España está liderando a nivel europeo las iniciativas para impulsar la lucha contra el cambio climático desde el sector sanitario, uno de los más contaminantes. Miembros de la Administración, médicos y expertos han debatido este lunes en I Foro de la Alianza Médica Contra el Cambio Climático (AMCC) acciones concretas para reducir esa huella de carbono, un tema en el que el Ministerio de Sanidad tiene previsto presentar una guía pionera próximamente, según ha avanzado el ministro de Sanidad en funciones, José Manuel Miñones. Según Miñones, el 4,4% de las emisiones globales netas de dióxido carbono a la atmósfera son responsabilidad del sector salud; un porcentaje que ha de ser tenido en cuenta "a la hora de establecer los retos de futuro" y de "activar más y mejores medidas".
La Alianza Médica contra el Cambio Climático (AMCC) es una iniciativa conjunta del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom) y un amplio grupo de sociedades científicas médicas con la intención de afrontar la crisis climática y la sostenibilidad del planeta desde una posición común. Hay que recordar que la lucha contra el cambio climático ya está recogida implícitamente en el Código de Deontología Médica. Pedro Cabrera, coordinador del grupo de trabajo de Salud y Cambio Climático del Consejo, ha reconocido que "tradicionalmente se ha visto al sistema sanitario como un factor benefactor de la sociedad, y esa parte de agresor del medio ambiente había quedado oculta".
¿Qué acciones concretas se pueden tomar para reducir la huella de carbono en la sanidad? Este ha sido uno de los temas debatidos en la jornada en una mesa multidisciplinar, en la que ha participado, entre otros, el ingeniero Luis Fernando Talavera, vicepresidente de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH). "Para pasar a la atención, lo primero es saber exactamente dónde estamos", ha señalado este experto. Según este ingeniero, en un hospital de tercer nivel, un 80% de sus emisiones de CO2 serían achacables a procesos relacionados directamente con la actividad sanitaria: un 70% son los medicamentos y el otro 30% son otros productos sanitarios.
Pero el hospital tiene margen de mejora: por ejemplo, la digitalización de las consultas reduce las emisiones de los desplazamientos de la población; la impresión 3D baja las generadas por la importación de productos; la sustitución de calderas por sistemas de calefacción eléctricos por bomba de calor es más eficiente y además está cada vez más basada en fuentes de energía renovables, etc. Respecto a los productos, el vicepresidente de la AEIH ha instado a hablar con los proveedores para instarles a que tengan procesos con bajas emisiones, según la producción, el embalaje usado, etc. Otro factor importante a favor es el retorno de la inversión: un sistema puede tener un coste de implantación más caro pero que luego a la larga suponga un ahorro: “El retorno puede conseguirse en seis meses”.
Beatriz Piñeiro, técnico de innovación y sostenibilidad sanitaria en Galaria, Empresa Pública de Servicios Sanitarios, ha hablado de la Estrategia de economía circular del Servicio Gallego de Salud (SERGAS) 2023-2030, el único servicio de salud con un proyecto de esta naturaleza. El objetivo en 2030 es haber reducido un 60% las emisiones de carbono y en 2040 llegar a las cero emisiones.
Es un sistema que aprovecha la idiosincrasia de cada área sanitaria para pilotar proyectos y extenderlos, propiciando alianzas y sinergias. Para ello, las acciones "deben tener un planteamiento circular en sí mismo y no estar compartimentadas". Ha recalcado además que este tipo de iniciativas también permiten aumentar la resiliencia de los sistemas sanitarios ante futuro desafíos derivados del cambio climático y la escasez de recursos.
via Noticias de diariomedico.... https://ift.tt/tgs7e5D
No hay comentarios:
Publicar un comentario