resiliencia del colectivo que ha afrontado un crecimiento exponencial de su actividad, tanto en los hospitales, como en los centros de salud y en el ámbito sociosanitario. “Pero es cierto que buena parte de la sociedad sigue sin conocer lo que enfermería hace en cuidados, en gestión, en investigación o en docencia”.
Ayuso ha explicado que un 60% de la plantilla de un hospital del máximo nivel como el Hospital Universitario de Valdecilla son enfermeras, con la importancia que esto supone en cuanto a organización de recursos humanos y económicos. Además, “solo en materiales; es decir, en capítulo 2, se pueden gestionar unos 40 o 50 millones de euros y ahí el papel de enfermería es fundamental para el control y buen uso de esos recursos”.
Aumentar las direcciones de Cuidados
La participación de Enfermería en la gestión de los centros sanitarios es clave “y debemos estar más presentes en la toma de decisiones de política sanitaria”, ha destacado Ayuso. “En los últimos años hemos pasado de contar con dos direcciones generales de Cuidados en las diferentes comunidades autónomas a 5. Esperemos que en los próximos cuatro años esté número aumente, por lo menos, a 8, y así sigamos avanzando. La aportación de enfermería al Sistema Nacional de Salud es fundamental y tenemos que participar de forma más activa en la gestión sanitaria y en los ámbitos de decisión política”.
Ayuso ha señalado que de alguna forma el modelo de referencia es el de la comunidad de las Islas Baleares con una enfermera al frente de la misma, y tres direcciones generales también lideradas por enfermeras.
María del Carmen Sellan ha sido contundente al señalar que “no estamos donde se toman las decisiones, y esto impide el desarrollo y el progreso adecuado de la profesión, y no porque nos falten competencias o formación”.
Desde su punto de vista es necesario presionar “de forma racional” a los responsables públicos para aumentar la presencia de enfermería en los órganos de decisión, “haciendo frente a los grupos de presión que tratan de evitarlo”.
Así como en el ámbito académico el desarrollo profesional permite un recorrido adecuado no sucede así en el ámbito asistencial, según María del Carmen Sellan, quien señala como uno de los déficits la inexistencia de un catálogo de puestos de trabajo.
“Atropello a la profesión”
Tanto Ayuso como Sellan han coincidido en reclamar la necesidad del reconocimiento urgente del nivel A1 para los profesionales de la enfermería, “como lo tienen farmacéuticos, biólogos o psicólogos, también con estudios de Grado de cuatro años. Es inadmisible que Enfermería no tenga ya esta categoría”, ha indicado Ayuso
Igual de categórica se ha pronunciado Sellan para quien el estancamiento de enfermería en la categoría A es “un atropello a la profesión”.
También han señalado la necesidad urgente de mejorar las condiciones económicas y laborales de las enfermeras, para fijar su permanencia en España y también como medida de seguridad frene a la sociedad. “No es admisible que una enfermera trabaje un día en un servicio y al siguiente en otro, cambiando constantemente”.
Ambos ponentes han coincidido en destacar la necesidad de reconocer las especialidades en Enfermería y proceder a un adecuado desarrollo de las pendientes, como la médico-quirúrgica, bloqueada desde hace años, y cuya concreción podría aprovecharse para replantear su definición y crear la solicitada especialidad en cuidados críticos.
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