En el año 2020 se realizaron en España más de 700 millones de pruebas de laboratorio. De ellas más de 40 millones han sido análisis de urgencia que se hacen los 365 días del año y durante las 24 horas del día. Una situación, sin duda, marcada especialmente por la pandemia de la COVID-19 que ha tenido un gran impacto en la labor de los laboratorios de los grandes hospitales. Y lo que ha servido, en buena parte, para poner en valor la labor de estos servicios, así como del Diagnóstico In Vitro (DIV) que está presente en el 70% de las decisiones clínicas y que es clave en la prevención, detección, tratamiento y seguimiento de las enfermedades.
Sorprende, sin embargo, que esta herramienta diagnóstica que está tan presente en las decisiones clínicas siga siendo tan desconocida para la mayoría de la gente. Contar con una buena tecnología es algo fundamental para avanzar en una mejor detección y abordaje de los problemas de salud y por eso desde Fenin llevamos mucho tiempo trabajando para que este sector se aprecie por todo lo que aporta en nuestras vidas. En este contexto, hace unos meses pusimos en marcha la campaña #EspíasDeLaboratorio para animar a la gente a que se ‘cuele’ en el laboratorio de un gran hospital.
El objetivo es dar a conocer un espacio al que tan pocos tienen acceso, para que la gente pueda comprobar por sí mismos cómo funciona, desde que se recoge una muestra de sangre o de orina de un paciente y hasta que llegan los resultados al profesional que los ha solicitado.
Espías muestra además el impacto de la COVID-19 en sus momentos más duros en el día a día del Laboratorio de Microbiología de un gran hospital, que en este caso ha sido La Paz de Madrid, gracias al que hemos podido contar con toda la información y recursos necesarios para poner en marcha esta iniciativa.
El proceso diagnóstico clave
El DIV es un proceso diagnóstico clave en Medicina y aunque es cierto que se trata de técnicas cada vez más complejas tecnológicamente, a la vez son mucho más simples en su utilización por parte de los profesionales y más seguras para los pacientes. Con la COVID-19 se ha visualizado más su importancia, lo que ha servido además para impulsar y acelerar mejoras en la automatización de muchas de las pruebas que se realizan, permitiendo contar con los resultados en menos tiempo.
El laboratorio representa entre el 2 y el 4% del gasto sanitario, por lo que nunca se debería ver como un gasto, ya que proporciona ahorro y beneficio clínico. Es preciso dejar de pensar en el corto plazo y reconocer que la tecnología proporciona ahorro y es coste-eficiente. De hecho, no hay especialidad que no tenga la necesidad de solicitar una analítica. Otra clara utilidad del DIV es la de establecer el diagnóstico definitivo en muchas ocasiones y, en otras, ayudar a descartar otras opciones.
Todas son razones para que desde Fenin sigamos apoyando y desarrollando cualquier proyecto que ayude a visibilizar este sector, que aporta tanto valor a los profesionales y a los pacientes en todas las fases de su vida: desde la prevención durante el embarazo hasta los últimos tratamientos y el manejo de las enfermedades crónicas propias de edades avanzadas.
Conocer por parte de los pacientes, en particular, y de la población, en general, toda esta labor puede servir de motor para seguir impulsando la aportación del DIV, algo que ha quedado de manifiesto en estos meses a nivel de diagnóstico, pronóstico, y seguimiento de los pacientes con coronavirus. Aprovecho este espacio para animar a todo el mundo a que se ¡cuele! en #EspíasDeLaboratorio.
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