lunes, 31 de octubre de 2022

Trabajar en beneficio de las personas y del planeta

Correo Farmacéutico
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Lun, 31/10/2022 - 09:26
Trabajar en beneficio de las personas y del planeta
Trabajar en beneficio de las personas y del planeta

Para la Organización Mundial de la Salud, el cambio climático es la mayor amenaza sanitaria a la que se enfrenta la humanidad. En todo el planeta, analizando solo unos pocos indicadores de salud, durante las próximas décadas se producirán 250.000 muertes adicionales al año como resultado del calentamiento global.

El cambio climático no es solo un problema para las generaciones futuras, ya está sucediendo. Se registran temperaturas medias más altas cada año y más personas se ven afectadas por fenómenos meteorológicos extremos, patologías sensibles al clima como las respiratorias e, incluso, problemas de salud mental.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha llegado a la conclusión de que, para evitar estos terribles impactos, el mundo debe limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.

En pocos días se celebrará en Egipto la 27ª Conferencia de las Partes (COP 27) y es momento para preguntarnos si aún hay tiempo para alcanzar ese objetivo de 1,5 °C. El lema de la COP 27, “Juntos para la implementación”, ya indica que una de las prioridades de esta Cumbre del clima 2022 es la necesidad de actuar, y pasar de las promesas y anuncios a los resultados y acciones concretos sobre el terreno.

El sector de la salud tiene un papel importante que desempeñar en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) por dos razones fundamentales: la primera, porque su huella climática equivale al 4,4 % de las emisiones globales netas y, la segunda, porque hacerse cargo de la salud del planeta es también cuidar de las personas, objetivo prioritario de este sector.

En 2020 las actividades del sector de la salud en la Unión Europea ya redujeron un 4,7% las emisiones de gases de efecto invernadero

Si bien no hay que lanzar las campanas al vuelo, en 2020 las actividades del sector de la salud en la Unión Europea ya redujeron un 4,7% las emisiones de gases de efecto invernadero, al generarse 1,2 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) menos que el año anterior.

La inversión en equipos más eficientes y sostenibles, la minimización de su consumo energético, la instalación de placas fotovoltaicas para la generación de energía, la reducción de los residuos generados o el aumento del porcentaje de residuos revalorizados, son claros exponentes de cómo la industria farmacéutica trabaja en este campo.

Y es que efectivamente, tal y como recoge el IPCC en su último informe publicado, no se puede mitigar el cambio climático sin trabajar en la producción y el consumo.

En este esfuerzo por minimizar la huella ecológica del ciclo de vida del medicamento, el sector farmacéutico ha encontrado un aliado en SIGRE.

Gracias al alto porcentaje de reciclado y valorización energética de los envases y residuos de medicamentos recogidos, a la reducción del peso de los envases farmacéuticos a través del ecodiseño y al proceso de logística inversa utilizado para la recogida y transporte de los residuos, en los más de 20 años de funcionamiento de SIGRE se ha evitado la emisión de más de 50.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

De esta forma, consciente del reto al que nos enfrentamos como sociedad para frenar el calentamiento global, el sector farmacéutico apuesta por un modelo de negocio circular y sostenible, en beneficio de las personas y del planeta.

Este contenido ha sido desarrollado por UE Studio, firma creativa de branded content y marketing de contenidos de Unidad Editorial, para SIGRE.
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